Todo está previsto para que el rey don Juan Carlos pase a la caída de la tarde por el quirófano del Hospital Quirón de Pozuelo (Madrid). El doctor Cabanelas, de la Clínica Mayo de Rochestter (EEUU) con el apoyo de un colega traumatólogo que ejerce en Toronto (Canadá) y llegado hace escasas fechas a Madrid, procederá a la sustitución de la prótesis de cadera izquierda del Monarca, afectada de un proceso de infección.
El Rey mantuvo este lunes su agenda con normalidad. Recibió en audiencia a los presidentes de las Cámaras de Representantes y de Consejeros del Rey de Marruecos tal y como estaba previsto. Tampoco este día ha querido alterar demasiado el programa oficial. En torno a las doce del mediodía, muy pocas horas antes de la intervención presidirá la ceremonia de entrega de cartas credenciales de una quincena de embajadores que aguardan desde hace meses la celebración de este acto para ejercer su función diplomática. Entre ellos está el nuevo representante de los Estados Unidos, James Costos.
El formato de la vistosa ceremonia, una de las más solemnes de cuantas se celebran en el ámbito oficial en nuestro país, se ha modificado por razones de fuerza mayor. En lugar del Palacio Real, el escenario se ha trasladado a la Zarzuela. No habrá desfile de carruajes, ni caballos, ni palafreneros, ni ornamentos. Todo será mucho más austero y de menor duración de lo habitual. El Rey ha insistido en no cancelar este compromiso para no alterar la normalidad de los usos diplomáticos ya que los embajadores tan sólo pueden presentar sus credenciales ante el Jefe del Estado.
Habitualmente, en estas celebraciones la Casa del Rey agrupa, como mucho, a media docena de embajadores, dada la larga duración del acto, con presentación de equipos, colaboradores, auxiliares... Hoy, sin embargo, se triplica el número de representantes para dar salida al 'atasco' diplomático, por lo que el encuentro de los nuevos embajadores con Su Majestad se reducirá a tan sólo unos breves minutos.
Última hora de la tarde
Inmediatamente después, el Monarca se trasladará desde Zarzuela al centro hospitalario Quirón donde le espera el doctor Cabanela para proceder a la intervención que se llevará a cabo a la caída de la tarde. Es voluntad de Su Majestad pasar por el quirófano a esas horas poco habituales para enlazar el trámite quirúrgico con el sueño nocturno. Un especialista llegado de Toronto, según fuentes hospitalarias, asistirá al doctor Cabanela en este intervención, que contará con la colaboración de los facultativos del Quirón. También estará presente el doctor Ángel Villamor, quien realizó la anterior implantación de la prótesis de la cadera izquierda del Monarca el pasado mes de noviembre, con el resultado de infección recientemente conocido.
Villamor, que participó en la singular rueda de prensa del viernes pasado en la Zarzuela, en la que se dieron a conocer las novedades relativas a los problemas de salud del Rey, no intervendrá en esta nueva operación más que a título de observador/asesor, según han comentado fuentes del centro.
Una vez concluída la intervención, el paciente pasará a la Unidad de Cuidados Intensivos y posteriormente será trasladado a una de las suites con las que cuenta el centro. No se tiene previsto que la presencia del Rey altere en demasía la actividad del centro ya que no ser´anecesario siquiera cerrar la planta en la que se aloje el Monarca.
¿Bastón para siempre?
Tan importante en estos casos es un certero trabajo con el bisturí como que el postoperatorio y la recuperación se lleven a cabo con escrupuloso rigor. Está previsto que el período de rehabilitación se prolongue entre dos y seis meses, según el alcance de la intervención y el estado en que se encuentren los tejidos de la cadera. Parece confirmado que la operación será en dos fases, la primera para limpiar y colocar una prótesis con antibióticos y la segunda, semanas más tarde, para implantar la definitiva.
Médicos especialistas en este tipo de intervenciones comentaron a este periódico que hay un setenta por ciento de posibilidades de que Su Majestad tenga que recurrrir al uso de un bastón para siempre, habida cuenta los problemas físicos que ha acumulado en los últimos tiempos. Dos intervenciones de cadera con sendas luxaciones ulteriores, una intervención de talón, otra de rodilla, la hernia discal de este pasado mes de marzo. Un rosario de agresiones quirúrgicas que acarrean problemas de movilidad en forma aislada, pero si se suman todas ellos se conforma un cuadro que conduce inevitablemente al uso del un apoyo para caminar. Al principio será silla de ruedas, luego las muletas y finalmente, el bastón.
El Príncipe don Felipe, por su parte, recibió este lunes al Fiscal General del Estado, Eduardo Torres Dulce, en una ceremonia que no figuraba incialmente la agenda de la Casa del Rey. El Fiscal hizo entrega al Príncipe de la Memoria de esta institución correspondiente al pasado ejercicio.
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