Pedro Sánchez defiende su ley de amnistía, que Junts rechazó en un giro de los acontecimientos el pasado martes. El presidente del Gobierno asegura que es una ley "valiente, reparadora y constitucional", con la cual dice estar convencido de que serían amnistiados todos los independentistas catalanes "porque no son terroristas".
Es la primera vez que el socialista se pronuncia públicamente sobre el el varapalo de Junts del martes en el pleno del Congreso en el que se votó la amnistía. Lo ha hecho en la rueda de prensa posterior a la reunión extraordinaria del Consejo Europeo celebrado en Bruselas.
En defensa de la norma, Sánchez ha resaltado el trabajo llevado a cabo con tal de hacer posible el texto final, que Junts ha rechazado con tal de ganar tiempo para introducir sus enmiendas. A pesar de ello, el jefe del Ejecutivo ha insistido en el que el objetivo es que salga del Parlamento con la misma constitucionalidad que tiene en la actualidad.
No sólo ha hecho un alegato en favor del texto de la amnistía rechazado el martes, sino también de su gestión de la cuestión catalana en rasgos generales a lo largo de su gobierno. "Los indultos han sido un paso importante" y "la ley de amnistía es el paso definitivo", ha dicho. Un paso definitivo que cuenta con un "amplio consenso" entre la sociedad, especialmente la catalana, que dice que está preparada para un "reencuentro total".
La normalización de la situación en Cataluña no llegará "de la noche a la mañana", explicaba a los medios, pero ha aseverado de su voluntad de que así se produzca.
El independentismo no es terrorismo
"No lo es", insiste el presidente del Gobierno. "Estoy convencido, y así al final lo van a concluir los tribunales, que van a estar todos los independentistas catalanes amnistiados, porque no son terroristas", ha confirmado en la rueda de prensa. Con esta convicción, dice, se ha elaborado el proyecto de ley acordado con seis fuerzas políticas distintas y diputados del grupo mixto.
Es una ley "valiente" porque sitúa en el encuentro total entre catalanes y compatriotas su objetivo, es una ley "reparadora" y es una ley "constitucional" y, por ende, defiende que la norma saldrá bajo esos tres preceptos del Congreso de los Diputados.
Unos preceptos, sin embargo, difíciles de mantener dado que a lo largo de las próximas semanas el Ejecutivo tendrá que volver a sentarse con Junts y gestionar sus demandas si quiere que la ley salga adelante. Preguntado por cómo pretende Sánchez lograr mantener la norma bajo control en estas negociaciones, el presidente asegura que la clave es mantener "la templanza" para llegar un acuerdo y "la firmeza" de reconocer todo lo avanzado y que el partido es lo suficientemente riguroso como para superar el horizonte judicial que se planteó en 2017.
¿Cómo condiciona esto a la legislatura? Ante esta pregunta, que el presidente reconoce haber escuchado en numerosas ocasiones, el jefe del Ejecutivo trata de mantener la calma y asume dicha complejidad, no sin defender que "los únicos capaces de gobernar y gestionar esa complejidad" son los miembros de su Gobierno.
"La complejidad no es una excusa para no avanzar, la complejidad es el día a día para trabajar durante esta legislatura como ha sido durante la pasada legislatura", ha zanjado.
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