Miquel Roca, padre de la Constitución, blande el libro de la Carta Magna como un arma de defensa. "Les advierto que estoy armado", asevera mientras alza una edición de bolsillo del documento que sienta las bases del sistema democrático español. Delante de su propio cuadro, acompañado de los retratos de los otros padres de la Constitución y rodeado de los dos diputados más jóvenes de la Cámara Baja, Roca defiende el fruto de su trabajo: "Esta es mi casa. Vengo armado y este es mi compromiso, la Constitución. Los que tuvimos el privilegio enorme de poder participar en la elaboración, nos comprometimos con ella y con los valores que pone de manifiesto. La Constitución no es nada si no hay voluntad de aplicarla".
Roca considera que es "evidente" que hay "cosas que están fallando" y que se están produciendo "vulneraciones claras" de lo que indica el texto constitucional. Ha pedido a los políticos que acaten lo que diga el Tribunal Constitucional y subraya que "la voluntad de cumplir la Constitución es más importante que el propio contenido. La Constitución es un marco para convivir, es como el reglamento de una comunidad de vecinos".
La Constitución es como el reglamento de una comunidad de vecinosMiquel Roca, padre de la Constitución
¿Hay que reformar la Constitución?
En el coloquio se ha puesto sobre la mesa, principalmente por parte de la diputada socialista Ada Santana (de 25 años, el debate sobre la reforma de la Constitución. La socialista defiende que es necesario introducir la transición ecológica, la paridad entre hombres y mujeres y el derecho a la sucesión femenina de la Corona entre las reformas de la Carta Magna, algo que Roca no veía con buenos ojos.
"Tenemos una Constitución que puede adaptar la libertad que la Constitución consagra a la realidad. Puede cambiar para los nuevos tiempos. El amor de padre -de la Constitución- no puede limitarse a decir que no se puede tocar y nada más. Sin embargo, la idea de reformarla no me entusiasma porque creo que es el pretexto para otra pelea", ha indicado.
Sobre la sucesión de la Corona, Roca ha citado el artículo 127, que permite solucionar el problema a través de Ley Orgánica. "La Constitución no puede ser un terreno de disputa. Debe ser un terreno de coincidencia. Si se aprobó por el 90% debe modificarse por el mismo porcentaje".
Fraga y Roca, de enemigos a amigos
Miquel Roca ha ejemplificado con dos casos el espíritu de la Transición, un espíritu que suena quimérico hoy en día. Roca ha recordado que en aquellos tiempos, las heridas estaban más frescas que ahora, y fueron capaces de sentarse y hablar. "Cuando estábamos con Manuel Fraga, Jordi Solé Turá me dijo 'a ver si este nos va a detener'. Años después, cuando Fraga falleció, lloré su muerte. Esa es la Transición", ha contado.
Roca también ha recordado la noche de 1977 cuando salió del despacho de Josep Tarradellas -al que fue a informar sobre cómo iban los trabajos de la ponencia constitucional-. "A la 1 de la madrugada salí y aquello estaba muy oscuro (era por pobreza, no por cambio climático). Fui al coche y un individuo se acercó frontalmente a mí –en aquella época esto no era señal de tranquilidad-, nos encontramos y al ver mi cara de preocupación me dijo: 'No se preocupe, solo vengo a pedirle una cosa: esto esta vez tiene que salir bien'. Y así ha sido. Hemos vivido 45 años de convivencia democrática. Mucha gente en este país ha muerto por la libertad y no se merecen que nadie deje de respetarla hoy".
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