España

Sánchez retoma su aspiración a presidir el Consejo Europeo en previsión de una legislatura corta

Pedro Sánchez traslada a Bruselas que su futuro Gobierno tiene la estabilidad garantizada durante dos años. Su candidatura a presidir el Consejo vuelve a sonar con fuerza a partir de ese momento. El calendario le favorece

La rumorología sobre las aspiraciones de Pedro Sánchez a presidir Consejo Europeo ha vuelto con fuerza a Bruselas, según ha sabido Vozpópuli de diversas fuentes diplomáticas.

Los comentarios en la reciente cumbre de Granada –nuevo éxito internacional del presidente- y en las instituciones europeas se apoyan en la previsión que maneja el PSOE de una “legislatura corta, pero estable” en cuanto se cierre la investidura de Sánchez con el apoyo de los separatismos vasco y catalán.

“La idea de que Sánchez sustituya a Charles Michel al frente del Consejo ha cogido vuelo otra vez”, dicen estas fuentes. “Está claro que el presidente sigue buscando una salida internacional”.

Sánchez: legislatura corta, pero estable

El mensaje que Sánchez y su gente transmiten a Bruselas es que la investidura está hecha, que la amnistía no supone riesgo alguno para la estabilidad del país y que el Gobierno será “estable” con dos Presupuestos garantizados en los acuerdos: el de 2024 y el siguiente. La frontera será el ecuador de la legislatura, cuando los procesos electorales vasco, catalán y europeo estén resueltos.

La previsión del PSOE es arrasar y gobernar en Cataluña. Nadie en Ferraz alberga la más mínima duda de la victoria de Salvador Illa. Ni tampoco nadie duda de que le bastará con En Comú-Sumar, el PP y Ciudadanos, si es que resiste, para expulsar al independentismo de la Generalitat al estilo Ayuntamiento de Barcelona.

Esta situación es el punto de no retorno, según estas fuentes, que liberaría a Carles Puigdemont y ERC de sus acuerdos en el Congreso. Lo que unido al ajuste que va a exigir Bruselas en cuanto acabe la fiesta de los fondos de la covid-19 hace pensar que Sánchez puede pelear con todo por la presidencia del Consejo.

Giro a la derecha en la Eurocámara

La batalla no será sencilla, pero de eso sabe bastante Sánchez según el consenso general de Bruselas sobre su capacidad de resistencia. La previsión que maneja la Unión es que los partidos conservadores y ultra conservadores arrasen en las elecciones europeas del 2024.

Las encuestas detectan, además de la ya clásica desafección hacia Estrasburgo, un hundimiento total de las formaciones liberales en el continente y una caída en picado de las socialistas. Solo se espera que aguante Emmanuel Macron, empotrado en la familia liberal pero que en un momento dado puede hacer lo que le dé la gana, y del propio Sánchez.

El tripartito de populares, socialistas y liberales que gobierna las instituciones puede resistir, pero con sus equilibrios alterados a favor de los conservadores. Es ahí, explican estas fuentes, donde Sánchez puede jugar sus cartas. El presidente español sería primer ministro en activo –condición indispensable para presidir el Consejo- y el único candidato del socialismo europeo con unos resultados aceptables.

“Michel era liberal (tercera fuerza) y se le dio el Consejo”, explican estas fuentes. “Si los conservadores quieren evitar a los partidos a su derecha, lo lógico es que en el pacto con los socialistas tengan que ceder en algo y Sánchez está en la pole position para un cargo como el del Consejo”.

La baza de Sánchez

Es verdad que el nombre de Sánchez ha sonado con fuerza en el pasado para un puesto de relevancia internacional. Nunca se ha concretado. Incluso se especuló con la posibilidad de que renunciase a la candidatura en las pasadas elecciones generales. Tampoco sucedió.

Pero también es verdad, según explican estas fuentes, que la oportunidad que se le abre a Sánchez entre 2024 y 2025 –dependiendo de los resultados europeos y el tiempo que dure la negociación- es única. Y el presidente ha invertido tiempo y mucho dinero en cultivar su perfil internacional desde que asumió La Moncloa hace más de cinco años.

“A Sánchez le gusta esto y se le da bien”, señalan. “Su candidatura al Consejo vuelve a sonar con fuerza para la siguiente legislatura. No será fácil pero ha demostrado a sus socios europeos, que lo daban por muerto políticamente, que la única batalla que se pierde es la que no se da”.

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