Corría 1984 cuando Rifaat Al Assad, exvicepresidente de Siria y hermano menor del entonces presidente Hafez Al Assad, abandonó Damasco y empezó a exportar su fortuna, aquella que había amasado a base de "extorsión, amenazas, contrabando, expolio de riquezas arqueológicas, usurpación de inmuebles y tráfico de drogas". Su salida incluyó un plan para "esquilmar el Tesoro nacional" que abarcó 300 millones de dólares. De aquella suma, 200 millones salieron de los presupuestos oficiales del país y los otros 100 millones los consiguió tras aumentar la deuda pública con un préstamo concedido por Libia.
Los detalles de sus operaciones constan en el auto de procedimiento abreviado que el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha firmado esta semana. En el escrito, recogido por Vozpópuli, se retrata el modus operandi de 30 años de "ocultación, transformación y blanqueo de todos estos capitales ilícitos en distintos países europeos". El magistrado atribuye a Al Assad unas 507 propiedades en España por valor de 695 millones de euros.
"Aunque carece de patrimonio a su nombre en España, es evidente que existe un importante patrimonio a nombre de diferentes sociedades administradas por familiares de Rifaat Al Assad, en especial algunos de sus hijos, los cuales gestionarían el patrimonio de su padre en España a través de diferentes cargos en distintas sociedades", explica el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5. En el auto se propone juzgar al exmandatario sirio por liderar un grupo criminal integrado por sus esposas, hijos y testaferros para blanquear su fortuna.
"En Siria era casi Dios"
Rifaat Al Assad es el hermano menor del expresidente fallecido Hafez Al Assad y el tío del actual dictador Bashar Al Assad. Nació en 1937 en Qardaha, un pueblo al noroeste de Siria. Fue comandante responsable de las fuerzas de seguridad internas y de las brigadas de defensas.
En el auto se recoge la declaración Adnan Alhwash, un exgeneral del ejército Sirio que habría ejercido su labor en dichas brigadas y en diversas unidades de inteligencia militar bajo el control de Al Assad. El hombre describe al ahora investigado como "el jefe superior de todo el sistema de inteligencia". En pocas palabras: "En Siria era casi Dios". En Suiza se sigue un proceso judicial contra Al Assad por los presuntos crímenes de Lesa Humanidad que cometió al frente del Ejecutivo; en concreto, por las masacres de la ciudad de Hama y las de la cárcel de Palmira.
En España se le persigue por presuntos delitos de organización criminal y blanqueo de capitales. Según las pesquisas, desde los años setenta Al Assad "obtuvo ingentes recursos ilícitos de múltiples actividades delictivas" en Siria. Tras intentar derrocar a su hermano, estuvo a punto de ser juzgado y llegó a enfrentarse a un interrogatorio televisado. Sin embargo, logró conseguir una vicepresidencia nominal y una maleta al exilio con una fortuna acumulada y una 'liquidación' de 300 millones de euros.
Saqueo desde el exilio
Una vez fuera del país, "mediante personas afines que habrían permitido que se siguiera enriqueciendo con el monopolio de diversos ilícitos", continuó con sus acciones ilícitas. En el escrito del juez De la Mata se hace referencia al control que mantenía sobre el puerto de Latakia, "que utilizaba para sacar de contrabando las riquezas arqueológicas de las que se apropiaba".
"A partir del momento en que salió exiliado de Siria, Rifaat Al Assad comenzó a ocultar y transformar toda esa fortuna ilícitamente obtenida en propiedades en distintos países, entre ellos España, utilizando un entramado de compañías para así ocultar la verdadera titularidad y origen de los fondos", señala el magistrado a cargo de la investigación. Regreso años después al entierro de su madre, pero luego continuó con su vida de lujo en Europa.
El dinero malversado fue invertido en propiedades y negocios en distintos lugares de España, fundamentalmente en la Costa del Sol"
Según las pesquisas, las inversiones millonarias del exmandatario sirio realizadas en España carecen de justificación, al tratase de operaciones desarrolladas en la más absoluta opacidad. "El dinero malversado y el dinero obtenido de actividades criminales en Siria fue invertido en propiedades y negocios en distintos lugares de España, fundamentalmente en puntos estratégicos de la geografía de la Costa del Sol", explica el juez De la Mata.
Pisos, un hotel de lujo, restaurantes...
La lista de 507 propiedades -valoradas en 695 millones de euros- incluye un centenar de pisos en la urbanización Benabola de Marbella, otro centenar de viviendas en el emblemático consejo urbanístico Gray D'Albion, varios restaurantes y cafés, una pizzería, una discoteca, un chiringuito de playa, unos cuantos terrenos y 244 plazas de garaje.
Entre sus propiedades también se encuentra el Hotel Park Plaza Suites. "Situado entre Marbella y San Pedro de Alcántara, en Málaga, Puerto Banús se ha convertido, desde que fue inaugurado en mayo de 1970, en uno de los mayores centros de entretenimiento de la Costa del Sol. El Hotel Park Plaza Suites se encuentra ubicado dentro de la Urbanización Benabola, a escasos minutos a pie del puerto, y es conocido como el hotel por excelencia de esta zona residencial", se lee en su página web.
La familia cuenta con un centenar de pisos en complejos urbanísticos de lujo, varios restaurantes, locales y 244 plazas de garaje
La sociedad Grantville España SL, que dirige el hotel de lujo, comenzó su actividad en agosto de 1996. Fue creada por Andre Marie Robert Goullet, como administrador único de Fideso SL. Según las pesquisas, detrás del entramado societario que arropa a Grantville están los hermanos Al Assad (Siwar, Alí, Soma, Mohammed, Rifat y Ribal). Y así sucede con el resto de inmuebles que gestionan en el resto de la zona, su mayoría de lujo.
Entramado societario
Tal y como consta en el auto, Rifaat Al Assad, sus esposas y sus hijos armaron este imperio a través de un complejo entramado societario en Luxemburgo, Panamá y Gibraltar. Solamente en el Peñón cuenta con 29 sociedades que le permiten mantener y administrar sus propiedades.
"Toda esta estructura descrita ha permitido a la familia Al Assad, bajo la dirección de Rifaat Al Assad y con la estrecha e imprescindible colaboración de sus hijos y de terceros colaboradores, ocultar durante años la verdadera titularidad de la ingente cantidad de propiedades inmobiliarias así como los negocios explotados por miembros de la familia", explica el magistrado.
Según De la Mata, todo este sistema se estableció para "dificultar la localización de los flujos económicos y por tanto favorecer la introducción de dinero negro del exterior, su blanqueo mediante falsos contratos de arrendamientos, pagos de hipotecas millonarias, realización de grandes obras en los diferentes edificios y negocios propiedad de la familia, obtención de nuevas ganancias que vuelven a ser desviadas al extranjero".
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