Los resultados del último informe PISA han vuelto a dejar en evidencia a España. Hemos obtenido 11 puntos menos en matemáticas y otros 14 menos en comprensión lectora respecto a hace diez años.
España no ha sido el único país cuyas calificaciones han bajado, ya que ha habido una caída general en todos los países occidentales. Sin embargo, nuestro país tiene un declive más notorio que el resto. La media de alumnos que han sacado bien las pruebas más exigentes de la OCDE es de un 9%, entre españoles el porcentaje baja al 6%.
Vozpópuli se ha puesto en contacto con Daniel González de la Vega, ingeniero de formación y cofundador del método Smartick. En su opinión, la educación española encuentra tres problemas principales. El primero es la formación deficiente del profesorado de primaria en el área de matemáticas. Según explica González de la Vega, "el nivel de un sistema educativo nunca puede ser superior al nivel de sus profesores".
Otro fallo es una falta de diagnóstico y capacidad para que las enseñanzas sean adaptadas y personalizadas a los alumnos -Smartick está desarrollando un programa relativo a esto del que hablaremos más adelante-. Y el tercer y último problema que detecta Daniel en el sector educativo es el bajo nivel de expectativa.
"Está más que demostrado que cuando un profesor con alto nivel didáctico y matemático marca expectativas altas a una clase y el nivel del conocimiento aumenta significativamente", comenta el cofundador de Smartick a Vozpópuli.
Estos resultados negativos en PISA se han traducido en una reducción en los bachilleratos tecnológicos y, consecuentemente, de solicitudes para carreras de STEM o de ingeniería. Según recoge la nota de prensa de Smartick, el informe de La Universidad Española en Cifras muestra una caída del 38% en ingenierías en los últimos 15 años. Asimismo, un estudio del Observatorio de la Ingeniería de España revelaba que la economía española necesitará al menos 200.000 nuevos ingenieros en los próximos diez años.
La caída de once puntos en matemáticas respecto a 2012 (de 484 a 473) en los informe PISA no es el único problema que presenta la educación española en este campo. La Real Sociedad de Matemáticas de España alertaba del déficit de profesorado matemático en las aulas españolas. Según cuenta la nota de prensa, en más de una comunidad se están quedando plazas desiertas en las oposiciones.
La solución a los desastrosos resultados de PISA
Esta necesidad que se ha originado en el sistema educativo ha inspirado a crear métodos alternativos de enseñanza que buscan desarrollar las mentes de los jóvenes para que dominen, por ejemplo en este caso, las matemáticas. Así ocurre con Smartick.
Los programas Smartick están diseñados para niños de entre cuatro y catorce años y hay en las disciplinas de matemáticas y lectura -desde 2021-. Fue fundado en 2009 por Daniel González de Vega y Javier Arroyo y, después de desarrollarlo durante dos años, en 2011 salió al mercado la primera versión de Smartick Matemáticas. Utilizan un método basado en las evidencias científicas y van actualizando contenidos y mejoras en la usabilidad y algoritmia.
Daniel González de Vega defiende que hay que hacer especial hincapié en la primaria. “Si tenemos a cada vez más niños con confianza en las matemáticas en primaria, los habrá luego con más seguridad en secundaria y tendremos a más alumnos en el bachillerato tecnológico y en ingenierías. Está claro que ninguna de las reformas educativas lo está consiguiendo”, comenta González de Vega según recoge la nota de prensa de la compañía.
Los negativos en PISA pueden verse afectados asimismo, por la falta de disciplina que hay en las aulas, de acuerdo con lo indicado en el informe. “Hay un 38% de alumnos que dice no escuchar en clase al profesor de matemáticas. Me parece un dato que debería estar en el debate público. Eso significa que hay un ruido ambiente en una clase que hace que los que quieran prestar atención no lo consigan del todo”, asegura el ingeniero.
Smartick nació hace once años y, desde entonces, han pasado por sus clases más de 500.000 alumnos de 180 países de todo el globo terráqueo. Las sesiones están adaptadas al nivel del niño gracias a la inteligencia artificial que "recoge datos del perfil cognitivo del alumno, su rendimiento histórico en distintos contenidos de distinta dificultad y su rendimiento en tiempo real sobre el contenido de la sesión diaria en la que esté trabajando". Además, se dan de manera autónoma en sus hogares, "durante 15 minutos al día, fomentando la constancia".
“Ojalá dentro de diez años podamos ver cómo se ha revertido la situación, pero hace falta mejorar la formación del profesorado en primaria, atender a las mejores prácticas de la didáctica de las matemáticas, evaluaciones externas, mejorar la disciplina en la clase y dar más autonomía a los centros para que sean los que elijan a sus equipos y profesores y tengan equipos estables. Se sabe lo que se puede hacer y no se hace”, concluye Daniel González de la Vega sobre el futuro de su programa.
Matemáticas y compresión lectora no son los únicos campos que abarca esta compañía. Entre sus manos se encuentra cuatro proyectos que o bien acaban de salir o están a punto. El programa cofundado por González de la Vega cuenta con Smartick Coding (fundamentos de la programación), Smartick Thinking (reflexión y pensamiento crítico) y Smartick Chess (ajedrez).
El próximo proyecto será Smartick Monk, "una herramienta para medir de forma rigurosa en el colegio el conocimiento matemático de un niño de primaria", según explica su fundador. Este proyecto busca "estar presente en miles de colegios en los próximos meses" a través de un modelo 'freemium' con una versión básica pero completa que será totalmente gratuita para colegios e instituciones.
"Como empieza a verse, la única forma de mejorar el estado de la enseñanza de las matemáticas de forma sistemática es medir de forma rigurosa y frecuente, de forma censal y no muestral y en primaria", comenta Daniel. De esta manera se marcan tres objetivos a cumplir: discernir de aquello que no funciona, decidir en qué niños y cómo destinar los recursos y, sobre todo, hacerlo en primaria "que es cuando se plantan los pilares del conocimiento".