Moncloa cumplió su promesa de difundir para todo el mundo la tesis del presidente Pedro Sánchez y a las 13 horas los detectores de plagio de muchas redacciones empezaron a funcionar. En torno a 90 minutos es lo que tardó el programa utilizado por Vozpópuli en emitir su veredicto. Arrojó un 25% de coincidencias -con un total de 352 alertas- entre el documento y otros textos. Se trata de una cifra superior al 13% que había anunciado el Gobierno a primera hora del día.
Una parte considerable de ese incremento responde a las decenas de publicaciones en prensa aparecidas estos días con el nombre de la tesis (Innovaciones de la Diplomacia Española) o directamente con extractos de ella. El buscador de plagio señala todo lo que esté publicado en fuentes abiertas y que coincida, aunque sea en una frase aislada, con el texto escrutado. No filtra, por ejemplo, todo aquello que haya salido en Internet después del año 2012, cuando el presidente presentó su tesina.
Expertos en el rastreo de estos documentos advierten de que el resultado de la búsqueda se ha distorsionado por todo lo publicado estos días y el tiempo transcurrido. Estos programas están pensados para prevenir antes de presentar una tesis. A la cabeza del ranking de coincidencias se situaban medios de comunicación -Vozpópuli entre ellos- y Wikipedia, sobre todo por las referencias a Pedro Sánchez. “Cuando hay una coincidencia muy común, el buscador te remite a la página con más visitas, de ahí que salga Wikipedia”, advierte un profesor universitario.
Otros trabajos
El índice se reduce hasta el 21% con sólo eliminar de las búsquedas la bibliografía y las citas. Se rebaja aún más cuando se eliminan las referencias a las noticias de prensa. Entre los resultados hay referencias también a trabajos universitarios publicados en otras universidades. La mayoría de ellos no se pueden consultar debido, según el programa, a cuestiones de propiedad intelectual. Exige el consentimiento del autor, pero en muchos casos fueron publicados después que la tesis de Sánchez.
En otros casos las coincidencias con estos trabajos son meras frases sueltas y ni siquiera literales. Otras coincidencias responde a las referencias a un mismo autor o el título de un estudio. Hay trabajos en otros idiomas que coinciden a la hora de citar organismos, autores u obras. En todo ese cajón de sastre, al menos este periódico no ha logrado localizar párrafos enteros similares a otros trabajos universitarios presentados.
Del BOE a la Generalitat
Algo parecido sucede con las referencias a las fuentes abiertas. Muchas de ellas son de organismos oficiales, como el Boletín Oficial del Estado (BOE), el Ministerio de Exteriores y Cooperación o Moncloa, el diario de sesiones del Congreso… Por lo que ha podido comprobar este periódico, están referenciados en el texto.
Es el caso de una coincidencia a un texto de la Generalitat de Cataluña que coincide con Sánchez al citar un estudio de 1996 titulado “La actividad exterior de las entidades políticas subestatales”. Al menos en un caso el programa detecta una frase que remite a un texto de fuentes abiertas que Sánchez entrecomilló, pero no citó.
Fuentes universitarias reconocen a este periódico que en el ámbito académico se establece como aceptable todo trabajo que contenga menos de un 15% de coincidencias. Este viernes Moncloa elevaba esa cifra hasta un 20%. Por lo general lo que se mide es el contenido original que aporta el autor, una forma de prevenir contra el uso excesivo de citas.
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