Durante algunos años, la imagen de una joven aupada sobre unos hombros, con camiseta empapada de vino y rodeada de hombres que trataban (y algunos lograban) tocar su cuerpo ha sido, en contra de la esencia de la fiesta, una de las fotografías más divulgadas mundialmente de los Sanfermines.
El Ayuntamiento de Pamplona lleva años tratando de luchar contra esta imagen y, en general, contra las agresiones sexistas. Sin embargo, esta última semana de fiestas se cierra con un total de 13 denuncias por agresiones y/o abusos y 11 detenciones. El balance es menos terrible que el del año pasado, que terminó con 17 detenidos, cinco de ellos por una violación múltiple a una menor madrileña.
Un hecho que conmovió a la sociedad y por la que los presuntos violadores se enfrentan a penas de hasta 22 años de cárcel. Pero aquella noticia removió conciencias para no tolerar ningún tipo de violencia machista, sea del tipo que sea. El propio alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, lo reconocía así: “Los Sanfermines de 2016 han supuesto un punto de inflexión hacia otro tipo de fiestas más participativas e igualitarias”.
Los tocamientos pasan factura
Los protocolos contra la violencia machista en los Sanfermines se han endurecido este año. El viernes un ciudadano francés fue detenido por tocar presuntamente el pecho, las nalgas e incluso la entrepierna a una mujer en un local de la Plaza del Castillo, un hecho por el que la víctima presentó denuncia y por el que él deberá ir a juicio el próximo 21 de julio.
Probablemente, hace unos años, ni la víctima hubiera denunciado, ni el supuesto agresor hubiera sido detenido. Pero las campañas contra las agresiones son cada vez más efectivas y también han ido evolucionando hacia un contenido más feminista y menos agresivo hacia las mujeres.
De hecho, muy comentadas fueron las recomendaciones del Gobierno en 2016 a las mujeres para evitar que fueran víctimas de violencia machista. Fueron criticadas por responsabilizar a las mujeres de su propia seguridad con consejos como “no ir sola por la calle” o “no ir sola a comer”, y no dirigirse a los posibles agresores para evitar que llevaran a cabo ningún acto contra ellas.
“En fiestas también, NO sigue siendo NO”
Este año, con el lema “por unas fiestas libres de agresiones sexistas”, el Ayuntamiento de Pamplona ha dejado claro que los Sanfermines no son Magaluf y que la fiesta no justifica ninguna agresión con mensajes mucho más claros. “En fiestas también, NO sigue siendo NO”, “Ni el uso ni el abuso de ninguna droga justifica ninguna agresión”, son algunos de los mensajes. También abarca la situación de sufrir un ‘manoseo’ no deseado en un bar o local de fiesta. Porque lo que se recalca es que la mujer es libre de hacer lo que quiera y cuando quiera y que, al contrario de lo que muchos comentan, no es más responsable de sufrir una violación por caminar sola de noche y con minifalda.
Los que dan ‘la chapa’
Y, aunque la población poco a poco va teniendo más claras estas cuestiones, sigue habiendo quien insiste en defender el machismo y tomarlo como algo inofensivo. Este año, la Policía ha decomisado a un vendedor ambulante más de 200 chapas con el lema “chupa y calla”, unas chapas que, junto con unas camisetas que ilustraban a una mujer realizando una felación a un hombre, han sido denunciadas por la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres por tener un “alto contenido vejatorio”.
https://twitter.com/burgerqueenn_/status/883760327942438913
La Comisión asegura que “atentan contra la libertad e indemnidad sexual de las mujeres” y considera que estos hechos pueden suponer un delito de odio ya que “alienta” a los hombres a “ejercer actuaciones de violencia sexual” contra “un grupo social, las mujeres”, algo con lo que coincidía la Policía, por lo que decidió iniciar una investigación.
Finalmente, la Fiscalía de Navarra ha archivado la denuncia por asegurar que, si bien estos mensajes pueden tener el significado denunciado, también puede "tener uno completamente distinto" y porque "no se describen comportamientos sexuales violentos, impuestos o coactivos, sino que se trata de meras referencias a actos sexuales genéricos".
Y, mientras la polémica llegaba a la calle y a las instituciones, los comerciantes de estos productos se justifican en base al ‘humor’. Muchos usuarios en Twitter, sin embargo, han publicado imágenes con éstos y otros productos que se han visto en las fiestas (chapas con la palabra “metomano”, “para ser tonta, no eres muy guapa” o “ser virgen no te hace santa”, comentando todo lo contrario, que no tiene ninguna.
Esto se está vendiendo en el puesto de chapas de San Fermín de la Taconera. No toleramos apología a la violencia sexista. DIFUSIÓN por favor pic.twitter.com/FMJ2fnpGbh
— LilithFeminista (@LilithFeminista) July 10, 2017
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