España

Silencio, sonrisas y respiro de alivio en Zarzuela

Respeto absoluto a la independencia del Poder Judicial. Zarzuela ha respondido con su fórmula habitual tras conocerse el auto de la Audiencia de Palma sobre la infanta Cristina. El rey sonreía. En Zarzuela se palpaba cierta sensación de alivio.

La Casa del Rey reaccionó con la fórmula habitual en estos casos: "Respeto absoluto a la independencia del Poder Judicial". La infanta Cristina permanecerá en el banquillo. La Audiencia de Palma ha rechazado la aplicación de la 'doctrina Botín'. La hermana del rey, por tanto, no se beneficiará de esta singular fórmula jurídica que podría haberle exonerado del proceso. El día 9 de febrero, doña Cristina volverá al banquillo.

El rey mostraba esta mañana una prudente sonrisa en su primera audiencia de la jornada, dentro de la ronda con dirigentes políticos para desatascar la investidura de un nuevo presidente. Alexandra Fernández, de Podemos-En Marea fue la primera en pisar la sala de audiencias una vez conocida la decisión del tribunal de Palma. Don Felipe, tranquilo y calmado como siempre, no evitó, tampoco este viernes, su tradicional sonrisa a los fotógrafos. Fuentes de la Familia Real mostraban cierta preocupación ante la posibilidad de que la infanta eludiera el banquillo por la aplicación de la doctrina Botín, foco de tanta controversia. Se temía que fuera interpretado como un gesto complaciente de la Justicia hacia la hija del rey emérito y hermana del actual Jefe del Estado. No ha sido así. Cierto alivio se ha podido palpar en el entorno de don Felipe. Quizás no tanto por parte de don Juan Carlos, quien confiaba en una solución más favorable a la infanta.

En el entorno del rey se considera que esta decisión despeja toda sospecha de favoritismo de la Corona hacia la infanta

Doña Cristina no pertenece a la Familia Real por decisión personal de su hermano, quien ha evitado coincidir con ella desde su proclamación. Las relaciones están rotas, pese al coste personal que ello conlleva. Doña Cristina se siente una víctima, el chivo expiatorio de todo cuanto ha ocurrido en Zarzuela en los últimos años. Su madre doña Sofía y su hermana, la infanta Elena, nunca la han abandonado, pero tuvo que trasladarse a vivir a Ginebra cuando arrancó el proceso del Caso Nóos, que implica muy directamente a su esposo, Iñaki Urdangarin.

Sospechas generalizadas

En el entorno del rey se considera que esta decisión, escrupulosamente argumentada por las tres magistradas que integran el tribunal de Palma, despeja toda sospecha de favoritismo por parte de la Corona hacia la infanta, a quien recientemente se le despojó del título de duquesa de Palma. La actuación de la abogacía del Estado y de la Agencia Tributaria a lo largo de toda la instrucción habían levantado todo tipo de sospechas. También los planteamientos del fiscal Horrach fueron objeto de determinadas críticas, hasta el punto de que llegó a tachársele de 'abogado defensor de la infanta'.

Todos estos recelos quedan ahora despejados. Fuentes judiciales muy próximas al caso señalan, sin embargo, que el siguiente paso natual será la absolución de la infanta, algo que todavía está por dilucidar. Los pasos serían políticamente muy correctos: no a la aplicación de la doctrina Botín y exoneración de todo tipo de responsabilidad penal a la infanta. 

Incluso podría evitar el calvario de asistir día tras día en el banquillo al largo juicio oral que acaba de comenzar y que retomará sus sesiones el 9 de febrero. Circulan versiones, muy aquilatadas, que apuntan a que la Audiencia de Palma permitirá a algunos de los 18 procesados a que se ausenten de algunas sesiones del juicio. Hay precedentes en ese tribunal que permiten a algunos acusados no comparecer a lo largo de todo el proceso si se esgrimen motivos de índole laboral. En especial, cuando la vista se prolonga durante un periodo largo, como es el caso, que posiblemente no concluirá al menos hasta junio. Algunos abogados de la defensa ya sondearon en su momento a miembros del tribunal, que se mostraron favorables a aplicar esta medida. La infanta podría alegar su trabajo en La Caixa, en Suiza, para no tener que comparecer cotidianamente y casi durante cuatro meses a las sesiones en las que se solventa judicialmente el 'caso Nóos'. Un calvario que podría evitarse, según fuentes de la defensa. 

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