Ni Super Puma ni Falcon. Esta vez, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha recurrido a las aeronaves militares que tantas veces ha empleado cuando tiene un acto institucional y otro del PSOE en la misma ciudad. El dirigente socialista ha viajado este sábado en AVE a Sevilla para asistir primero al proyecto de ampliación del Metrocentro, en una visita enmarcada dentro de la agenda de Moncloa, y se ha trasladado después a la Comunidad General de Propietarios y Residentes de Pino Montano, donde ha participado en el primer acto de la campaña socialista 'El Gobierno de la Gente'.
De esta forma, el presidente ha evitado que el polémico uso que hace del Falcon se lleve la atención de un día en el que ha estrenado una nueva campaña socialista. De hecho, el secretario general del PSOE ha aprovechado su intervención para atacar a la "derecha política, económica y mediática" que va "de la mano" del PP. Durante el acto también se han podido escuchar de fondo pitos y abucheos, si bien el presidente ha estado respaldado cientos de simpatizantes socialistas.
La oposición lleva meses criticando el polémico 'plan de viaje' que ha utilizado Sánchez en numerosas ocasiones. Tanto al final del año pasado como en los últimos meses, Moncloa y Ferraz cuadraron sus agendas el mismo día para que el presidente pudiera acudir en la misma provincia a un acto institucional y, justo después, a un mitin del PSOE. Lo habitual en estos casos es que un helicóptero, AS 332 Super Puma, gestionado por el 402 Escuadrón del Ejército del Aire, recoja en Moncloa al presidente y a su equipo y los traslade a la base aérea de Torrejón de Ardoz, donde les espera el Dassault Falcon 900B del Grupo 45 de las Fuerzas Aéreas.
El PP quiere regular el Falcon
Pese a la polémica en torno al uso del Falcon, no existe ninguna ley en España que regule para qué tipos de viajes de altos cargos deben emplearse las aeronaves. En la práctica, estas aeronaves militares se utilizan para transportar a las autoridades. Los sucesivos Gobiernos socialistas siempre han justificado su uso alegando razones de seguridad. La polémica del Falcon, de hecho, ya surgió durante los mandatos de José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.
Desde que llegó al Gobierno en 2018, el Partido Popular, Ciudadanos y Vox han cuestionado el uso que hace Sánchez del avión militar. De hecho, tal y como informó Vozpópuli, el Gobierno ya ha esquivado en lo que va de año más de una treintena de iniciativas para fiscalizar el uso del Falcon.
El pasado 20 de agosto, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, prometió poner coto al polémico uso de la aeronave si llega a la presidencia del Gobierno. El dirigente popular se comprometió a no utilizar el avión oficial para asistir a actos políticos de su partido. Avanzó, además, que sus ministros tendrán que seguir un protocolo que delimite su utilización.
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