Varios casos positivos en coronavirus entre miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO) destinados en Venezuela han provocado revuelo en el Ministerio de Asuntos Exteriores tras conocerse que el personal local que trabaja en la Embajada y la residencia del embajador español, Jesús Silva, ha acusado a este último de ocultar el primer caso sospechoso que hubo en Caracas.
Vozpópuli ha tenido acceso a un cable diplomático enviado por la Embajada española a Madrid, en el que se admite que un GEO que tenía asignadas funciones de escolta manifestó en julio "síntomas" de contagio por coronavirus que obligaron a llevarle a un hospital de la capital venezolana.
“El procedimiento seguido en el caso fue el siguiente: se procedió a su aislamiento de forma inmediata para evitar que entrase en contacto con el resto de miembros del GEO y del personal diplomático de la Embajada", se indica en el escrito, si bien los trabajadores locales se quejaron a sus representantes sindicales de UGT en España que a ellos no se les informó de ello.
"La representación se puso en contacto con los servicios médicos locales, que confirmaron que la sintomatología era compatible con el covid. No fue posible realizar una PCR porque no están disponibles en el mercado, pero se le asimiló a un caso positivo a efectos de medidas de protección", prosigue la Embajada. En Venezuela, las PCR escasean como buena parte de los bienes básicos de consumo.
A raíz de ello, se trasladó al policía a un hospital, "donde se le realizaron varias pruebas y se acordó con los servicios médicos efectuar un seguimiento del caso, siendo el pronóstico favorable debido a la edad y condiciones físicas del miembro del GEO".
En aquel momento, los síntomas manifestados fueron "leves", por lo que la embajada no consideró necesario adoptar medidas adicionales a las ya tomadas. "Nunca se le obligó a cumplir sus funciones durante el período de convalecencia ya que sería particularmente peligroso que una persona que manifiesta sintomatología compatible con la covid-19 compartiese vehículo con otros trabajadores de la representación", se subraya.
El único momento en el que compartió vehículo "fue el de su traslado al hospital" para la realización de pruebas "debido a razones de seguridad" y a que se determinó que no resultaba aconsejable "que una persona con síntomas conduzca ella misma el vehículo que le traslada al hospital".
"En ningún momento se ha obligado a ningún miembro del GEO a trabajar siendo positivo ya que esto supondría un riesgo para el personal de la Embajada, particularmente al tener asignadas labores de escolta”, se hace hincapié en el escrito.
A los pocos días, varios de los compañeros del GEO con síntomas de coronavirus dieron positivo en España tras un vuelo de repatriación que hubo el 5 de agosto desde el país sudamericano
En cuanto al resto del personal, se establecieron "cuarentenas obligatorias" y en la actualidad "la situación está bajo control". En este punto hay discrepancias ya que el personal local niega que se les informase del caso sospechoso.
Los positivos en España
El problema es que, a los pocos días, varios de los compañeros del GEO con síntomas de coronavirus dieron positivo en España tras un vuelo de repatriación que hubo el 5 de agosto desde el país sudamericano. La propia embajada lo admite en su cable diplomático: "Es cierto que ha habido varios positivos entre los miembros del GEO, pero estos se han producido a su regreso a España, no durante su servicio en Venezuela".
El día 12 de agosto, el periódico La Crónica señaló que en Guadalajara, donde se encuentra la sede central de los GEO, se había detectado un brote con cuatro policías positivos. "El caso índice es un miembro de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado destinado en la Embajada de España en Venezuela. Los otros tres infectados son los compañeros con los que compartió vuelo desde ese país hasta Madrid", indicó este diario guadalajareño.
Sin embargo, la Oficina de Información Diplomática (OID) solo reconoce un caso concreto a preguntas de Vozpópuli y no tras el vuelo de repatriación de españoles desde Venezuela, sino pasadas varias semanas, por lo que pudo contagiarse durante las vacaciones. "A la Embajada sólo le consta un caso positivo en agosto de un policía que se comunicó transcurridas varias semanas en España y que está aún de baja tras confirmarse su contagio y el de su familia", se subraya desde el departamento que dirige Arancha González Laya.
"Ninguno de los policías dio positivo por coronavirus en las pruebas PCR con 48 horas de antelación que piden las autoridades venezolanas ni a su regreso a España en los test que les practican en sus unidades", resalta la OID.
La OID defiende que la embajada en Venezuela siguió "los protocolos establecidos ante los casos sospechosos sin que ninguno de ellos llegase a confirmarse"
Es más, "realizadas las pruebas preceptivas y el protocolo sanitario que ejecutan las autoridades locales así como las aerolíneas, tanto a la salida de Caracas como a la llegada a España, no se detectó caso alguno".
Sanidad Exterior tampoco informó al departamento de Laya "que hubiese que aislar a ninguno de los pasajeros que fueron en ese vuelo" que aterrizó en Madrid. Y en cuanto a la embajada española en Caracas, la OID defiende que se siguieron "los protocolos establecidos ante los casos sospechosos sin que ninguno de ellos llegase a confirmarse".
El cese del embajador Silva
La polémica que este lunes desvela Vozpópuli se produce unos días después de que Exteriores informase del cese del embajador en Venezuela y su sustitución por el también diplomático Juan Fernández-Trigo, quien llevaba dos años destinado como embajador en Cuba.
Silva salió de vacaciones también el 5 de agosto como el equipo del GEO y no regresó a Caracas hasta principios de septiembre. En declaraciones a Nius el pasado viernes, el embajador reveló que Exteriores le adelantó su cese "hace un mes", es decir en torno al 25 de agosto, y que no se lo esperaba, si bien puntualizó que la decisión de Laya entra dentro de “lo normal” y del periodo de “renovación de los cargos de las sedes diplomáticas”.
Este periódico desconoce si tiene relación la denuncia del personal local contra Silva con el cese de este último. Fuentes sindicales subrayan, no obstante, que la eventual ocultación del primer caso sospechoso y los posteriores positivos en España pudo deberse al temor de Silva a que el régimen de Nicolás Maduro decretase una cuarentena obligatoria para estos trabajadores en unos centros habilitados para ello que, en realidad, se asemejan a unos "barracones".
Además, existía la posibilidad de que el Gobierno venezolano invocase sus leyes sanitarias para exigir a todo el personal de la legación la realización de pruebas PCR o otro tipo de controles fuera del 'territorio' español. Y que ello afectase al opositor Leopoldo López, quien desde hace año y medio vive bajo la protección del embajador español y que sería arrestado de inmediato.
Venezuela vive momentos convulsos ante la convocatoria de elecciones legislativas por parte de Maduro para el 6 de diciembre. Unos comicios que no son reconocidos por EEUU ni por la UE, aunque el alto representante europeo, Josep Borrell, ha enviado una misión a Caracas para negociar un aplazamiento de los mismos y que Maduro acepte un nuevo marco democrático que permita la participación la oposición que lidera Juan Guaidó.
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