El hombre fuerte del Sur. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, será el anfitrión de la cumbre eumed-9, el foro informal que componen Croacia, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Malta, Portugal, Eslovenia y España. La cita se tenía que haber celebrado este viernes en Alicante, pero la infección por coronavirus del jefe del Ejecutivo español la ha pospuesto.
Eso sí, el covid, del que el presidente se recupera bien, según su entorno, no cambiará el auténtico objetivo que persigue Moncloa: convertir a su inquilino en el referente de los países del Sur de Europa. Y hacerlo, además, en un nuevo momento geopolítico en el que el Norte se ha olvidado de los famosos PIGS para fijarse en el sol y la energía que el Mediterráneo puede darles justo cuando Rusia ha cortado los lazos energéticos con el Viejo Continente.
Fue el propio Sánchez quien se ofreció a organizar esta cita que reúne a siete países grecolatinos y a dos eslavos desde 2021 y que nació en los márgenes de una cumbre en Bruselas en 2013, en la representación permanente de Chipre. Entonces, sobre estos países caía un infierno económico tras la crisis de 2008 y su secuela europea: la crisis de deuda. La prensa anglosajona les acuñó el acrónimo PIGS -cerdos en inglés-, cuyas iniciales se corresponden con Portugal, Italia, Grecia y España.
De 'PIGS' a minas de oro energéticas
Pero el núcleo duro del presidente no está dispuesto a dejar pasar la oportunidad de liderar un nuevo foro de peso en la Unión Europea. Las fuentes consultadas en Moncloa recalcan a este diario que la visión del resto de Europa y de los países anglosajones, como Reino Unido y Estados Unidos, es mucho más positiva porque ven el potencial del Sur de Europa como hub energético del Mediterráneo. Ahora no ven al Sur como parte del problema existencial de la Unión, sino como la solución.
Cabe recordar que la de debilidad con la que se aliaron los países mediterráneos en la génesis de este foro significaba una alta inestabilidad política dentro de las fronteras. Era el tiempo del auge de los populismos de izquierda (Podemos en España y Syryza en Grecia) y derecha (Frente Nacional en Francia) muy críticos con la UE. Entonces, la influencia diplomática de estos países en Bruselas estaba completamente erosionada. Incluso París sufría el desdén protestante de Holanda y Alemania.
Ahora, Sánchez, al que su equipo adula como todo un "actor global" que sabe leer muy bien la política europea, quiere elevar el papel de España en la Unión y en el foro. Moncloa se vanagloria porque los fondos europeos Next Generation y el pasaporte covid fueron ideas impulsadas por los países del Sur, pero especialmente por España. La guerra en Ucrania ha hecho emerger otra crisis: la energética. Y eso abordarán los presidentes del eumed-9 en cuya declaración abordarán las consecuencias económicas y sociales del conflicto que lo ha cambiado todo.
Una imagen exterior más potente
Moncloa lleva varias semanas cocinando un menú que sirva a Sánchez para reivindicar su liderazgo global ante un posible salto internacional en caso de que las elecciones generales de finales de 2023 supongan su salida del Gobierno de España, como ya informó este diario. En menos de un mes ha surfeado por la asamblea general de las Naciones Unidas, en Nueva York, donde se postuló para presidir la Internacional Socialista, y en las próximas semanas afronta la cumbre euromediterránea, la cita bilateral con el canciller alemán, Olaf Scholz, y la reunión informal de los jefes de Estado o de Gobierno de la Unión en Praga.
Lo cierto es que el presidente, según reconocen las fuentes consultadas en Moncloa, está mucho mejor valorado fuera de España que dentro. El Ejecutivo enfrenta, en realidad, un problema que comparten la mayoría de líderes mundiales, reunidos en Nueva York: la inflación. Y es que como contó este diario, Sánchez tiene casi imposible rentabilizar electoralmente su perfil internacional, porque las cumbres internacionales y las fotos no resuelven las cosas del comer.
El núcleo duro de Sánchez considera que el talento del presidente en el ámbito internacional se debe también al arduo trabajo del equipo de Exteriores, que se ha encargado de priorizar la agenda del jefe del Gobierno más allá de España desde que se hizo con las riendas del país en 2018. Gracias a eso, explican, Moncloa pudo organizar la cena euroatlántica en el Museo del Prado durante la cumbre de la OTAN en Madrid para profundizar la sintonía y la unidad de las potencias aliadas, que dio al mundo imágenes "espectaculares". Sánchez tiene el ojo puesto fuera de España.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación