Eduardo Sánchez Moragues, condenado a 20 años de cárcel por integrar la red de pederastas Nanysex, no saldrá de prisión como pretendía. La Audiencia Nacional ha tenido en cuenta los informes de la cárcel que, entre otras cosas, destacan un “riesgo de incidencia elevado”. Según la psicóloga del centro penitenciario, el preso reconoce su delito, pero con un discurso “aprendido y sin emocionalidad, lo que pone en duda que tenga conciencia del daño causado a niños ni empatía con sus víctimas”.
Los miembros de la red Nanysex se ofrecían como canguros y aprovechaban para abusar sexualmente de los niños. Grababan estos actos y los difundían por Internet. Integrada por veinteañeros, se trata de una de la mayores tramas de pederastas desarticulada en España. Sánchez Moragues fue condenado por el Tribunal Supremo a diez años y seis meses por un delito continuado de abusos sexuales y tres delitos de corrupción de menores. Ha cumplido 14 años en prisión y no terminará su condena hasta 2024.
Este pederasta, que se hacía llamar 'Todd' en Internet, realizó actos sexuales a un niño de dos años en compañía del cabecilla de la red, Álvaro Iglesias, en la localidad madrileña de Collado Mediano. También estuvo en Vigo junto a otro integrante de la trama al que grabó manteniendo actos sexuales con otros dos niños de siete años. Les obligaron también a mantener relaciones entre ellos. Llegó a viajar a EEUU invitado por otro pederasta para que abusara de su propio hijo. Fue condenado en ese país, aunque también cumple esa pena en España.
La cárcel le dio tres días
Sánchez Moragues -actualmente tiene 38 años- pidió antes del verano un permiso ordinario de salida, permitido por ley para todos aquellos que hayan cumplido un cuarto de su condena y estén clasificados en segundo grado. La Junta de Tratamiento de la prisión de Daroca (Zaragoza) le autorizó la salida durante tres días, pero la Fiscalía lo recurrió y el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional lo frenó momentáneamente. Ahora la Sala de lo Penal desestima de forma definitiva el recurso presentado por el preso.
El auto al que ha tenido acceso Vozpópuli reconoce en favor del pederasta que ha realizado hasta dos programas en prisión, uno sobre control de la agresión sexual y un segundo sobre delincuencia sexual con menores en Internet. Cuenta con arraigo familiar, tiene buena conducta y ya ha cumplido las dos terceras partes de su condena. Nos obstante, la Sala apunta a que la propia Junta de Tratamiento de la cárcel que avaló su salida se mostró dividida y con opiniones “contradictorias”.
Para salir de dudas, el juez central de Vigilancia Penitenciaria -que es competente en este caso por el delito cometido por un ciudadano español fuera de España- pidió un segundo informe a la psicóloga adscrita al Juzgado. Dejó patente que este pederasta muestra cierta culpabilidad, pero de una “manera superficial” sin una “interiorización personal elevada”. Por ello la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional argumenta su decisión de negar la salida al preso en la necesidad de seguir trabajando con él para que asuma su daño causado.
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