España

Sánchez 'castiga' a Tamames con más de una hora y media de mitin

El presidente del Gobierno replica la intervención del candidato propuesto por Vox con una retahíla de supuestos logros de su gabinete y este se queja del manejo de tiempos en la Cámara

El Congreso de los Diputados está viviendo este martes un "esperpento". Esa es la descripción que hacen a este diario varios diputados socialistas que no salen de su asombro ante el desarrollo de la moción de censura impulsada por Vox. Moncloa está pletórica. Objetivo conseguido, zanjan fuentes cercanas al presidente del Gobierno. Y todo porque la inapetencia del candidato, Ramón Tamames, a responder la perorata de Pedro Sánchez, ha descolocado a todos.

Tamames, economista y excomunista de 89 años, ha comparado al presidente del Gobierno con un monarca absoluto: "No respeta la división de poderes". Y el presidente se ha despachado a gusto tras blandirse antes con Santiago Abascal en tres ocasiones. Pedro Sánchez ha 'castigado' al candidato de Vox con una réplica de más de una hora y media que le ha irritado hasta el punto de interrumpirle por leer un "tocho de 20 de folios". El jefe del Ejecutivo ha aprovechado el escaparate de la moción para vender su acción de gobierno como si de un mitin del PSOE se tratara. Moncloa ha despejado el camino hacia las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. Y, además, ha echado un capote a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz

Sánchez se ha mostrado condescendiente con Tamames, aunque ha intentado no propasarse, por lo que no ha impreso a su intervención el tono chulesco e irónico que dispensa en otras ocasiones a sus adversarios políticos. Fuentes gubernamentales ponen en valor la "seriedad, solvencia y responsabilidad" con la que el presidente se ha tomado la moción. Incluso Sánchez y Tamames se han agradecido mutuamente la actitud durante el careo, un "esfuerzo en dar ideas y no insultos".

Tamames ha criticado ante la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, el funcionamiento de los tiempos de intervención de la Cámara. A lo que Moncloa recuerda que el candidato tiene "tiempo ilimitado" Tamames, visiblemente cansado, ha dado por zanjado el debate desde el escaño que Vox le ha dispensado y del que no se ha movido desde que ha entrado al hemiciclo a primera hora de la mañana. Pero de poco le ha servido su alegato final, porque pronto ha tomado la palabra la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz para defender su tarea al frente del Ministerio de Trabajo y desplegar, con el beneplácito de Sánchez, una alfombra roja para el anuncio de su candidatura a la presidencia con Sumar, el próximo 2 de abril.

Quienes impulsan su moción de censura son los sucesores de Blas PiñarPedro Sánchez, presidente del Gobierno

La pelea retórica que han mantenido Tamames y Sánchez ha sido como una ventana entre el presente y el pasado. Quizá por ello, el presidente ha tirado de nombres antiguos. "Señor Tamames, Vox no es un partido más. Por decírselo con una analogía de su época parlamentaria: no es el PCE, no es el CDS, ni siquiera es heredero de Manuel Fraga y el Partido Popular. Quienes impulsan su moción de censura son los sucesores de Blas Piñar". Esa referencia del presidente ha levantado los aplausos de todos lo diputados socialistas. Pero Tamames no ha dejado pasar la oportunidad de advertir a Sánchez que se cuide de los asesores que tiene: "Alguien con muy mala cabeza le ha dicho que diga ese nombre. Si hoy día baja a la calle y pregunta quién es Blas Piñar, lo sabe el 0,01%". Aunque sí cree Tamames, y así lo ha dicho, que los ciudadanos conocen a Largo Caballero, el "Lenin español".

Más allá de referencias históricas, Sánchez ha decidido marear a Tamames. Y, además, vincular al PP con el "esperpento". En verdad, el presidente no se ha salido del guion cocinado por Moncloa y se ha esforzado en vincular al PP y a Vox, al que ha definido como "glutamato". "Son el potenciador del sabor de la derecha", ha lanzado. El presidente ha jugado la carta de que la única alternativa a su gobierno progresista es una coalición entre Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal. Tanto monta uno que otro. "Ustedes se parecen como dos gotas de agua", les ha dicho Sánchez. El núcleo duro de Moncloa ha reconocido, además, una victoria de Vox para atizar al PP: "Vox por si solo no puede ganar, pero sí puede hacer que sus ideas ganen. Aspiran a imponer su agenda cultural en la derecha y ahí tengo que reconocer que han ganado. Con este PP de Feijóo les va a ir bien. Les tiene a un paso del sí ya".

En verdad, no hay más adversario para Pedro Sánchez que el PP. El presidente del Gobierno afronta está convencido de que mezclando a los populares con Vox podrá coger aire tras el KO del 'sí es sí'. Poco importa que haya sido el partido de Santiago Abascal el proponente y que el candidato no tenga carné de Vox. Moncloa trata de acorralar a Génova para salir victoriosa. El plan está claro: trasladar a los españoles que Abascal y Feijóo, a quien afean no solo que haya dado orden a su grupo de abstenerse, sino que ni siquiera esté en Congreso, son lo mismo. Y en eso insisten en Moncloa. El PP ha quedado retratado, dicen.

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