La Zarzuela proyecta reaccionar en los próximos días a la aparición del último libro de Pilar Urbano, La gran desmemoria. Lo que Suárez olvidó y el Rey prefiere no recordar (Ed. Planeta), en el que se recogen pasajes de las tensas relaciones entre el Monarca y el presidente desaparecido. El equipo de la Casa Real ha esperado a que la polémica obra vea la luz para salir al paso de algunos de sus contenidos, adelantados el fin de semana último en una entrevista concedida por su autora al diario El Mundo.
Pese al silencio de buena parte de los medios, la polémica no ha podido evitarse. Incluso ha llegado al Parlamento. El líder de IU, Cayo Lara, ha reclamado que se desclasifiquen todos los papeles del 23-F para que pueda al fin conocerse toda la verdad.
Estrategia dañada
La obra de Pilar Urbano ha caído muy mal en el entorno del Rey. La estrategia diseñada por La Zarzuela a la muerte de Suárez resulta seriamente dañada. La Casa Real ha pretendido presentar una imagen cariñosa y afable de las relaciones entre el Rey y Adolfo Suárez, por encima de las enormes diferencias que atravesaron en los últimos tiempos del Gobierno de la UCD, previos al intento de golpe de Estado. El Rey cedió a las sugerencias del general Alfonso Armada y a las presiones de los altos mandos de unas Fuerzas Armadas todavía ancladas en el franquismo lo que precipitó la renuncia de Suárez, a quien consideraban un obstáculo para sus planes.
No aparecen grandes novedades en la obra de Urbano, según versiones de expertos y conocedores de la trama golpista. Nada importante que no se haya publicado ya en otros títulos sobre aquel episodio que marcó el devenir de España. Pero se trata de un libro muy incómodo porque menciona detalles sobre el agrio pulso, político y personal, que mantuvieron don Juan Carlos y Adolfo Suárez en las semanas previas a la 'noche de Tejero', cuando los tricornios tomaron el Congreso.
Gobierno de concentración
También refleja la anuencia del Monarca ante el 'golpe de timón' diseñado por el general Armada con la complicidad de representantes de todos los partidos políticos, para la creación de un gobierno de concentración nacional, una especie de 'primoriverismo' tardío con toques a lo De Gaulle. El Rey inspira y aborta el golpe, es el resumen rápido de 'La Gran Desmemoria'.
Esta versión interfiere en el relato sobre la épica de la Transición y la mitificación de sus dos pricipales artífices, el Rey y Suárez, que se ha trasladado a la opinión pública en estos últimos días. Así, por ejemplo, desde Zarzuela se han cuidado con escrupulosa atención las imágenes gráficas de los abrazos dispensados por un Monarca doliente al hijo de Suárez y a sus hermanos; el sentido duelo ante el féretro en la capilla ardiente de las Cortes; el funeral de Estado con los tres expresidentes, los dirigentes autonómicos, los líderes de casi todo el arco parlamentario.... La anhelada imagen de unidad, fortaleza y cohesión para combatir el desánimo y la frustración en estos años de profunda crisis económica, política e institucional. Una evocadora nostalgia de los tiempos de la Transición servida a mayor gloria del Rey, con el mito de Adolfo Suárez de cuerpo presente, tras doce años de silente enfermedad.
Años tempestuosos
El libro de Pilar Urbano irrumpe en este guión edulcorado y sentimental para recordar el aspecto menos edificante de aquellos tempestuosos años. Las puñaladas, las traiciones, las presiones sobre un presidente audaz y decidido, que se vio obligado a dejar el Gobierno entre la incompresión de los suyos y la anuencia complaciente de Su Majestad.
La obra que ahora se publica recoge algunos pasajes particularmente tensos entre los dos protagonistas, con discusiones, amenazas y hasta insultos... totalmente alejados de la versión que pretende transmitir la Zarzuela. La Casa Real ha querido aprovechar el enorme tirón popular del gran artífice de la Transición. Para ello necesitaba transmitir la idea de un tándem invencible, el Rey y Suárez luchando contra las fuerzas reaccionarias del pasado y afrontando juntos la aventura del futuro, el gran desafío de la restauración democrática. Los recuerdos que revive la obra de Urbano resultan inconvenientes e incómodos. De ahí la necesidad de salir al paso, bien en forma de rectificación o puntualización. Se estudia la fórmula, pero la nota saldrá en los próximos días, según fuentes próximas a la Zarzuela.
No es la primera vez que la Zarzuela corrige o matiza a esta periodista, antaño cronista política del diario ABC. Con ocasión de su obra 'La Reina muy de cerca' tuvo que salir al paso, mediante un comunicado, de algunas expresiones de doña Sofía sobre los matrimonios homosexuales que desataron, también, una amplia polémica.
