Por fin, Pedro Sánchez reconoce sin ambages que va a promover una amnistía a Carles Puigdemont y al resto de condenados del procés pendientes de juicio. El presidente del Gobierno en funciones ha anunciado este sábado en el Comité Federal del PSOE que defenderá "la amnistía en Cataluña". El líder socialista ha roto su silencio y se ha posicionado a favor del regreso del Carles Puigdemont a España a cambio de los votos de Junts de cara a la investidura que, de efectuarse, se celebrará, según varias fuentes socialistas, la semana del 6 de noviembre. Sánchez ha reconocido su debilidad ante el independentismo: "Hay que hacer de la necesidad virtud", ha explicado a sus compañeros.
"Cataluña está lista para el reencuentro total. Los representantes de más del 80% de los catalanes respaldan esta medida. Y por esas mismas razones, en el nombre de España, en el interés de España, en defensa de la convivencia entre españoles, defiendo hoy la amnistía en Cataluña por los hechos acaecidos en la década pasada", ha espetado el presidente con la plana mayor del partido puesta en pie en Ferraz para aplaudir su anuncio excepto los miembros de la federación de Castilla-La Mancha cuyo secretario general, Emiliano García-Page ha entrado a la sede advirtiendo de que será crítico y de que espera recibir más información de las negociaciones con Junts de la que tiene.
El presidente ha defendido su postura en Cataluña al afirmar que la mayoría de catalanes está a favor y que la amnistía es "una herramienta usada en otros países". "Y no precisamente en democracias digamos débiles, sino en democracias consolidadas como los portugueses o los británicos", ha remachado. El secretario general socialista reconoce que está obligado a tramitar la amnistía por las circunstancias.
Es cierto que no planeábamos para ahora las medidas de graciaPedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE
"En todo momento dije que las medidas que tomamos entonces [en referencia a los indultos] eran un paso, pero no resolvían por completo el problema. Durante la tramitación de los indultos dije que aquel era un primer paso y que vendrían más. Siempre supimos que debíamos ir por el camino del reencuentro.
Es cierto que nos las planeábamos para ahora. Pero sabíamos que se requerirían para mas adelante", ha explicado el candidato socialista a la investidura.
Sánchez ha tardado media hora en abordar el asunto catalán en Ferraz. Hasta entonces, el presidente se ha dedicado a hacer pedagogía de sus cuatro años al frente de las riendas del país. Y ha animado a sus compañeros a que hagan lo mismo y contrapongan el programa de gobierno firmado entre el PSOE y Sumar y las políticas que están efectuando el PP y Vox allí donde gobiernan.
El presidente ha señalado que su Gobierno tiene la "voluntad de mirar hacia delante y cerrar las heridas de un conflicto [en referencia a Cataluña] que nunca debió producirse y del que nadie está orgulloso". Con ello, Sánchez persigue "avanzar hacia la normalización de la situación en Cataluña" y cataloga como un acierto "los pasos dados con las medidas de gracia, primero con los indultos y ahora con la amnistía en Cataluña".
El guiño a Sumar
El presidente convocó este comité federal para iniciar la consulta a la militancia sobre el acuerdo con Sumar, el cual ha enaltecido ante sus compañeros: "Es muy relevante el paso que hemos dado hacia adelante con la firma del gobierno de coalición". Sánchez ha vendido las bondades de su acuerdo con Yolanda Díaz. Y ha tirado de hemeroteca para poner en la palestra todas las que ya han aprobado y todas las que quieren aprobar: universalización de la educación de 0 a 3 años, etc.
El PSOE ha lanzado esta pregunta a su militancia: "¿Apoyas el acuerdo para formar un gobierno con Sumar y lograr el apoyo de otras formaciones políticas para alcanzar la mayoría necesaria?". La consulta durará una semana y podrá votarse de forma telemática desde el próximo lunes y también presencialmente el próximo sábado 4 de noviembre en todas las sedes del PSOE en España.
El acuerdo de coalición que suscribieron este martes el PSOE y Sumar tiene 48 páginas. Y en ninguna aparece no ya la palabra amnistía que tanto le costó decir a Pedro Sánchez en público, sino la palabra Cataluña. Parece que el principal problema político de España no existiera para los partidos que pretenden gobernarla. Aunque según ha sabido este diario por fuentes de Sumar de alto nivel fueron Ferraz y el núcleo duro de Moncloa quienes se negaron a citar referencia alguna al asunto catalán.
El presidente dejó claro que quien negocia con Carles Puigdemont es él. Y no quiere que nada torpedee sus conversaciones. Ni Sánchez ni Díaz hicieron tampoco alusión alguna a Cataluña, a la amnistía o a la negociación con el expresidente Carles Puigdemont durante sus respectivas alocuciones en el Museo Reina Sofía de Madrid, donde presentaron el acuerdo. Del presidente en funciones solo se escuchó un "convivencia" y de su vicepresidenta segunda un elogio del "acuerdo territorial" como uno de los ejes que vertebran el pacto entre socialistas y Sumar.
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