En las últimas semanas se han producido nuevos incidentes en aguas próximas al Peñón de Gibraltar entre la Royal Navy británica y barcos de las autoridades españolas que han desatado la polémica en la región. Los episodios tienen lugar después de la última queja diplomática que el Gobierno de España trasladó al Reino Unido por hechos similares.
El incidente que ha tenido mayor difusión tuvo lugar la semana pasada, con motivo de una intervención para auxiliar a un velero que tuvo problemas mecánicos. Un barco de Vigilancia Aduanera -el cuerpo armado del Ministerio de Hacienda que lucha contra el narcotráfico y las amenazas para la seguridad en la región- se aproximó para dar apoyo a la tripulación del velero. En esas, apareció una lancha de la Royal Navy para instarles a que abandonasen el espacio.
En el vídeo difundido por redes sociales se puede ver las discrepancias que surgieron en el momento. "¡Vamos a ayudarnos, tío!", gritan los funcionarios españoles, después de que el barco de la Royal Navy se pusiera entre su posición y el velero al que iban a socorrer. La embarcación británica insiste en alejar a la de Vigilancia Aduanera y, para ello, termina por empujarla con la amura de babor. Uno de los funcionarios españoles responde pegándole una patada al barco de la Royal Navy, al tiempo que se escucha: "Señores, nos están poniendo en peligro".
Finalmente, los funcionarios de Vigilancia Aduanera abandonan el espacio. Fuentes oficiales detallan a Vozpópuli que el velero averiado fue atendido después por Salvamento Marítimo y trasladado al puerto de Algeciras.
Más episodios en Gibraltar
Pero no es el único episodio que se ha vivido en fechas recientes. Según detalla Europa Sur, una patrullera de la Guardia Civil se personó en las aguas que bañan el Peñón de Gibraltar tras recibir una alerta sobre unos supuestos ejercicios con fuego real desde el barco HMS Pursuer de la Royal Navy, sin que las autoridades españolas tuvieran conocimiento del mismo. Cuando llegó al lugar, el barco británico regresó a puerto.
La polémica radica en la soberanía de las aguas que próximas al Peñón, que Gibraltar reclama como propias, y que han sido escenario de más incidentes entre barcos españoles y británicos. Como contó este diario, el pasado mes de septiembre se grabó otro roce entre la Royal Navy y la Guardia Civil, en unas imágenes que rápidamente circularon por redes sociales.
El episodio llegó hasta el Congreso de los Diputados, después de que el grupo parlamentario Vox registrase por escrito una pregunta al Gobierno en la que le interpelaba sobre la reacción del Ejecutivo ante el incidente. El Ministerio de Asuntos Exteriores, dirigido por José Manuel Albares, apuntó entonces que había trasladado una queja formal al Reino Unido instándole a que tomase las "medidas oportunas" para que no se repitiesen de nuevo "este tipo de situaciones".
"Las autoridades españolas competentes en los espacios marítimos bajo jurisdicción española continúan ejerciendo sus cometidos, en particular en cuanto a patrullaje y vigilancia", apuntó Moncloa, que se refirió al Tratado de Utrecht de 1713 en el que se decía el Peñón al Reino Unido. España sostiene que dicho acuerdo sólo se refiere a la parte terrestre, mientras que las autoridades británicas interpretan que también le da derecho a la soberanía de las aguas próximas.
Los episodios se han producido después de la última protesta diplomática que Albares elevó al Reino Unido, pero también en un momento en que Londres y Madrid debaten el futuro encaje del Peñón de Gibraltar tras el brexit. Ambas partes extendieron el plazo fijado inicialmente tras no haber alcanzado un acuerdo pleno tras la primera ronda de negociaciones.
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