María del Mar Mellado Blanco es una de las pocas mujeres narcotraficantes que han sido 'jefas' en un mundo eminentemente masculino. La conocida como 'Reina de Ronda' tenía una doble imagen. Adorada en su pueblo, Cuevas del Becerro, donde ayudaba a los pobres con parte de los beneficios que obtenía del tráfico de drogas. Mientras pagaba a 'mulas' para que le trajeran la cocaína a España, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.
Su primera condena fue en 2008. Fue arrestada en Cádiz con 400 gramos de cocaína, lo que le supuso estar dos años en la cárcel. De la prisión salió con la idea de crear un imperio y fortalecer sus lazos con el extranjero. También de obtener grandes beneficios.
Parados como mulas
En ese momento solo era conocida por pertenecer a la familia de 'Los Peseta'. Por eso en sus primeros pasos en su pueblo era conocida como 'La Peseta'. Sus viajes al otro lado del atlántico la permitieron crear amistades en la República Dominicana con narcos colombianos.
Allí, al más puro estilo cinematográfico, diseño un sistema de negocio infalible. Pagaba a parados para que viajaran a Punta Cana una semana en los más lujosos establecimientos hoteleros. Después tenían que volver a España con cocaína en su interior ejerciendo de las denominadas 'mulas'. Cobraban unos 400 euros por viaje.
Con ello consiguió grandes beneficios que repartió entre los más pobres. Pagó incluso de su bolsillo una Cabalgata de Reyes en su localidad, Cuevas del Becerro (Ronda). Mientras también modificaba su apariencia física con varias operaciones estéticas. Casi no hay imágenes de su perfil actual por ello.
Una presa ejemplar
Todas las cautelas que mantenía para no ser objetivo de las autoridades no fueron suficientes. El 25 de enero de 2012 la Guardia Civil explotó la 'Operación Vuelo'. La 'Reina de Ronda' fue detenida acompañada de una veintena de personas, entre lugartenientes, distribuidores y mulas.
Dos años después de ingresar en prisión la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional la condenó a más de 11 años de cárcel. Los magistrados consideraron demostrado que era la red de la organización que contrataba a parados gaditanos para traer cocaína de gran pureza.
La sentencia apuntaba que María del Mar era la "autora criminalmente responsable de un delito contra la salud pública de sustancia que causa grave daño a la salud y en notoria importancia y otro delito de blanqueo de capitales procedente del tráfico de drogas". Ingresó en el Centro Penitenciario Puerto III de Cádiz.
Vuelta al narcotráfico
Su nuevo paso por prisión, esta vez más largo, fue modélico. Educada y colaboradora, fueron algunos de los elogios de los funcionarios que vieron un cambio en la actitud de María del Mar. En todo momento no dejó de lado su apodo de la 'Reina de Roda'. No se separó ni en la cárcel de su lugarteniente Inmaculada Casas que la ayudó a formar su organización.
Tras una larga temporada entre rejas su salida no cambió su rumbo laboral. Volvió a su 'modus operandi'. Introducía la cocaína a través de “mulas” y maletas, en vuelos procedentes de Colombia, para su distribución por España y Europa. En este caso dejó de lado Punta Cana y sus parados para ser una narcotraficante corriente.
En este caso, la investigación de la Operación 'Sac' ha sido desarrollada por la Policía Nacional y ha contado con la colaboración de la DIRAN de la Policía Nacional de Colombia. Los agentes descubrieron que una organización se dedicaba a enviar cocaína a España a través de maletas en vuelos comerciales.
Las pesquisas no fueron fáciles ya que los policías tuvieron que determinar el vuelo en el que sería transportada realizando un completo estudio y elaborando un perfil de los pasajeros. Gracias a ello dieron con los posibles sospechosos.
Los viajes por Madrid
Una vez el vuelo aterrizó en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, los agentes realizaron un seguimiento de los pasajeros que previsiblemente podrían ser portadores de la maleta. Una de las pasajeras levantó las sospechas de los agentes al mostrar una actitud nerviosa y esquiva en todo momento a la hora de pasar los diferentes controles.
Por ello, de forma inmediata, los investigadores recabaron más información de esa persona a través de los canales de cooperación internacional, obteniendo datos de relevancia que indicaban que disponía de antecedentes por delito de tráfico de drogas en varios países sudamericanos.
Esta mujer se desplazó en taxi hasta un albergue en el centro de Madrid, donde se puso en contacto con un varón y, tras el breve contacto, éste abandonaba el lugar conduciendo un coche. En base a la investigación, se tuvo constancia de que el varón había facilitado a la mujer que transportaba la maleta una dirección a la que debía acudir.
Negocios en la zona de Barajas
Al cabo de una hora, la pasajera tomó un nuevo taxi y acudió hasta otra zona de urbanizaciones, más discreta y sin tanto trasiego, cerca del Centro Comercial Plenilunio en el distrito de Barajas. Allí la esperaba la “Reina de Ronda” y el mismo varón que había sido visto horas antes en el albergue.
Estas tres personas accedieron al interior de un garaje comunitario y procedieron al intercambio de la maleta. En ese momento, los agentes interceptaron a los tres implicados y procedieron a su apertura observando en su interior varios paquetes que contenían cocaína.
Dentro del coche habían instalado una “caleta”, destinada al trasporte seguro de material de procedencia ilegal como armas, dinero o droga. En otra parte del vehículo, oculta en el interior del salpicadero, se encontraban varios fajos de billetes envueltos en papel film transparente destinados a sufragar la compraventa de la sustancia. El total de dinero intervenido superaba los 23.500 euros. La 'Reina de Roda' ha vuelto a caer, es la tercera vez y podría no ser la última.