Juan Manuel Sánchez Gordillo, el "caudillo rojo" de Marinaleda (Sevilla) no buscará la reelección tras 44 años como alcalde. El 6 de mayo de 1979 comenzó la andadura de Sánchez Gordillo a la cabeza de la localidad sevillana y, enfundado con un pañuelo palestino, la imagen del histórico dirigente jornalero, de Izquierda Unida, se ha grabado en el imaginario colectivo a lo largo de casi medio siglo. Ahora, convertido en uno de los regidores más longevos del país, da un paso atrás y se retira de la política activa.
Con 74 años y problemas de salud, el pasado 16 de marzo se supo que Sánchez Gordillo daría paso al relevo en la candidatura de la confluencia de izquierdas que encabeza, Adelante Marinaleda, que aún no había decidido quién sería el cabeza de lista. Fuentes de EFE apuntaban a que el candidato podría ser Sergio Gómez, primer teniente alcalde y responsable de Urbanismo y Obras y, finalmente, se ha confirmado este jueves. Además, la 'número dos' de la candidatura será Dolores Tejada.
Fin a su participación en la política activa por complicaciones de salud
Los problemas de salud del eterno alcalde, que rige Marinaleda prácticamente desde la llegada de la democracia, han hecho que se aleje progresivamente de sus tareas en la Alcaldía, mientras Gómez ha ido asumiendo responsabilidades. No obstante, todo indica que una vez que se haga efectiva la retirada de Sánchez Gordillo se abrirá un proceso interno en Adelante Marinaleda para designar definitivamente al candidato.
Sánchez Gordillo fue elegido por última vez en las municipales de 2019, cuando Adelante Marinaleda logró un 48,5% de los apoyos. Un resultado que marcó el ocaso político del líder jornalero, que en comicios anteriores se alzó con numerosas mayorías absolutas.
Alcalde, diputado, activista y poeta
"Me siento comunista, o comunitarista, como sí creo que se sintieron el Cristo, Ghandi, Marx, Lenin y el Che. Una mezcla de todo eso", se declaró entonces el alcalde en una entrevista con el Diario de Sevilla. En la conversación, Sánchez Gordilló se refirió a sí mismo también como un "líder espiritual", por su modelo, explicaba entonces, asambleario de gestionar la localidad sevillana.
Su carrera en la política activa, por la que abandonó su oficio de maestro, le llevó a regir Marinaleda, pero también a ser diputado andaluz en dos legislaturas -de 1996 al 2000 y del 2008 al 2014, cuando renunció al acta para dedicarse por completo a la Alcaldía-. Todo ello, compaginado con su escritura de poemas reivindicativos y su labor como activista.
Los años de la crisis de 2008 fueron claves para dar a conocer sus "excentricidades" y actividades en el mundo de los movimientos sociales. “En este momento de crisis, cuando están expropiando al pueblo, queremos expropiar a los expropiadores, esto es, terratenientes, bancos y grandes superficies, que están ganando dinero en plena crisis económica”, declaró hace 11 años para justificar el asalto por parte de miembros del SAT a dos supermercados en Écija (Sevilla) y Arcos de la Frontera (Cádiz). Su propio partido llegó entonces a decir: “Gordillo está fuera de control”.
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