España

Sánchez y Feijóo libran en el CGPJ una pelea para erigirse ahora como grandes pactistas

Ferraz recalca que el PSOE ha demostrado en la oposición que es un partido de Estado: "Apoyamos sin fisuras a Rajoy en temas como el 155 por ejemplo. El que tiene todo por demostrar es el PP"

Un acuerdo de Estado permite a quien lo suscribe erigirse como gran pactista. No es un apunte menor a tenor de los avances que se están logrando en la negociación entre el PSOE y el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial. Todo apunta a que esta vez el acuerdo está más cerca que nunca. Ese es el ambiente que también se respira en la judicatura. Pero, a la vez, casi todas las fuentes consultadas, tanto en Moncloa, como en Ferraz, apuntan a la competición entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su némesis popular, Alberto Núñez Feijóo, por erigirse como estrellas del pacto.

En esas, Ferraz recalca que el PSOE ha demostrado en la oposición que es un partido de Estado: "Apoyamos sin fisuras a Rajoy en temas como el 155, por ejemplo. El que tiene todo por demostrar es el PP". Todo un órdago a Feijóo, a quien desde Moncloa están probando la imagen de hombre de Estado con la que el líder del PP desembarcó en Génova tras la decapitación de su antecesor Pablo Casado.

En plata: Sánchez y Feijóo tienen a sus partidos batallando por los votos de la moderación. Ambas centrales saben que no pueden llegar a las elecciones atrincheradas en posturas inamovibles, porque el gran centro electoral aplaude, según casi todas las encuestas, los acuerdos de país. No por casualidad, la otra gran competidora del presidente, su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, lleva varios meses repitiendo que su proyecto político persigue, precisamente, un "acuerdo de país". La madre del cordero electoral: el centro.

No hay incentivos para no pactar

Ninguno de los dos grandes partidos, por tanto, tiene incentivos para llegar a las elecciones generales sin acuerdo. Y eso es lo que va a terminar propiciando el pacto, del que, como informó este diario, se marginará a Unidas Podemos y, probablemente, al resto de partidos que conforman la mayoría que sostiene al Gobierno en el Congreso. Eso sí, por el camino, tanto el PSOE como el PP juegan sus cartas de desgaste al adversario.

Moncloa ha cedido el relato a Génova sobre las negociaciones del CGPJ. El núcleo cercano al presidente del Gobierno reitera que va a proteger el acuerdo con el PP por encima de todo y que van a "ser discretos". "Feijóo es libre de decir lo que quiera. Las posibilidades reales de acuerdo siguen estando", zanjan fuentes gubernamentales. La idea es dejar que sea el líder de los populares quien marque la conversación para, llegado el momento, que aparezca ante la opinión pública como el gran cedente.

Eso sí, en Moncloa desvinculan por completo el tono duro de este jueves, en la comparecencia de Sánchez, entre el PP y el PSOE. "Hoy hemos venido a hablar de medidas económicas y sociales. El presidente ha estado muy claro
Como el PP no tiene ninguna alternativa, hoy [por este jueves] ha empezado hablando de corrupción. Iniciativas, cero", precisa el entorno del presidente.

La gran batalla electoral

Más allá del interés electoral por armar un pacto, lo cierto es que en Moncloa también pesa la proximidad en el calendario del semestre en que a España le tocará la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, a partir de junio de 2023. Y así lo reconocen fuentes gubernamentales, que no ven al jefe del Gobierno

Cabe recordar que, entre altos cargos de Unidas Podemos, ya está instalado el temor de que Ferraz acuerde con Génova a sus espaldas, porque, como ya contó este diario los dos grandes partidos preparan el acuerdo para marginar a los morados. Por mucho que Podemos desdijera este martes a su portavoz, Pablo Fernández, y respaldara al socialista Félix Bolaños como voz autorizada para trasladar sus demandas al PP, las fuentes consultadas son claras. Y ven al PSOE girando una vez más hacia la derecha, como cuando se conoció el aumento del gasto en Defensa un 25% en los presupuestos generales.

El foco está puesto en Sánchez y en Feijóo. Los dos libran la gran batalla electoral. La primera prueba serán las elecciones municipales y autonómicas. Hasta entonces, el PSOE vende optimismo y asegura haber pinchado el 'efecto Feijóo'. Aunque lo cierto es que el PSOE sí reconoce en público uno de sus grandes problemas: la transferencia de votos del PSOE al PP. Es decir, lo que mueve el pacto por el CGPJ en gran medida.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación
Salir de ver en versión AMP