Pedro Sánchez en Santiago de Compostela y Yolanda Díaz en La Coruña. Los líderes de los dos principales partidos de izquierda han arrancado este sábado la precampaña de las elecciones gallegas con dos puntos en común: la desunión qelue reina en la izquierda desde que Podemos haya decidido ser un verso suelto y conseguir los votos necesarios para ganarle la presidencia a Alfonso Rueda tras 15 años de gobierno popular ininterrumpido.
Tanto Sánchez como Díaz se han apresurado en publicitar las candidaturas de sus partidos a la Xunta de Galicia ante el temor de que Alfonso Rueda adelante elecciones, una posibilidad que empieza a coger fuerza dentro del PP gallego tal y como contó este diario. De haber convocatoria, esta se anunciaría ya con el 2024 empezado y buscaría aprovechar, entre otras cosas, el poco peso de Sumar en Galicia -aún no tiene candidato-. De ser así, sería el primer examen al que se enfrentarían PSOE y Sumar tras la polémica negociación de la ley de amnistía por parte del Gobierno central y Junts.
Yolanda Díaz desde Coruña ha pedido la unión de los partidos de izquierda frente al Partido Popular. "Solo con el PSdeG y el BNG no habrá cambio en la Xunta", ha asegurado la vicepresidenta, que tiene la tarea de buscar quien encabece la candidatura de la recién inaugurada filial del partido de cara a unos comicios en los que no concurrirá junto a Podemos tras el portazo del partido morado en la coalición nacional.
La vicepresidenta sabe que para tener alguna posibilidad de ganar al PP es necesaria la unión de las formaciones de izquierdas, pero sin fraccionar en exceso el voto -de ahí que evite mencionar a Podemos-, lo que puede perjudicar a la hora del recuento. Ha hecho un "llamamiento" a las "fuerzas progresistas gallegas" para "caminar juntas" en los próximos meses.
La ruptura con Podemos también ha quedado clara por el otro lado. En Madrid, Ione Belarra ha propuesto a Irene Montero como candidata a las elecciones europeas y ha pedido ser "una izquierda fuerte" frente a otros partidos -en clara alusión a Sumar- que no apuestan por llevar a cabo "transformaciones valientes".
Sánchez, por su parte, ha volado en Falcon desde Coruña -un vuelo de 12 minutos- hasta Santiago de Compostela para dar su apoyo a José Ramón Gómez Besteiro ante la plana mayor del partido en la región. "El 2024 va a ser el año del cambio político en Galicia", ha asegurado el presidente durante su intervención.
Para mostrar el compromiso de Besteiro con Galicia, Sánchez ha desvelado que le llamó para ser ministro y recibió una negativa por respuesta: "Él me dijo que no, porque yo aspiro a ser el próximo presidente de la Xunta de Galicia'", ha contado el presidente ante el público reunido en Santiago de Compostela.
Sin hacer un llamamiento claro a la unión de los partidos de izquierda, Sánchez si ha pedido que se produzca un bloqueo contra "la internacional ultraderechista" que crece en Europa y que supone "la mayor amenaza" de las democracias del continente. Se ha puesto a sí mismo como ejemplo de éxito tras las elecciones del 23-J.
Ante sí tendrán una tarea complicada, ya que las encuestas dan a Alfonso Rueda una mayoría absoluta. Según La Voz de Galicia en un sondeo publicado en octubre, el PP obtendría 40 escaños, seguido por el BNG, que tan solo sacaría 19. De ahí que ya en diciembre -de celebrarse en fecha, las elecciones autonómicas serían en verano-, Sumar y PSOE hagan fuerza para dar publicidad a sus formaciones en un contexto gallego.
De adelantarse los comicios, sería la primera vez en 16 años que no se celebran los comicios gallegos y vascos el mismo día. Así ha ocurrido en 2008, 2012, 2016 y 2020.
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