España

Rato cedió en exclusiva la publicidad de Bankia por su comisión de 834.000 euros

La 'mordida' supuestamente pagada por Zenith y Publicis a través del empresario encarcelado el domingo permitió a ambas empresas hacerse con la totalidad de las campañas que la entidad adjudicó en los dos años de presidencia del político. Entre ellas, la de la salida a Bolsa, la célebre 'Yo soy bankero' que animó a clientes y pequeños inversores a comprar acciones.

 

Exclusividad total. Zenith Media y Publicis Comunicaciones España se convirtieron en los dos únicos proveedores publicitarios, primero de Caja Madrid y posteriormente de Bankia, durante la etapa de Rodrigo Rato. Todas las campañas publicitarias de las dos entidades desde que el vicepresidente económico del Gobierno de José María Aznar se hizo cargo de la Presidencia pasaron por las manos de estas dos firmas, según confirman a Vozpópuli fuentes conocedoras de dichos contratos y sus detalles. Ambas entidades abonaron presuntamente a Rato una comisión de 834.000 euros a través de Alberto Portuondo Coll, el empresario arrestado el domingo que se ha convertido en el primer encarcelado del caso y que por su parte recibió 1,19 millones.

Zenith se hizo con el contrato para comprar los espacios publicitarios en prensa, radio y televisión. Publicis se encargó de la creatividad de las campañas

Zenith Media fue la central de medios elegida por Caja Madrid y Bankia de Rato para la compra de los espacios publicitarios en prensa, radio y televisión de millonarias campañas como 'El primer banco de la nueva banca', puesta en marcha tras la conversión en banco de la entidad suma de siete cajas de ahorros. Bajo este eslógan, Bankia quería proyectar una nueva entidad "que mira al futuro sin olvidar el pasado", según explicaba en una nota de prensa en aquel momento. La publicidad apareció en spots de televisión, cuñas de radio y piezas adaptadas a distintos formatos (marquesinas integrales, mobiliario urbano, prensa e Internet) durante mes y medio.

Pero, sin duda, la mayor campaña, tanto en inversión como en ruido mediático, fue el famoso 'Yo soy Bankero', lema utilizado para animar a clientes y pequeños inversores a participar en la salida a Bolsa de Bankia. Por su parte, Publicis se encargó de realizar la creatividad de todas estas campañas, que también incluían los patrocinios de aquel momento (el Aspar Team en el Mundial de Motociclismo, además de las selecciones masculina y femenina de baloncesto) en sus diferentes soportes. Tanto Zenith Media como Publicis Comunicaciones lograron todos sus contratos con Caja Madrid y Bankia después de ganar los respectivos concursos ofertados por ambas entidades, según explican estas mismas fuentes. Ambas firmas no participaron, sin embargo, en la creación del logo de Bankia. Fue Interbrand quien recibió este encargo.

 La ONIF y la UCO

Todo aparentemente legal, aunque ahora la investigación, primero de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF), dependiente del la Agencia Tributaria, y a continuación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han detectado supuestas irregularidades y el presunto pago de abultadas comisiones ilegales. Una operación fraudulenta en la que, siempre según dichas pesquisas, jugó un papel clave la empresa Albisa Inversiones y Asesoramiento SL y Alberto Portuondo, su administrador único. Según las indagaciones de la ONIF, luego completadas por la Guardia Civil, esta empresa sirvió de 'pantalla' para el cobro de una millonaria comisión procedente supuestamente de las dos empresas que acapararon las campañas de publicidad de Bankia durante los años de presidencia de Rato. De ese dinero, el político se embolsó 834.000 euros, según los indicios recogidos hasta ahora.

De los algo más de 2 millones de comisión, el empresario detenido se embolsó 1,19 millones. Los 834.000 euros restantes fueron presuntamente para Rato

Según las fuentes consultadas por Vozpópuli, fue Portuondo, quien ejercía de "asesor de la Presidencia" de Bankia, el que acudió a Zenith y Publicis para ofrecerles sus 'servicios' de mediación para que se hicieran con millonarios contratos que sólo a la primera le permitieron facturan 40 millones entre 2011 y 2012. El precio por sus gestiones: 2 millones de euros. Con el supuesto visto bueno de ambas, el empresario influyó en el reducido equipo directivo que iba a tomar la decisión y, en especial, en Rato, que llevó la voz cantante a la hora de decidir la adjudicación

Para camuflar la millonaria comisión, Portuondo utilizó precisamente Albisa Inversiones y Asesoramiento SL. Casi sin actividad y con escasos gastos en personal, el objeto social que figuraba en el registro mercantil, "realización de estudios de mercado y encuestas de opinión pública", parecía perfecto para camuflar una elevada remuneración de difícil justificaciónCon la misma facturó a Zenith y Publicis sendos cobros de 1.244.000 euros y 778.000. En total, algo más de dos millones de euros por unos servicios que en realidad eran inexistentes, según la investigación.

El papel clave de Kradonara 2011 SL

De esa cantidad millonaria, las pesquisas apuntan a que el empresario ahora detenido se embolsó la mayor parte. En concreto, 1,19 millones de euros. El resto, acabaron presuntamente en las cuentas de Rato como pago a su decisiva participación en el 'pelotazo' gestado por su "asesor". Para abonárselos, Portuondo volvió a utilizar la misma empresa, Albisa Inversiones y Asesoramiento SL, que pagó las facturas por servicios inexistentes que le giró Kradonara 2001 SL, una sociedad considerada clave en la estructura patrimonial del expresidente de Bankia. Hacienda señala a la misma como la mercantil que el político supuestamente utilizó durante años para compensar irregularmente ingresos y gastos y así reducir su tributación.

La investigación apunta a que el empresario detenido el domingo por la Guardia Civil es algo más que un simple testaferro

De este modo, el "asesor de la Presidencia" de Bankia pagó a Kradonara 2001 SL 474.000 en 2011 y de 360.000 al año siguiente. De ese dinero, las pesquisas de Hacienda que destapó hace unos días El Mundo han podido concluir que la mitad acabó invertida en un hotel en Berlín a través de la sociedad alemana Bagerpleta GmbH, de la que Rato fue administrador hasta el mes de abril. Las pesquisas también han permitido concluir que Portuondo no fue sólo un simple testaferro que puso una empresa al servicio del 'pelotazo', sino un mediador que supuestamente aprovechó su cercanía a Rato y sus tratos porfesionales anteriores con las dos empresas señaladas para 'unir' intereses y negociar la 'mordida'. Por ello, su testimonio este jueves ante el titular del Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid, Antonio Serrano-Artal, aún al frente del sumario, puede ser clave para dilucidar el futuro judicial de Rato en el caso que lleva su nombre.

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