Pasapalabra. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha evitado explicar este sábado en el comité federal extraordinario los cambios en la ejecutiva del partido. El líder socialista ha logrado su objetivo y ha convertido Ferraz en una central de Moncloa. Sánchez, que ha mimetizado durante casi una hora su papel de secretario general y de presidente del Gobierno, ha puesto en valor la acción de su Ejecutivo y ha aprovechado la ola de calor extremo que sufre España para hacer campaña y enarbolar la bandera verde.
Sánchez pretende erigirse en todo un líder contra el cambio climático. Por eso, el grueso de su intervención ante los miembros del comité federal ha girado en torno a la ola de calor, sus efectos y su compromiso de no escatimar esfuerzo alguno para que los vecinos afectados por los incendios que están calcinando el país vuelvan cuanto antes a la normalidad. El líder del PSOE quiere que los suyos cuenten qué estaría pasando en España si, en esta coyuntura de crisis sucesivas, estuviera gobernando el PP.
Ferraz ha activado la maquinaria electoral con vista a las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023 y, por supuesto, a las generales. El presidente ha instado a los socialistas a "ir a por todas". "Debemos acelerar el paso. No tenemos excusa. Gobernar es remangarse. No esperar a que los problemas desaparezcan. La inacción es el error seguro. No vamos a esperar sentados. Nos vais a ver siempre aportando una solución. Así es como gobernamos los socialistas. Con determinación, dialogo, empatía y sensibilidad social. Gobernar para transformar", ha lanzado Sánchez.
La obsesión: lo hacemos bien
Lo cierto es que Sánchez está obsesionado con hacer llegar a los españoles el mensaje de que lo está haciendo muy bien, que el PSOE es el partido que se ocupa (y preocupa) por la mayoría social. Y que él, a diferencia de otros presidentes, se mueve y no espera a que los problemas desaparezcan por sí solos. Todo un dardo velado al expresidente Mariano Rajoy.
"Estamos liderando el cambio energético en Europa. Pero vamos a hacer más. El nuevo paquete de medidas que se prorroga hasta diciembre protege a clases vulnerables. Con estas medidas vamos a amortiguar el incremento en 3 puntos y medio del alza del precio de la vida", ha advertido el presidente del Gobierno, quien ha anunciado, además, que la semana que viene el Ejecutivo registrará la proposición de ley con la que armará el hachazo fiscal de 7.000 millones a la banca y a las energéticas. Sánchez promete que "en ese texto" va "a prohibir que las compañías puedan trasladar los costes a las clases medias y trabajadoras". Pero no ha explicado cómo lo hará.
Lo llamativo es que el presidente ha soslayado el motivo real del comité: la crisis de expectativas que sufre Ferraz con unas encuestas adversas que no garantizan al PSOE seguir en Moncloa y que le ha llevado a forzar la dimisión de Adriana Lastra y a cambiar los rostros que comunican la acción del partido. "Hoy aprobamos el calendario para elegir a candidatos para mayo de 2023. "Son unas elecciones importantes para este país. Desde este momento, el PSOE tiene prioridad clara: ganar. Tenemos ganas de ganar. Sabemos hacerlo". Eso sí, ya al final, ha dado las gracias a las salidas y entradas del poder socialista.
"Gracias" a viejos y nuevos
"Quiero dar las gracias a Adriana [Lastra], a Felipe [Sicilia] y a Héctor [Gómez]. Les agradezco el trabajo hecho, pero sobre todo el que van a continuar desempeñando. Y también le doy las gracias a las nuevos, compañeros. Gracias a María Jesús [Montero], a Patxi [López] y Miquel [Iceta]. Nos toca ir a por todas", ha espetado el secretario general de los socialistas.
Los principales rostros del PSOE que han desfilado por la calle de Ferraz han puesto el foco en la acción de Gobierno. Y han tirado balones fuera cuando se les ha preguntado por la caída de fichas tan relevantes como la ex vicesecretaria general Adriana Lastra. Todas las federaciones se han volcado para respaldar el golpe de efecto de Sánchez en el partido.
"Hay que dedicarle muy poquito tiempo al ruido de partido. Los cambios no hay que leerlos nunca como lo que le interesa al PSOE para ganar elecciones. Si esto es útil para estabilizar la labor del gobierno, perfecto. El PSOE tiene interiorizado que las cosas están difíciles en España y hay problemas que están por encima de lo que podemos decidir nosotros. No hay que distraerse", ha espetado a la entrada socialista el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page.
El regreso de los espíritus
Sánchez se apoya ahora en rostros que quisieron defenestrarle. Pero todo, como explica a este diario una fuente que estuvo en el núcledo duro del presidente, se explica por obediencia al poder. Ese es el motivo por el que ahora figuras como Patxi López o Pìlar Alegría, flamantes nuevos portavoces del grupo parlamentario en el Congreso y del partido, otrora rivales de Sánchez, se ponen a su entera disposición.
En el PSOE ha causado cierta sorpresa el terremoto de Sánchez. Una fuente que conoce muy bien todos los entresijos de Ferraz no duda en calificar de "llamativo" el hecho de que el líder del partido recurra a muertos del aparato socialista que quisieron matarle pese a que le dejaran con vida para que pudiera resucitar. Lo cierto es que este es el último cartucho político del presidente, pues tendrá que afrontar con este equipo el ciclo electoral que se avecina.
Las fuentes consultadas no prevén discursos duros contra el rumbo del partido pese a que reconocen que el partido está "inquieto" desde el batacazo andaluz del 19-J, donde el PSOE bajó tres escaños más su suelo de 33. Todo un golpe en su feudo histórico, labrado a golpe de socialismo durante cuatro décadas y ahora flor de un PP con mayoría absoluta que ha acudido en masa a la entronización de Juan Manuel Moreno como presidente mientras el PSOE se ha sentado en el diván.
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