El día en que se reúne el Consejo de Política Fiscal y Financiera para fijar los techos de déficit autonómicos, el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, admite en una entrevista radiofónica que todos están haciendo esfuerzos y que las Comunidades Autónomas están en la línea que ha marcado el presidente Rajoy, que es la de dar credibilidad a los mercados exteriores reduciendo el déficit y cumpliendo con los objetivos previstos.
En esta línea declaraba que también la comunidad que preside cumplirá, ya que en el segundo trimestre los datos han sido mejores y en un año han logrado un ahorro de 2.000 millones de euros. "Pero han caído los ingresos y tenemos que ajustar la administración para que el coste que supone se asequible porque de lo contrario no podremos dar el servicio que estamos dando. Hay que reducir en costes, en personal, y dar ejemplo a los ciudadanos para que vean que todos hacemos ajuste, priorizando los servicios imprescindibles", explicaba Fabra.
Sobre el régimen autonómico Fabra añadía que se está trabajando para eliminar duplicidades, provocadas por una época en la que todos querían presumir de ser una comunidad que hacía más cosas de las competencias que tenía asignadas, y deben ser más eficaces. "Se debe hacer un estudio por el Ministerio de Administraciones Públicas para asignar una competencia a una administración", comenta.
Y a partir de ahí cada Comunidad Autónoma tendrá que ver cómo es capaz de ajustar su coste para hacerla asumible, incluyendo a las televisiones autonómicas. Fabra confiesa que ellos han decidido hacer un ERE en la suya, pero que otras tomarán otra decisión. "Para nosotros es fundamental el mantenimiento de nuestra televisión, tenemos una lengua propia y debemos mantener ese fomento, pero a un precio que podamos asumir", decía el presidente.
No es un rescate
Fabra era tajante al explicar que no entiende por qué el empeño en llamarlo rescate cuando no lo es. "Cuando se creó el instrumento para ayudar a las CCAA nadie lo llamó rescate, cuando se creó el pago a proveedores nadie lo llamó rescata, porque es un instrumento más que no responde a un rescate. No sé por qué ha habido tantas ganas de decir que sí había intervención o rescate a ciertas comunidades. Simplemente nos hemos adherido a un plan que había para recibir ayudas", confesaba Fabra, explicando que aún no se conoce la cuantía de las mismas porque aún no se sabe cuántas comunidades las solicitarán ni qué problemas de tesorería tiene cada una, aunque cree que lo solicitarán algunas más de las conocidas (Valencia, Murcia, Cataluña).
Al ser preguntado por el 'famoso' aeropuerto de Castellón el presidente valenciano admitía que la instalación está hecha y es positiva para la comunidad y para la provincia, que tiene en el sector turístico una de sus esperanzas. Pero a la vez comentaba que "tenemos que hacer que el coste esté justificado, no se pueden mantener estructuras deficitarias, y hasta que no haya un plan de viabilidad que lo garantice no se podrá en marcha".
Poco después el presidente comentaba la relación que la administración debe mantener con los ciudadanos, admitiendo que se debe dar ejemplo a aquellos que lo están pasando mal, y que eso se logra reduciendo el sector público empresarial, las televisiones, el número de diputados, reduciendo o suprimiendo instituciones vinculadas a las CCAA (defensor del pueblo, Consell Jurídico Consultivo, etc). "Hemos ido haciendo ajustes tanto en el número de altos cargos, de consellerías, vehículos oficiales, etc. Es un camino permanente, la gente tiene problemas a diario y tenemos que poner una solución desde la administración, haciendo que ese dinero de todos se utilice correctamente, y el coste de los servicios sea asumible. La solución no es pedirle siempre más a los ciudadanos, sino ponernos nosotros también los deberes".
Defiende las autonomías
Fabra es un convencido de que el Estado de las Autonomías es positivo, pero sabe que deben seguir trabajando con responsabilidad para que siga dando frutos. "Antes competíamos por ver quién hacía más, pero ahora tenemos que comprometernos a no excedernos con el déficit, cumplir con los servicios y prestaciones que se ofrecen a los ciudadanos, para lograr que la suma de los esfuerzos pueda dar un resultado final que sea generar confianza en los mercados.
Por último, Fabra admitía que le parecía inaceptable que se puedieran cobrar dos sueldos de la administración en los tiempos que corren, ya que con las dificultades que pasan los ciudadanos los políticos debían ser ejemplarizantes.