Hay una efeméride en el Ayuntamiento de Madrid que ha estado a punto de pasar desapercibida. La protagonizó la actual alcaldesa Ana Botella hace exactamente una década, a comienzos de diciembre de 2003, entonces como concejala de Empleo y Servicios al Ciudadano (hoy Servicios Sociales) en el equipo de Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón. Pocos meses antes, Gallardón derrotó a la socialista Trinidad Jiménez en su carrera por la alcaldía de Madrid, y nombró a la primera dama miembro de su gabinete. Y Botella tomó una decisión un tanto controvertida.
En una de sus primeras iniciativas, la edil trasladó su Concejalía situada en el jaranero Distrito de La Latina (en la Gran Vía de San Francisco) al elitista barrio de Salamanca: concretamente, al cruce entre las calles de José Ortega y Gasset y Francisco Silvela, a tiro de piedra de la plaza de Manuel Becerra. El cambio resultó algo oneroso para las arcas municipales, porque en los últimos 10 años el Ayuntamiento se ha dejado ya más de 30 millones de euros en el alquiler del inmueble, incluidos más de tres kilos que hubo que destinar a obras de acondicionamiento.
En los últimos 10 años, el Consistorio ha abonado más de 30 millones por el alquiler
El edificio le sigue saliendo caro a los madrileños: el año que viene, el contrato de arrendamiento del área de Servicios Sociales establece un pago de 3,5 millones (3.451.009 euros), según ha podido saber este medio. Cerca de 300.000 euros al mes que se pagarán en 2014 en concepto de alquiler. Una cantidad que hace 10 años quizá no suponía tanta carga para la villa, pero ahora sí, ya que Madrid soporta una deuda financiera superior a 7.000 millones y todo ahorro es poco.
El traslado se justificó porque “hacía falta” (en palabras de Botella), por ser un lugar “bien comunicado y con transporte público”. De acuerdo con la hemeroteca consultada, en 2003 la oposición socialista calificó la decisión de “disparatada” y afirmó que con lo que se iba a gastar el Ayuntamiento se podrían construir varios edificios sociales. Botella se defendió alegando que la atacaban “por ser la esposa del presidente”. Ese año, la Caja Mágica no existía, la M-30 no estaba ni mucho menos cerrada y soterrada, y el Consistorio se localizaba en la histórica Plaza de la Villa y no en el suntuoso Palacio de Cibeles.
Botella defendió el traslado alegando que la atacaban “por ser la esposa del presidente”
Una década después, la concejala socialista Ruth Porta exige el inmediato traslado de la Concejalía a alguno de los edificios municipales en desuso. “Si nos largásemos de allí, solucionaríamos parte del problema de la EMT”, carga la edil. “Pero claro, a la alcaldesa le interesan más otras cosas que los servicios públicos, la EMT y la propia ciudad”. Se rumorea con un traslado a Campo de las Naciones, donde está la sede de Urbanismo.
El de Ortega y Gasset número 100 es uno de los llamados edificios inteligentes. Tiene seis pisos. El área de Servicios Sociales cuenta con al menos otros tres bloques en la capital, pero este es, de lejos, el más caro. Otras fuentes indican que quizás el Consistorio no pueda largarse hasta 2015 porque así lo exige el contrato de alquiler firmado, versión que Vozpópuli no ha podido confirmar.
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