Don Juan Carlos será intervenido nuevamente el próximo 21 de noviembre, en el hospital Quirón de Madrid, para retirarle la prótesis provisional de la cadera izquierda que se le implantó a finales de septiembre y colocarle la definitiva. La operación estaba prevista para la semana del día 25 de este mismo mes. La excelente evolución del monarca ha permitido adelantar las fechas.
Esta vez se han hecho las cosas bien y no ha habido complicaciones. Ni infección en el postoperatorio ni inclumplimientos del paciente en la rehabilitación. Don Juan Carlos ha seguido al milímitro las instrucciones impartidas por el equipo del doctor Cabanela, el especialista gallego del Centro Sinaí que dirigió la primera operación. Su recuperación ha evolucionado sin contratiempos. Sólo hubo un pequeño susto al observar el aspecto que ofrecía durante la reunión en Zarzuela con el Príncipe y el presidente del Gobierno para preparar la Cumbre Iberoamericana de Panamá. El monarca estaba muy delgado y con un tono de piel no muy saludable. Se explicó luego desde Zarzuela que había perdido diez kilos y que el proceso de rehabilitación discurría según lo previsto.
Buen aspecto, buen color
El pasado 21 de octubre, en efecto, con ocasión de la audiencia ofrecida a la Junta Rectora del Instituto de España, que agrupa a las ocho Reales Academias Nacionales, Su Majestad apareció ya con muy buen color, un excelente aspecto y muy sonriente. Recibió en el salón de audiencias de la Zarzuela, de pie y sin gestos aparentes de molestias. Su tono vital era optimista y transmitió muy buenas sensaciones, que despejaron las dudas que produjo su anterior aparición.
Desde la intervención quirúrgica del 24 de septiembre, el Rey no ha puesto un pie fuera de Zarzuela. Ha desarrollado una agenda limitada, recibido visitas privadas y varias audiencias públicas, todas bajo el estricto control del doctor Miguel Cabanela, quien ha realizado un atento seguimiento de la rehabilitación desde los Estados Unidos. El especialista gallego comentó, en una impecable y amigable rueda de prensa después de la primera intervención, que el Rey debería estar al menos ocho semanas de actividad restringida.
Menos complicaciones
También anunció que para verle caminar sin muletas habrá que esperar unas seis semanas después de la segunda intervención. Esta operación es menos complicada y requiere un postoperatorio más liviano que la primera. Según las previsiones médicas, las seis semanas se cumplirán con el comienzo del nuevo año. Exactamente el día 3 de enero, dado que la nueva visita al quirófano es el día 21 de noviembre, por lo que cabe pensar que, si todo evoluciona normalmente, don Juan Carlos estará en condiciones de presidir la ceremonia de la Pascua Militar prácticamente a pie firme y sin muletas.
Ese es uno de los compromisos oficiales más señalados de la agenda de la Casa del Rey en el futuro inmediato. Sin olvidar el mensaje de Navidad, que no ofrecería mayores dificultades puesto que el monarca se dirige al país a través de 'TVE' sentado en su despacho.
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