España

Rubén, el comandante de Información investigado por la trama de Koldo: "El tiempo y el poder corrompen"

El comandante de la Guardia Civil investigado por la trama de Koldo había conseguido hace pocas semanas un puesto en Venezuela

  • Imagen de Koldo y Juan Carlos Cueto captada por la Guardia Civil

El comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba ha sido el último nombre conocido en la lista de detenciones por la trama de las mascarillas del caso Koldo. Villalba estaba destinado en la Embajada de España en Venezuela desde donde se había incorporado de la Unidad Central Especial 1 (UCE-1), dedicada a vigilar las amenazas terroristas internas. "No era malo pero el tiempo y el poder corrompen", explican fuentes del Instituto Armado a Vozpópuli que han compartido tiempo y trabajo con este funcionario que fue absuelto de una acusación de torturas por las que se sentó en el banquillo con otros tres compañeros.

El nombre de este comandante forma parte de una pieza separada del caso Koldo por la que, hasta el momento, se ha practicado una nueva detención y también se ha registrado el domicilio del guardia civil. El arresto de Villalba se produjo el pasado lunes en la ciudad de Córdoba.

Las esferas de poder en los ascensos

Este miércoles fue cuando pasó a disposición judicial y quedó en libertad, aunque se le han impuesto medidas cautelares tales como retirada del pasaporte y la prohibición de salir de España. El magistrado al frente del 'caso Koldo', Ismael Moreno, le imputa delitos de pertenencia a organización criminal y cohecho.

Quienes conocen al comandante Villalba se han quedado estupefactos por su vinculación con la trama de Koldo. No obstante, algunos de estos compañeros, destacan que en "ciertos puestos" el acceso a las esferas de poder se hace más presente. "El tiempo y el poder corrompen", señalan sobre este agente que hasta hace unos meses luchaba contra el terrorismo.

"Koldo le cuenta que quedó con esta tercera persona de Venezuela porque fue con un amigo suyo 'de los verdes' que se va ahora para allá (en alusión a Venezuela) cinco años, y al que él le ha abierto un par de puertas", reza el oficio policial. Al respecto los agentes añaden que, en relación al "amigo de los verdes" pudiera tratarse de algún miembro de la Guardia Civil que se haya ido a trabajar a Venezuela durante cinco años", añaden.

La amistad de Koldo con el comandante

La trayectoria de este comandante comenzó en Durango (Vizcaya). De camino suspendió varias veces el ascenso a la Escala de Cabos, según la documentación a la que ha tenido acceso Vozpópuli. Ya en el País Vasco desarrolló casi toda su carrera en el Servicio de Información. Gracias a su trabajo ascendió a capitán hasta que en 2013 ya pasó a formar parte de los Servicios de Información.

El exasesor de Ábalos, Koldo García
El exasesor de Ábalos, Koldo García

Villalba llegó hasta a recibir un premio de los Ángeles Custodios de la Policía Nacional. Durante su trayectoria -en el País Vasco- fue donde conoció a Koldo, cuando trabajaba de escolta. Desde esa etapa se prolongó su amistad hasta la actualidad, que al final ha llegado a vincularle con una trama delictiva cuya participación tendrá que ser aclarada por la Justicia.

Ahora, el comandante no podrá volver a su papel como agregado de Interior de la Embajada de España en Caracas. Precisamente, el 7 de febrero, según los medios locales, su antecesor en el cargo, el teniente coronel Santiago Ramón Alonso se despidió de su puesto tras servir a tres embajadores.

Absuelto de torturas

El nombre de Rubén Villalba figura en diversas informaciones relacionadas con un juicio por unas acusaciones de torturas a Sandra Barrenetxea, detenida en 2010 por pertenencia a Ekin, uno de los aparatos vinculados al entramado de ETA. Cabe recordar que Villalba desarrolló buena parte de su carrera profesional en la lucha antiterrorista.

Este comandante, junto a otros tres miembros del cuerpo, resultó absuelto de todas las acusaciones, tal y como dictaminó la Audiencia Provincial de Vizcaya en una sentencia que se dio a conocer en el año 2017. A los agentes se les acusaba de los delitos de torturas, agresión sexual y lesiones durante su traslado de Bilbao a Madrid.

La Fiscalía determinó en todo momento que no existía ninguna "prueba objetiva" sobre estas acusaciones. La abogada y parlamentaria de EH Bildu Jone Goirizelaia dirigió la acusación particular.

Fuentes del Instituto Armado manifiestan la asiduidad con la que diversos dirigentes de ETA o de su entorno acusaron de torturas a los agentes de la Guardia Civil que practicaban las detenciones o efectuaban sus traslados, aunque en muchos de los casos no se lograron acreditar tales extremos.

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