La Moncloa diluirá el papel de Yolanda Díaz en la reforma laboral. Así lo ha dejado entrever la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, este martes al término del Consejo de Ministros. Rodríguez ha dicho que la vicepresidenta del área de Podemos liderará los trabajos como ministra del ramo, pero que lo lógico es que Nadia Calviño y otros ministerios del PSOE se sienten con la patronal y los sindicatos en la mesa del diálogo social. Y que ésa fórmula de "coordinación" es la que se está negociando en el seno de la coalición en ese momento.
El Gobierno sigue buscando la forma de desencallar la crisis abierta por la paternidad de la reforma laboral. La portavoz del Ejecutivo ha sido clara. Esta reforma "no tiene nombre", sino que será de todo el Gobierno en su conjunto. Y ha recordado que el compromiso para modificar el actual marco laboral lo asumió el presidente Pedro Sánchez en su discurso de investidura. El objetivo del Gobierno es presentar una propuesta antes de que acabe este año.
Reuniones con sindicatos y empresarios
En ese sentido, Rodríguez ha dicho se trata de "encontrar una metodología para que todos los ministerios afectados participen en el diálogo social" con sindicatos y empresarios. La portavoz ha señalado que le corresponde a Díaz liderar esa mesa sectorial, pero que es lógico que otras carteras que se verán afectadas por la modificación laboral sean parte del diálogo. Esa coordinación, según fuentes del Gobierno, deberá producirse antes de las reuniones con los agentes sociales y también con los agentes sociales.
"No tiene sentido que se pueda abordar una consolidación de los ERTE sin que el ministro de Inclusión Social (José Luis Escrivá), que es el que lo va a aplicar, participe de este diálogo", ha dicho.
Rodríguez ha vuelto a esquivar la palabra "derogación". Pero ha asegurado que los dos socios de Gobierno están "alineados", porque comparten el objetivo de "modernizar las relaciones laborales para adaptarlas al proceso de transformación" que vive España. "Es un compromiso claro que expresa el presidente en su discurso de investidura, se concreta en el acuerdo de coalición y que ratificamos con Europa. Esta es una reforma profunda, estructural (...) que queremos abordar con el máximo diálogo y el mayor de los consensos", ha asegurado.
En ese sentido, Rodríguez ha dicho que el Gobierno "prefiere" un acuerdo "que dé satisfacción tanto a los sindicatos como a los empresarios". "Queremos hacerlo. Tenemos los plazos. Y queremos mejorar nuestro método para garantizar la máxima coordinación. Es una reforma tan trascendental, no es una contrarreforma", ha dicho.
Otro choque PSOE-Podemos
PSOE y Unidas Podemos mantuvieron una primera reunión el lunes en el Congreso que se cerró sin acuerdo. Sin embargo, los contactos han seguido durante toda la jornada del martes. Y fuentes de La Moncloa confían en que se pacte "una metodología" de trabajo en las próximas horas.
El problema entre el PSOE y Podemos es económico, pero también político, según reconocen diversas fuentes a este diario. Por un lado, Díaz tiene el compromiso de "derogar" la legislación laboral vigente, aprobada por el PP en 2012.
El PSOE, por su parte, prefiere hablar de una actualización del marco de relaciones laborales, eliminando los "recortes de derechos" que atribuyen a la norma del Gobierno de Mariano Rajoy. Nadia Calviño está en el centro de esta crisis. Podemos cree que la vicepresidenta primera no quiere "derogar" la reforma laboral y que está alineada con la patronal.
Por otro lado, Díaz ya no es la segunda de Pablo Iglesias, sino la persona que está llamada a liderar, el "frente amplio", un espacio político alternativo a la izquierda del PSOE. Este factor, según explican a este diario, está siendo determinante para que el Sánchez intervenga de manera tan directa en la negociación para la reforma laboral.
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