Pedro Sánchez quiere su reforma laboral antes de la Navidad. Y así lo ha trasladado a patronal y sindicatos. La Moncloa se ha comprometido a llevar el nuevo real decreto-ley a mediados de diciembre para que esté en vigor a partir del 1 de enero, tal y como se comprometió con Bruselas. Fuentes del Ejecutivo explican a Vozpópuli que no habrá prórrogas ni plazos flexibles y que la negociación debe concretarse antes de que termine el año "sí o sí".
La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha insistido en la importancia del acuerdo en el seno del diálogo social. Nadie, ni siquiera el presidente, quiere especular con la posibilidad de que la CEOE se descuelgue del pacto. "Eso no se contempla. Tenemos una negociación por delante", dicen estas fuentes.
El compromiso de Sánchez con Europa es que la reforma laboral se acordará con los agentes sociales. Y el Ejecutivo aspira a que ese pacto pueda coincidir en tiempo con los Presupuestos Generales del Estado, que se aprobarán definitivamente a finales de diciembre una vez cumplan todos los trámites parlamentarios.
Reforma laboral y Presupuestos
El marco temporal se ha convertido en algo casi tan importante como el contenido. Y es una forma de presionar a todas las partes implicadas para que el acuerdo no se demore. Este diario ha informado de que una normativa sin el consentimiento de todas las partes puede comprometer los 140.000 millones de euros de financiación que le corresponden a España de los fondos por el impacto del coronavirus.
PSOE y Unidas Podemos han pactado una posición de consenso después de casi dos semanas de tira y afloja. El punto de partida incluye tanto la palabra derogación "en los términos del acuerdo de coalición" como el Plan de Recuperación enviado a Bruselas, donde no aparece ese término. Rodríguez ha dicho que sería "muy pobre" fijar el debate en una cuestión meramente "semántica". "Cualquier nueva normativa en relación de la reforma laboral implica la derogación de la anterior", ha dicho.
La paz alcanzada en el seno de la coalición parece frágil. El meollo de las discrepancias se espera para más adelante, cuando se desarrolle la nueva legislación. El acuerdo de coalición recoge algunos cambios concretos, como el de "derogar la prioridad aplicativa de los convenios de empresa sobre los convenios sectoriales". La Moncloa insiste en que el planteamiento del Gobierno va más allá de la derogación y que se trata de un proyecto "ambicioso" para "para acompañar toda la transformación económica de nuestro mercado productivo".
Pacto de mínimos PSOE-Podemos
El pacto de mínimos entre el PSOE y Podemos se ha sellado en una 'cumbre' en Moncloa entre Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y Nadia Calviño, llega un día después de que el presidente del Gobierno dijera que solo habría que cambiar "algunas cosas" del marco laboral que fijó el Ejecutivo de Mariano Rajoy hace casi una década. Sánchez recula y cede a las presiones de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. El socialista se compromete de nuevo a derogar la reforma laboral en contra de la propuesta que defendía la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.
Calviño y el ministro de Inclusión Social, José Luis Escrivá, acompañarán a Díaz durante las reuniones del diálogo social. La primera cita tendrá lugar este miércoles. El objetivo del PSOE es que la patronal no se descuelgue del acuerdo.
Más allá de la guerra por el relato sobre quién lidera la reforma laboral, existen desavenencias de fondo sobre el contenido del nuevo andamiaje legal. El acuerdo que han sellado los socios de Gobierno señala que "la temporalidad y la precariedad son, junto al desempleo, las principales anomalías del mercado laboral español". "Estamos decididos a dejarlas atrás. Es imprescindible disponer de herramientas equilibradas en la negociación colectiva y al mismo tiempo, establecer condiciones claras para la subcontratación", zanja.
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