Pedro Sánchez quiere dejar su impronta en el espacio. El presidente del Gobierno no pierde de vista la conquista espacial y ha reforzado económicamente el proyecto que puso en marcha en 2019, cuando todavía era presidente en funciones, para poner en órbita dos satélites del Ejército español. Para ello, el Ministerio de Industria ha dotado con otros cien millones el 'Programa SPAINSAT-NG de comunicaciones por satélite'.
En total, la aventura espacial de Sánchez tendrá un coste de 850 millones de euros para las arcas públicas. El dinero irá destinado a la empresa Hisdesat, que tendrá como objetivos el diseño los satélites SPAINSAT-NG I y II, su ubicación en el espacio, los seguros correspondientes y la instalación de un nuevo Centro de Control.
Las relaciones entre el Gobierno español y esta compañía se remontan a la época de José María Aznar al frente de la Presidencia. El 27 de diciembre de 2002, el Ministerio de Defensa y dicha compañía firmaban un convenio de colaboración para la definición, implantación y explotación de la capacidad espacial a través de nuevos satélites.
Sin embargo, existen importantes diferencias de presupuesto. El convenio de 2002 estaba dotado de 429 millones de euros de gasto a ejecutar entre 2003 y 2019, mientras que el actual alcanza los 850 millones, el doble que hace años.
El objetivo, en estos momentos, es que España disponga de "los satélites de comunicación más avanzados para poder atender las necesidades de comunicaciones gubernamentales españolas e incluso ofrecer sus servicios a otros clientes exteriores". Es decir, que el Gobierno busca que estos satélites puedan ser también utilizados por compañías tecnológicas al margen de las Fuerzas Armadas o la Administración General del Estado.
El Gobierno busca que sus satélites sean utilizados también por empresas tecnológicas, además del Ejército
A día de hoy, Hisdesat ya opera dos satélites al servicio del Ministerio de Defensa: XTAR-EUR y SPAINSAT. Ambos llevan ofreciendo servicio desde el año 2005 y 2006, respectivamente. Sin embargo, se encuentran en el tiempo de descuento, ya que la vida nominal estimada de un satélite es de 15 años desde la entrada en operación. Con estas dos plataformas, España dispone de una cobertura de dos terceras partes del globo terráqueo, exceptuando la zona del Pacífico.
El Ministerio de Defensa "necesita disponer de capacidad de comunicaciones satelitales desde plataformas propias, ya que estas comunicaciones son una parte esencial del sistema de mando y control. Es, por tanto, urgente abordar el desarrollo y construcción de los satélites SPAINSAT-NG para que puedan reemplazar a los satélites SPAINSAT y XTAR-EUR a partir de 2023", señala el Ministerio de Reyes Maroto.
Estos nuevos satélites dispondrán "de los mayores avances e incorporarán muchas soluciones innovadoras". Su esperanza de vida será también de 15 años, pero tendrán que contar con una gran potencia dado que las necesidades de comunicaciones en el futuro serán mucho más elevadas que las actuales, como prevé Industria.
El programa espacial, en esta ocasión, contará con una participación muy elevada de la industria española. Esta participación duplicará la conseguida en anteriores programas de satélites de Hisdesat y podría alcanzar hasta el 40%. "Ello implica que la industria española tendrá un papel muy destacado en el programa y se situará en la vanguardia de estas tecnologías, lo que contribuirá a su mayor proyección exterior y a la posibilidad de participar en programas de satélites que se promuevan en otros países".
Industria había previsto dedicar a este proyecto 750 millones de euros, pero como se desprende de un reciente Real Decreto, se ha visto obligado a invertir 100 millones más en el mismo. Argumentan que la complejidad técnica del proyecto y el impacto de la covid-19 han ocasionado retrasos en la ejecución del programa. Asimismo, han detectado costes adicionales inicialmente no previstos.
El modelo que utiliza el Ministerio de Defensa español para cubrir las necesidades proporcionadas por sistemas espaciales se basa en un modelo de colaboración público-privada. Una operadora nacional, Hisdesat, es la encargada de prestar servicios gubernamentales por satélite.
Estados Unidos, rey del espacio
De acuerdo con el portal N2YO, que permite rastrear en tiempo real la posición de cada satélite, España cuenta con 30 satélites en órbita. Al menos seis de ellos ya no están en funcionamiento, siendo el más antiguo Intasat, lanzado en 1974. Los satélites, una vez dejan de funcionar, siguen orbitando en el espacio.
El rey de las alturas, a mucha distancia de nuestro país, es Estados Unidos, con 3.811 satélites en el espacio. En segundo lugar se halla Rusia, con 1.534, mientras que el bronce se lo lleva China con 492.
La Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (Unoosa), en su informe anual de 2020, se congratula de que ha sido el año récord en lanzamiento de satélites al espacio: cerca de 1.300, el 10% de todos los lanzados en la historia espacial de la humanidad. De los puestos en órbita el año pasado, 16 son españoles, la misma cifra que Rusia y más que cualquier país de la Unión Europea.
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