Que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no quiere reunirse con Alberto Núñez Feijóo es algo que todo el PP tiene claro. De hecho, fuentes consultadas por Vozpópuli consideran que Sánchez está calcando la estrategia que hizo descarrilar el acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) el año pasado.
En aquella ocasión, el líder del PSOE metió la supresión del delito de sedición sin necesidad alguna mientras dialogaba con el PP. Ahora, se ha impulsado una moción de censura para entregar la alcaldía de Pamplona a EH Bildu y se ha anunciado un encuentro entre Sánchez y Carles Puigdemont en algún país extranjero, por supuesto.
El PP conoce de sobra cómo juega Sánchez sus cartas. Y ha exigido un orden del día para saber de qué quiere hablar el presidente, que en su discurso de investidura aseguró que su objetivo es levantar un muro entre su alianza con separatistas e independentistas y el resto. Por eso, Feijóo ha dejado entrever que tiene dudas sobre las verdaderas intenciones del jefe del Ejecutivo.
"Esta frivolidad con la que trata de desnaturalizar la reunión con el primer partido de España y con el jefe de la oposición es muy sorprendente porque cuando se reúne fuera de la UE con el señor Puigdemont, incluido mediador especializado en bandas armadas, allí las cosas son muy serias", ha dicho Feijóo en Bruselas tras asistir a una cumbre del Partido Popular Europeo (PPE).
Feijóo ya conoce a Sánchez
El líder popular ha recordado que la primera reunión que mantuvo con Sánchez en La Moncloa se enteró del orden del día "en un medio de comunicación". "Comprenderá que no va a volver a ocurrir. No me puedo enterar de los asuntos que el presidente del Gobierno quiere tratar conmigo leyendo un periódico ese mismo día por la mañana", ha afirmado.
Para el PP, el planteamiento de Sánchez es "frívolo". Y que sólo trata de "desnaturalizar" una cita con el jefe del oposición. En ese sentido, Feijóo contrapone la liturgia y la seriedad que le da el presidente a Puigdemont en sus encuentros en Suiza con mediador y todo.
Sánchez, fiel a su estrategia del año pasado, utiliza las reservas del PP para atacar a la oposición. Génova lo esperaba. Y no tiene intención de pasar por el aro de los intereses particulares del presidente. Sánchez ha aprovechado la cumbre europea para volver a presionar a Feijóo. Y ha asegurado que "no hay razones ni argumentos" para que el PP no se siente a la mesa.
El PSOE ha puesto todos sus altavoces al servicio de este debate, criticando al líder del PP por mostrar sus reticencias a Sánchez.
"Hemos planteado tres posibilidades diferentes de calendario para poder acomodar agendas y en un hecho insólito en nuestro país, tres días después el PP todavía no ha respondido", dicen fuentes socialistas. "Estamos a la espera de que el líder de la oposición diga si acude o no".
Sánchez plantea tres temas genéricos
Según el PSOE, Sánchez ya ha dicho que la convocatoria es para abordar la renovación del CGPJ, la reforma del artículo 49 de la Constitución por el término "disminuidos" y la financiación autonómica. Pero fuentes del PP recuerdan que, por ejemplo, País Vasco y Cataluña ni siquiera han acudido al Consejo de Política Fiscal y Financiera. Es decir, el Gobierno negocia al margen con estas comunidades.
"Como hemos dicho públicamente, el señor Feijóo puede plantear en esa reunión las cuestiones que estime oportunas", aseguran desde Ferraz.
El propio Sánchez, que no ha contado con el PP para nada, sostiene ahora que "merece la pena" que se pongan a negociar estos asuntos y reitera su intención de crear una comisión de trabajo con el PP en esta legislatura.
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