Ferraz ultima la pregunta que someterá al refrendo de sus militantes para respaldar la investidura de Pedro Sánchez. Fuentes socialistas explican a Vozpópuli que el objetivo es que las bases del PSOE bendigan la amnistía -o la ley de Alivio Penal- de forma indirecta. Y para ello se estudia una redacción que incluya el "aval a los acuerdos alcanzados" por el PSOE para la "continuidad del Gobierno progresista", pero sin mencionar para nada la amnistía.
"Será imposible votar que no", dicen estas fuentes. "La idea es que todo lo que sea un no parezca que es querer a Vox en La Moncloa".
Los estatutos del PSOE establecen que el partido debe consultar a sus afiliados un Gobierno de coalición. Así se hizo con Podemos hace cuatro años y ahora con Sumar. Otro tipo de pactos de investidura o de legislatura como los que se puedan alcanzar con PNV, ERC, EH Bildu y Junts per Catalunya no necesitan la aprobación de las bases.
Sánchez busca el cierre de filas
Sin embargo, la negociación de la amnistía para Carles Puigdemont -prófugo de la justicia en Bélgica- y el resto de procesados y condenados por el procés es un tema lo suficientemente sensible como para que Ferraz busque el respaldo de sus bases. Sobre todo por las críticas que ha recibido de la vieja guardia socialista, y en concreto por parte de Felipe González y Alfonso Guerra.
En ese sentido, la dirección socialista se ha abierto en las últimas semanas en buscar algún tipo de fórmula que recoja el apoyo cerrado del PSOE a los acuerdos de Sánchez para seguir en La Moncloa. La idea, según estas fuentes, es que se busque un aval genérico a los "acuerdos alcanzados", sin pormenorizar en los compromisos según la formación política, salvo la mención a la coalición con Sumar.
El respaldo, dicen, será para la continuidad del "Gobierno progresista", que es la manera que tienen ahora de referirse a la coalición con la plataforma de Yolanda Díaz. La fecha de la consulta a la militancia socialista no se conoce, pero será "seguro" después de la convocada por Puigdemont entre el 17 y el 23 de octubre. Vozpópuli adelantó que la investidura de Sánchez será en noviembre.
La amnistía ya se negocia
Sánchez ha dado este jueves un paso más hacia esta medida sin precedentes en democracia. El presidente del Gobierno sigue sin pronunciar la palabra amnistía, pero admite que hay "una negociación en marcha". Así lo ha reconocido a preguntas de los periodistas en la cumbre europea de Granada.
Los detalles de esta norma y su encaje jurídico son un misterio. El mensaje al que se aferra Sánchez estos días es el de trazar un paralelismo entre los indultos y la amnistía. En ese sentido, el presidente confía en que su apuesta por la generosidad -eufemismo de la amnistía- dé los mismos frutos que, a su juicio, han dado los indultos a favor de la convivencia en Cataluña.
La prueba de que el diálogo está bastante avanzado es la decisión anunciada por Junts per Catalunya sobre su voto. El partido de Puigdemont ha anunciado que votaría sí o no la investidura de Sánchez, en un intento por desactivar el papel de Coalición Canaria.
Las demandas de Puigdemont, pactadas con ERC, son la amnistía y un referéndum de autodeterminación. El presidente sostiene que todos los acuerdos estarán dentro de la Constitución.
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