Libres con cargos y con la obligación de comparecer cada mes. Así han quedado esta mañana los dos primeros 'clientes' de la mafia china que comparecen ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 4, Fernando Andreu, acusados de blanqueo de dinero y un delito contra la Hacienda Pública dentro de la Operación Emperador. Se trata de Antonio Banús Ferré y Enrique Ortega Cedrón, a los que el magistrado ha mantenido la imputación, aunque ha rechazado la petición de la Fiscalía contra la Criminalidad Organizada de dictar contra ellos prisión eludible con sendas fianzas de 50.000 y 80.000 euros. A lo largo de esta semana y de la próxima seguirán sus pasos otros trece empresarios que también utilizaron presuntamente la red de Gao Ping para evadir dinero de España o traer el que tenían oculto en paraísos fiscales. Entre ellos están tres familiares del Rey y el exbanquero Enrique Lasarte, como adelantó Vozpópuli.
La elección de este primer grupo de imputados no ha sido aleatoria. Según fuentes jurídicas consultadas por este diario, se ha elegido a aquellas personas cuyos nombres ya habían aparecido relacionados con la mafia china en los medios de comunicación en los últimos meses. "Por ellos mismos es necesario aclarar cuál va a ser su situación judicial", destacan fuentes jurídicas. También se ha incluido a aquellas personas que supuestamente habrían defraudado mayores cantidades de dinero y de los que había gran abundancía de pruebas, entre otras, grabaciones de vídeo del momento en el que supuestamente recogían el dinero.
En la primera tanda de imputados se ha elegido a aquellos cuyo nombre ya ha aparecido relacionado con la mafia china en la prensa. También se ha incluido a los que defraudaron mayor cantidad de dinero
Uno de estos últimos era Antonio Banús Ferré, sobrino del famoso promotor inmobiliario del mismo nombre que dio nombre al famoso puerto deportivo de Marbella. La Policía le grabó el 8 de marzo del año pasado cuando acudía en su lujoso vehículo de la marca Bentley al Hotel Mirasierra Suites de Madrid para recoger de manos de una de las cabecillas de la trama 100.000 euros. Según las investigaciones de la Policía, Banús era uno de los clientes VIP de la trama, con cuyo jefe, el ciudadano belga Francoise Leiser, cerraba los tratos directamente, según las investigaciones.
'La Sobrina', pieza clave
La identificación de Banús fue posible, precisamente, por el coche con el que acudió a la cita de marzo. Los agentes pudieron comprobar que el vehículo estaba a nombre de una de sus empresas, Ponzano SA, lo que permitió poner poco después nombre al hombre trajeado y con entradas que se reunió aquel día con Malka Maman Levy, La Sobrina, una ciudadana israelí clave en el entramado de blanqueo. Según los informes policiales incorporados a la causa, Banús es "un gran empresario español, que tendría cargos de responsabilidad equivalente al de Presidente en al menos 28 empresas de gran entidad (tanto por volumen de ventas como por capital social}, así como referencias históricas de cargos de gerencia en otras 15 empresas, la mayoría de ellas relacionadas con la multinacional Mirasierra".
El segundo imputado que ha declarado este lunes es también uno de los supuestos clientes más activos de la trama. Ortega Cedrón, que aparece en el equipo directivo de 14 empresas, mantenía su vínculo con la organización a través de uno de los presuntos captadores de la red, Vicente Gregorio Abelló, sobrino del financiero Juan Abelló. Su identificación fue posible gracias al envío de documentación para el blanqueo realizado desde el fax de una de sus empresas, Licitor SA. La Policía detectó dos supuestas entregas de 100.000 euros cada una a este empresario en 2012, una de abril y la segunda en julio.
Los pinchazos telefónicos detectaron la inusitada actividad 'blanqueadora' de este abogado que llevó a la Policía a plasmar en uno de sus informes sus sospechas de que hubiera dejado de ser un simple cliente para ser un "intermediario" dispuesto a poner a clientes de su despacho de abogados, Rayón y Ortega Bufete Abogados Asociados SLP, con la red de lavado de dinero. Según uno de los informes, sería dicho despacho profesional "a través del cual realizaría las referidas operaciones de blanqueo, con la cooperación de su secretaria, de nombre de Alicia". El sumario está plagado de conversaciones telefónicas transcritas en las que aparece ésta última en contacto con destacados integrantes de la trama siguiendo las instrucciones de "don Enrique".
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