“Luis Rubiales escribía a Pedro Sánchez a todas horas”. Así recuerda un ex alto cargo del Consejo Superior de Deportes (CSD) la relación entre el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y el presidente del Gobierno. Había sintonía, pero varios escalones por debajo de la íntima amistad entre ambos que Rubiales vendía a todo el mundo. La Federación buscaba apoyos contra LaLiga y Javier Tebas en la guerra del fútbol por el reparto de la gallina de los huevos de oro: los derechos del fútbol.
Esa relación comenzó a agrietarse poco a poco. Quedó casi hundida con los audios de Rubiales y se ha roto definitivamente tras el beso a Jennifer Hermoso en las celebraciones de la victoria de España en el Mundial femenino de fútbol. Sánchez ha optado por dejar caer a Rubiales. Y sus declaraciones han abierto de par en par las puertas de la lucha por la sucesión en la Federación.
El fútbol español y el poder que conlleva el cargo es el objeto de deseo de muchos y variados actores. La soledad cada vez más grande de Rubiales le ha hecho acercarse a Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE). Mientras que Tebas tiene ahora en el Gobierno a su principal aliado. LaLiga sueña desde hace tiempo con un presidente de la Federación cercano que dé mayor autonomía al torneo en cuanto contratos televisivos, partidos los viernes, los jueves y el día que haga falta.
Rubiales, en manos del CSD
El futuro de Rubiales está ahora en manos del CSD. Es el órgano del Gobierno que rige el deporte. Desde la llegada de Sánchez al poder en 2018, el PSOE ha tenido una política deportiva errática, cambiando a los presidentes del CSD que tienen rango de secretario de Estado. La esquiadora María José Rienda, Irene Lozano o José Manuel Franco han pasado por ahí. El cargo lo ocupa Víctor Francos actualmente.
El CSD es el que tiene la potestad de tramitar al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) alguna de las denuncias que se han cursado contra Rubiales estos días. La que tiene más visos de prosperar es la de Sumar, según explican fuentes jurídicas a Vozpópuli. La primera de todas, la de Miguel Galán –presidente de la Escuela Nacional de Entrenadores- está teledirigida por Tebas, según estas fuentes.
“Galán es de gatillo fácil”, señalan. “Creo que en su momento llegó a presentar 17 denuncias contra Rienda. Es un peón de Tebas”.
La del colegiado Javier Estrada Fernández va en la misma línea. “Es un árbitro desahuciado por el estamento por significarse en el caso Negreira. No tiene nada que perder”.
Inhabilitación y cautelares
Estas fuentes señalan que el TAD puede recibir presiones para resolver rápido y tomar alguna medida cautelar. El castigo al que se enfrenta Rubiales es la inhabilitación. La composición del TAD es un galimatías, en el que Rubiales, Tebas, el CSD y el COE tratan de colocar peones que sirvan a los intereses de sus dirigentes.
La primera medida defensiva de Rubiales ha sido la convocatoria de una Asamblea Extraordinaria de la RFEF este viernes. Pero el apoyo de las Federaciones territoriales se da por supuesto. “Esto ya lo vimos en la época de Villar”, señalan. “Ya sabemos que las territoriales van a estar con el presidente, entre otras cosas porque están todos comprados”.
Rubiales todavía mantiene intacto el frente con el COE a la espera de que Blanco se pronuncie. Lo hará, dicen, cuando vea claro qué va a ocurrir. Y si el presidente de la Federación tiene o no opciones de resistir.
Si Rubiales tiene o no material que pueda comprometer al Gobierno y al propio Sánchez en forma de grabaciones, un rumor insistente en los círculos deportivos, las fuentes consultadas consideran que el presidente está dispuesto a asumirlo. “Si es que existe”, afirman.
El Mundial 2030, en el aire
Otro de los factores en la ecuación es la candidatura de España, Portugal, Marruecos y Ucrania a albergar la Copa del Mundo de fútbol en el año 2030. El caso Rubiales ha traspasado las fronteras de España, colocando la imagen del país en un lugar indeseable. Sánchez no quiere arriesgar esta candidatura y es uno de los factores que ha llevado al jefe del Ejecutivo a contemplar la caída de Rubiales.
“Es una batalla. La Federación no va a entregar la cuchara tan fácilmente y tenemos el precedente de Villar, que doblegó uno tras a otro a los Gobiernos que querían apartarle”, señalan.
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