Rosa Díez (Sodupe, Güeñes, Vizcaya, 1952) habla fuerte cuando le dan un altavoz. Y de un tiempo a esta parte eleva cada vez más el tono cuando habla de Pedro Sánchez, al que considera un desastre para España. La exsocialista y fundadora de UPyD disecciona en un libro la personalidad del presidente del Gobierno, marcada, asegura, por "el narcisismo, el maquiavelismo y la psicopatía".
No es que Díez se haya licenciado en psicología, pero ha estructurado su obra con el concepto que los psicólogos Paulhus y Williams bautizaron como la «triada oscura». Atiende a Vozpópuli por teléfono y advierte de que ha de analizarse el comportamiento «humano», no tanto político, el líder del PSOE. El título del libro resume en dos palabras todo lo que el lector encontrará en él: 'Caudillo Sánchez'.
Pregunta: ¿Por qué ese libro? ¿De dónde nace la inspiración y cómo justificas la necesidad de escribirlo?
Respuesta: Tenemos de hacer un diagnóstico cabal sobre la personalidad de este hombre. Porque solo entendiendo las claves de su personalidad somos capaces de comprender el alcance de sus decisiones o el por qué las toma. Yo creo que uno de los problemas que hemos tenido con este hombre es la tendencia de analizar a los políticos en claves políticas normales. O sea, el análisis político, en fin, sobre cómo se comportará, sobre qué hará. Por eso nos hemos equivocado tantas veces o por eso, en fin, esa tendencia y esa repetición de pensar que no, que eso no lo hará, que no hará. Y cada día va más lejos y lo hace.
P: ¿Por qué cree que actúa así?
R: Porque es un tipo con una personalidad que se describe en psicología como la tríada oscura y que se soporta en tres patas: el narcisismo, el maquiavelismo y la psicopatía. Está bien descrito, se le adapta como a un guante y solo si entendemos esas claves de su personalidad y, por tanto, de su comportamiento, seremos capaces de prevenirnos, de organizarnos.
P: Quien fue ministro fugaz de Cultura, Máximo Huerta, fue a presentarle su dimisión y, según su relato, el presidente empezó a hablar sobre cómo pasaría la historia...
R: Él dijo más que eso, dijo que pasaría la historia. Claro que esta afirmación de Pedro Sánchez en un acto de homenaje a una muerta, en la que afirma que pasará la historia por haber desenterrado a un muerto, es muy definitorio de su personalidad. Es un tipo narcisista, eso es lo que describe el exministro. Un tipo que tiene un ego y una vanidad por encima de lo normal. Se cree por encima de los demás, fantasea con un poder ilimitado. Es una parte de su carácter. Mire el comportamiento en relación con Ferrovial. No puede soportar que alguien actúe libremente y contravenga su voluntad, o sea, es un ataque de vanidad y de soberbia. Entonces, conocer esas pulsiones que le mueven al personaje me parecía, en fin, un diagnóstico político sobre él para comprender cada una de las decisiones o algunas de las más importantes que ha ido tomando.
P: ¿Le conoce personalmente?
R: Lo conozco, no he tratado mucho con él, pero lo conozco. La primera vez que oí hablar de él fue cuando yo estaba en el Parlamento Europeo, acababa de llegar en 1999 encabezando la lista del partido. Y me vino a ver Carlos Westendorp para decirme que conocía a un chico que había trabajado con él en Bosnia y que se había quedado sin nada y que a ver si lo podíamos contratar como asesor: Pedro Sánchez. Y yo le dije, bueno, ya sabes, cada diputado se puede llevar su asesor, pues cógetelo. Y dijo: 'no, no, yo para mí no lo quiero, yo ya tengo uno, ya tengo uno que me interesa, yo este no. Y luego en el Congreso hemos coincidido poco, porque en la primera legislatura que entré, en 2008, él tardó dos años en entrar, porque iba en puesto de no salir, y en la segunda tampoco entró a la primera. Y le conozco por sus hechos, por sus andanzas, que es un poco lo que cuento en el libro. Él ha ido haciendo carrera, se podría decir que ha sido un fijo discontinuo del PSOE.
P: ¿Ha conocido o aprendido algo nuevo de él que no supiera mientras escribía el libro?
R: Lo que he hecho ha sido recopilar esa historia que conocía, algunos pasajes de su historia y de su biografía personal, y ponerlas negro sobre blanco. Y a partir de cada una de esas características, explicar sus decisiones. Por ejemplo, cuento en el libro cómo cesó a Tomás Gómez y a toda su ejecutiva de la noche a la mañana. Eso es consecuencia del rencor acumulado porque durante muchos años no lo ponían en las listas en puestos de salida. Recuerden que iba en la lista de concejal para el Ayuntamiento de Madrid con Trinidad [Jiménez] y no entraba hasta que alguien dimitía. Iba en la lista de las elecciones, de las candidaturas al Congreso, pero no entraba hasta que otro dimitía. Para un narciso, esa es una humillación insoportable. Y, él, a lo largo de toda esa etapa de su vida, ha ido acumulando resentimiento. Él pacta con Tomás Gómez y con Susana Díaz el mismo día de la coronación de Felipe VI, ese mismo día por la tarde en un hotel de cinco estrellas de Madrid, en la finca. Pacta que le apoyen para las primarias contra Madina y les engaña. A Susana Díaz la promete que no se va a presentar a la presidencia del Gobierno, que solo quiere ser secretario general, y a Tomás Gómez que le va a dejar actuar en Madrid. Seis meses más tarde, le devuelve el resentimiento que ha ido acumulando durante años y lo cesa. A él y a toda la ejecutiva y no contento con cesarlo, le sale la vena maquiavélica y trata de destruir la opinión que la gente pueda tener de Tomás Gómez. Y empiezan a verter ideas de corrupción, de todas estas cosas, porque no le sirve con conquistar el poder, tiene que destruirlo. Es una parte maquiavélica. Todas estas cosas es muy importante que las entendamos, no en la clave política o ideológica, sino en la clave de un hombre sin escrúpulos que hace lo que haga falta para llegar al poder y para mantenerse. Por eso es tan peligroso.
P: Vienen elecciones… ¿Qué cree que podría llegar a intentar para, si ve que la cosa se pone fea, seguir en Moncloa?
R: Todo lo que esté en su mano. La gente prefiere no pensar en ello, pero él ya ha demostrado que está dispuesto a todo. Ha hecho todo lo que está en su alcance para manipular las instituciones, para parasitarlas y para mantener el poder. Entonces, ¿qué va a hacer? Lo que está en su mano. No solo pactos, digamos, contrarios a una creación socialista. O a desmentiir flagrantemente lo que acaba de decir que va a hacer. No solamente mintiendo, sino llevando las cosas hasta el extremo.
P: ¿También en el PSOE?
R: El partido es una empresa privada a su nombre, de la que únicamente mantiene el logo. El PSOE como estructura política hace tiempo que ha muerto. En el PSOE, él ha hecho con éxito lo que trata de hacer en España: liquidar los controles democráticos. Ha liquidado al Comité Federal como órgano de control de la Ejecutiva. Alabó todo el poder para el pueblo y defendió que las bases son las que mandan. Las consultó una vez para que lo eligieran secretario general y nunca jamás las consultó. Nunca jamás. Entonces es un partido que es una empresa realmente. ¿Qué merece el PSOE por su comportamiento? Pues desaparecer, como ha ocurrido con partidos del hermanos del PSOE en Italia o en Francia. Aquí todo llega más tarde pero termina llegando. En esos países han desaparecido porque no supieron dar una respuesta a las demandas sociales del momento. En España debe desaparecer no solo porque no dan una respuesta a las demandas de la gente, sino porque ha decidido quebrar la convivencia entre españoles para conseguir mucho poder con menos votos que nunca. Como gobierna como un caudillo, la gente tiende a pensar que es que tiene una mayoría sobrada. Pues no, nunca ha tenido menos apoyo el PSOE que en su etapa. Las cuestiones más importantes que se han abordado desde que está en términos legislativos, desde que está en la presidencia del gobierno, o se han hecho por decreto, por decreto ley o por tramitación urgente. Es que ha cambiado el Código Penal en quince días.
P: ¿Qué teme que le puede pasar a España si Sánchez permanece en Moncloa cuatro años más?
R: El deterioro en nuestro país ya es muy preocupante. No solo el económico: ser el único país de la Unión Europea que no se ha recuperado la situación previa a la pandemia, ser campeones en paro; una inflación que dice que ha bajado… No, no, ha subido la cesta de los alimentos. Pero de la crisis económica se sale antes o después. El problema es la crisis social por su empeño de romper todos los límites. Esa es la crisis política de la que tardaremos generaciones en salir. Esa es su estrategia, que la empezó Zapatero, que quería ir a una segunda transición y utilizar lo que intentó Mitterrand en Francia para que se quebrara la derecha democrática, y este la ha profundizado rompiendo todos los límites.
P: Está creciendo mucho el perfil político de Yolanda Díaz, en parte alimentado por él mismo. ¿Cree que la está intentando manipular o ella sabrá escapar?
R: No tengo ni idea. Quiero decir, él pudre todo lo que toca y manipula todo lo que le viene bien. Yo creo que con ella está repitiendo lo que hizo con muy mala fortuna para el PSOE en Madrid, con los de Más Madrid. Que tanto hablar simpáticamente de Errejón y compañía, y dejaron al PSOE en tercera posición. Pero porque a él el PSOE le importa un bledo. Mientras le sirva a él para lo suyo, pues está.
P: Si se sentara con él dos minutos, ¿qué le diría?
R: Pues mira, lo que en resumido he dicho en este libro, haz un servicio a España y vete.
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