Pedro Sánchez ha retenido la declaración del estado de alarma en toda España para "forzar al PP a retratarse". Así interpretan fuentes socialistas la comparecencia del presidente del Gobierno este viernes. Sánchez tiene más que decidido decretar un toque de queda general ante el avance descontrolado del coronavirus en esta segunda ola de la pandemia. Pero el jefe del Ejecutivo ha optado por esconder esa carta hasta que a Pablo Casado no le quede más remedio que definirse, según explican estas fuentes.
Moncloa quiere un estado alarma por aclamación de las comunidades autónomas. Es decir, no sería Sánchez, sino las autonomías las que "obligan" al Gobierno a echar mano del artículo 116 de la Constitución.
País Vasco, Extremadura, La Rioja, Asturias, Cataluña, Castilla-La Mancha y Melilla han solicitado al Ejecutivo que declare el estado de alarma en sus territorios si no lo hace en todo el país. Y otras muchas regiones están de acuerdo si es el instrumento necesario que ampare un toque de queda nocturno en todo el país.
La declaración institucional de Sánchez ha despistado a la mayoría de dirigentes socialistas en las autonomías. Esperaban el anuncio de un estado de alarma para implantar el toque de queda en los próximos días. Vozpópuli ha informado de que el Gobierno ha solicitado informes jurídicos y que Sánchez lo decretará inmediatamente para confinar a la población en horario nocturno y prohibir la libre circulación entre comunidades autónomas.
"Inexplicable Sánchez"
"No he entendido la rueda de prensa del presidente", admite un alto cargo socialista de una región. "Estábamos convencidos de que lo anunciaba". "Esperamos que anuncie un estado de alarma para toda España en la próximas horas, pero ahora creo que lo que quiere es que se retrate el PP", añaden fuentes de otro gobierno autonómico en manos del PSOE.
Sánchez ha recuperado el tono grave de sus intervenciones de marzo y abril, y parte de la retórica a la que acostumbró a los españoles durante la primera ola de la pandemia. "Moral de victoria". "Unidad". "Doblegar la curva". El presidente ha hablado de un horizonte preocupante para los próximos meses. España ha sumado casi 20.000 contagios y 231 fallecidos en las últimas 24 horas, según las cifras oficiales del Ministerio de Sanidad. El virus SARS-Cov2 ha matado a más de 34.500 personas en nuestro país.
Sin embargo, Sánchez se ha quedado en el diagnóstico. No ha aportado una solución. Y ha dejado la gestión de la epidemia en manos de unas comunidades desbordadas. Ante la falta de respuesta nacional, varias comunidades han solicitado el estado de alarma en sus territorios, que solo puede decretar el Gobierno.
"Quiere un estado de alarma por aclamación", explican desde un partido de la oposición. "Las comunidades están viendo las orejas al lobo y no entienden que Sánchez quiera escaquearse".
El toque de queda es del PP
El Gobierno espera que el PP venza sus resistencias. Fuentes del Ejecutivo recuerdan que fue precisamente el PP y no el PSOE el partido que puso encima de la mesa el toque de queda como posible solución. Así lo planteó el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, durante una rueda de prensa.
"Ellos lo plantearon y hacen como si no lo hubieran hecho", explican fuentes conocedoras del debate que tuvo lugar el jueves en el seno del Consejo Interterritorial de Salud. "En el PP se resisten con el estado de alarma, nunca dejan claro si lo apoyarían o no".
El toque de queda amparado por este nuevo estado de alarma no será de 15 días, que es el periodo de vigencia del decreto. Sánchez piensa en un horizonte temporal más largo. Y eso requiere de prórrogas que son votadas en el Congreso. Sánchez no quiere enfrentarse a los problemas que tuvo hace unos meses. Y espera que el PP, también acuciado por la mala evolución de la pandemia en las comunidades y ciudades que gobierna, brinde su apoyo al Gobierno.
Apoyo de Ciudadanos y PNV
Sánchez cuenta para empezar con el respaldo de Ciudadanos, que ya ha anunciado que sus diez diputados respaldarán las prórrogas del decreto. La líder naranja, Inés Arrimadas, ha telefoneado a Sánchez para instarle a implantar ya el toque de queda en toda España. Arrimadas ha hecho este anuncio rodeada de sus representantes institucionales en Madrid, Castilla y León, Murcia y Andalucía, que gobiernan en coalición con el PP.
Otro apoyo asegurado es el del PNV, siempre y cuando el estado de alarma no vaya acompañado de un mando único. El lehendakari Íñigo Urkullu ha dicho que el estado de alarma nacional debe servir para amparar el toque de queda y la limitación de movimientos. Pero ha reclamado que las comunidades conserven sus competencias y tomen las decisiones sanitarias correspondientes.
PNV y Ciudadanos fueron los partidos que salvaron las últimas prórrogas del estado de alarma la pasada primavera. Los partidos de la coalición perdieron por el camino el apoyo del PP, Vox y sus socios de investidura como ERC.
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