"La derecha sabe qué camino ha tomado, que es el que le marca la ultraderecha". Las desavenencias por las que atraviesa el Gobierno de la Junta de Castilla y León, conformado por Partido Popular y Vox, a cuenta de las políticas de natalidad y pruebas médicas que el vicepresidente, Juan García Gallardo, pretende forzar a practicar a las mujeres –antes de un posible aborto– se han convertido este sábado en la excusa perfecta para que Pedro Sánchez arremetiera contra la formación liderada por Feijóo. El presidente del Gobierno ha alertado sobre lo que ha calificado como "la coalición del miedo". Lo ha hecho en el arranque del año electoral, en modo de precampaña, al arropar en Sevilla al alcalde y candidato del PSOE, Antonio Muñoz.
Ante más de 1.000 militantes y simpatizantes, reunidos en un abarrotado Pabellón de la Navegación, recinto cubierto ubicado en la isla de la Cartuja y que formó parte de la Expo 92, el también secretario general del PSOE ha dicho que, frente al Ejecutivo regional que preside Alfonso Fernández Mañueco, "nosotros respondemos clara, serena y firmemente". Lo ha enumerado al dirigirse personalmente al líder del PSOE andaluz, Juan Espadas: "con gobiernos socialistas lo que va a haber son avances en beneficios para las mujeres y ni un solo retroceso a decidir cuándo son madres y cuándo no".
Horas antes de que Sánchez hubiera comenzado su discurso el presidente Fernández Mañueco, desde Zaragoza, negaba que se vaya a obligar a las mujeres que quieran abortar –en un centro público– a tener que escuchar el latido del feto, o hacerse un ecografía 4D. El barón autonómico del PP ha garantizado "libertad y respeto absoluto" a los derechos de la mujer embarazada y de los sanitarios.
"Estas medidas no van de eso. Van de fomentar la natalidad y la mujer que lo solicite lo podrá escuchar", ha zanjado Mañueco. Unas palabras pronunciadas momentos antes de participar en el acto de presentación de candidatos autonómicos del PP a las próximas elecciones del 28 de mayo.
La polémica surgida en Castilla y León llega justo en el momento en que Alberto Núñez Feijóo ha emprendido un nuevo impulso a su viraje al centro, con la incorporación a su campaña de conocidos 'sorayistas' como el ex ministro Iñigo de la Serna, a su vez exalcalde de Santander y puntal importante del municipalismo antaño, así como el 'fichaje' de Borja Semper, un perfil capaz de atraer votantes de centro-izquierda.
De hecho, Génova busca en las próximas elecciones generales un gran trasvase de voto socialista que estaría en más de medio millón de electores que confiaron en Sánchez. En Andalucía Juanma Moreno ya consiguió atraer a más de 200.000 votantes que lo fueron de Susana Díaz y le prestaron su voto el 19 de junio de 2022. Feijóo intentará forzar, a toda costa, ser investido por Vox partiendo de que conseguir mayoría absoluta, a la andaluza, es imposible. El primer paso, ahora en municipales y autonómicas, es intentar no conformar gobiernos con la formación de Santiago Abascal.
Los populares tratarán de forzar al PSOE a apoyar a la lista más votada, si es el PP el ganador, y viceversa si son los socialistas. El propio presidente nacional se ha comprometido, públicamente, a respetar a la lista más votada en las generales, si es el Partido Socialista.
Sánchez, que ha viajado hasta la capital de Andalucía en el avión Falcon presidencial, bajo la excusa de un acto previo que ha consistido en visitar una empresa tecnológica 'start app' sevillana, ha presumido en todo momento de su gestión económica, vinculada siempre a las políticas sociales desplegadas por lo que llama 'El Gobierno de la Gente', lema que acuñó Moncloa meses atrás para impulsar una serie de actos del presidente por toda España.
"Tomamos el timón en 2018 y no hemos hecho otra cosa que navegar entre tempestades", ha expuesto al comparar a su Ejecutivo de coalición con Podemos y a España con un barco que ha navegado por "una pandemia, la guerra de Ucrania y un incendio" –en última alusión a lo que ocurrió en la isla de La Palma– frente "a una oposición que ha utilizado las tempestades para hundir al Gobierno", en clara referencia al Partido Popular, blanco de todos sus ataques por "políticas neoliberales" de Mariano Rajoy. Sánchez ha mirado mucho al pasado de los gobiernos del expresidente conservador, a quien no ha nombrado.
Especial mención por parte del líder socialista para el PP y las entidades bancarias, en el contexto de 2013: "en otros tiempos se utilizó dinero público para rescatar a bancos quebrados y congelar las pensiones y hoy les decimos a los bancos que hoy ustedes van a tener que pagar un poco más para arrimar el hombro". Se trata, ha proseguido Sánchez, de ayudar "en momentos de crisis y de revalorización de las pensiones conforme al IPC para ayudar a la gente mayor de este país".
También ha insistido mucho durante su discurso, de media hora escasa, en los sucesivos aumentos del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), llevados a cabo desde su gabinete, en este caso un claro guiño a la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, con la que espera sumar una mayoría de izquierdas que le permita seguir como inquilino de Moncloa, cuando se celebren elecciones generales, previstas para diciembre de 2023, siempre y cuando no haya un adelanto.
Sánchez se ha llegado a preguntar lo siguiente: "¿Quién es el verdadero patriota, cómo se defiende de verdad a España, saltándose la Constitución cuando a uno le plazca?". De nuevo un ataque más a Feijóo en el marca de la crisis vivida en el marco de la renovación del Tribunal Constitucional.
Ha acusado a los populares de "invocar siempre un apocalípsis que nunca llega cuando ellos están en la oposición". De ahí que haya subrayado sus "políticas sociales y la fortaleza de España para superar las dificultades", durante la pandemia del Covid-19 y con posterioridad a la misma.
En una comunidad autónoma como la andaluza, en la que el PSOE hizo siempre bandera de su sistema sanitario, parte de cuyas deficiencias motivaron la caída de Susana Díaz –al ganar pero no poder gobernar tras las elecciones de 2018– Sánchez ha defendido "la sanidad pública frente a los recortes".
A juicio del gobernante nacional, que ha invocado de forma insistente los valores de la "socialdemocracia" frente a las "políticas neoliberales", el día 28 de mayo "sólo hay dos alternativas": la de los socialistas para "dignificar los salarios, las pensiones, y la política útil" a los ciudadanos, frente a "una minoría de poderes que sólo ofrecen el sálvese quien pueda, como hicieron en la crisis financiera" de 2013.
En el anecdotario de este acto celebrado en Sevilla, con presencia de varias ministras de Sánchez, cabe destacar el hecho de que Ferraz le haya 'copiado' al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, una de las canciones que el también líder del PP-A más utilizó en sus actos de las pasadas elecciones del 19 de junio. Se trata de 'People have the power' (La gente tiene el poder), un clásico de la cantante norteamericana Patti Smith, escorada en el ala más a la izquierda del Partido Demócrata. La citada composición simboliza una apelación al poder de la clase trabajadora en Estados Unidos. El propio Feijóo ya utilizaba esta sintonía en sus actos de la última campaña electoral de Galicia.
También en clave musical el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, se ha congratulado de que para dar paso a su intervención sonara el extinto grupo británico de los años ochenta del pasado siglo 'The Smiths'. Se ha difundido por megafonía la canción 'This Charming Man': "Jamás podía imaginar que en un mitin podía sonar mi grupo favorito, Los Smiths, ha debido ser algún chivatazo", ha expresado en tono jocoso el candidato socialista.
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