La presencia de la Corona en Cataluña, tras una década de proceso separatista, está más normalizada que nunca. Y buena muestra de ello es que el jefe del Estado, Felipe VI, viajará esta próxima semana hasta en dos ocasiones a Barcelona para participar en diferentes actos. Algo impensable hace solo seis años, en plenas protestas por la sentencia que mandó a prisión a los amnistiados responsables del golpe separatista.
El primero de los viajes del Rey a Cataluña, será este domingo. El monarca, coincidiendo con la 37ª Copa America de Vela, que se celebra en la ciudad condal, visitará el buque anfibio portaeronaves LHD 'Juan Carlos I'. Esta será la segunda ocasión que Felipe VI se desplaza a Barcelona, desde finales de agosto, cuando empezó la Copa América de Vela -un deporte que apasiona a toda la familia-. En aquella primera ocasión, además, se embarcó en un velero para ver las regatas desde alta mar. Este domingo lo hará desde esta nave.
El Juan Carlos I es un buque de guerra multipropósito de la Armada Española, fabricado por Navantia, similar a los LHDestadounidenses. Su construcción, que se realizó en los astilleros de Ferrol, comenzó la construcción el 20 de mayo de 2005. En los últimos meses, esta embarcación, con capacidad para 243 militares a bordo, ha participado en algunas misiones internacionales de la OTAN así como en otras en Bosnia y Herzegovina, Afganistán e Irak.
El martes, junto a la Reina Doña Letizia, el jefe del Estado volverá a viajar a Barcelona para el acto de conmemoración del 75 aniversario de un importante grupo editorial con sede en la ciudad catalana. Una ceremonia en la que, además, se hará entrega de un premio de novela en su edición número 73.
La presencia del Rey en ambos actos, además únicamente con dos días de diferencia entre sí, evidencia el buen momento en la relación entre la Corona y Cataluña. El papel del jefe del Estado en la normalización de la situación política y social en esta comunidad autónoma ha sido clave para que, como ocurría con anterioridad, los miembros de la Familia Real acudan de forma periódica a esta comunidad autónoma para participar en distintos actos oficiales y de carácter personal.
Reunión con Salvador Illa
En el plano político, la normalización de las relaciones entre la jefatura del Estado y el gobierno autonómico de Cataluña, se ejemplificó hace unas semanas con la reunión que mantuvieron el Rey y el nuevo presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en el Palacio de la Zarzuela. Hacía más de catorce años que ningún presidente catalán era recibido por el monarca en su despacho. El último en hacerlo, antes del retorno del socialista Illa, fue el convergente Artur Mas.
Antes de esa audiencia en el Palacio de La Zarzuela, un mes y medio después de haber sido investido en el Parlament de Cataluña, Salvador Illa ya recibió al monarca en la anterior visita que realizó a la Copa América de Vela. En aquella ocasión les acompañó también el ministro de Industria, Jordi Hereu. También estuvo acompañándole en la visita que, hace unos días, realizó al Museo Dalí de Figueres (Gerona).
Hasta la llegada del socialista al poder autonómico, durante prácticamente la última década, los antecesores de Illa siempre habían dado plantón a la presencia de la Corona en Cataluña. Ni Carles Puigdemont, ni Quim Torra ni Pere Aragonés, han acudido a los actos oficiales presididos por el jefe del Estado en esta comunidad autónoma. De hecho, en algunos casos, incluso se han ausentado en el momento del saludo o de la fotografía, para no posar junto a Felipe VI.
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