El Gobierno de Pedro Sánchez se ha apuntado un tanto diplomático de peso con la nueva administración norteamericana de Joe Biden. Una petición expresa que la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, cursó a La Moncloa a través de la embajada española en Washington ha facilitado el encuentro que Sánchez y Biden mantendrán el lunes en la cumbre de la OTAN. Según ha sabido Vozpópuli, Harris solicitó a España su implicación en un evento solidario de recaudación de fondos para atender a migrantes centroamericanos que se celebró en Costa Rica durante la reciente gira del presidente del Gobierno por Iberoamérica.
El llamado Acto de solidaridad por los desplazados forzosos y las comunidades de acogida en Centroamérica y México fue un éxito. El objetivo era recaudar 60 millones de dólares y se comprometieron 110 millones.
El Gobierno de Sánchez ha trabajado junto a los países organizadores del evento en movilizar donantes para la región. España aportará 6,3 millones de euros para el periodo 2021-2022. "Ha sido un éxito rotundo y ha influido en cerrar la entrevista con Biden", dicen fuentes del Gobierno a este diario.
Sánchez y Biden se ven en Bruselas
Sánchez y el presidente de EEUU se verán las caras este lunes en Bruselas durante la cumbre de la OTAN. Es una foto largamente perseguida por La Moncloa. Y se produce en un momento importante para España, muy necesitada de aliados internacionales de peso ante la envergadura del conflicto diplomático con Marruecos. El secretario de Estado, Anthony Blinken, y la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, abordaron el viernes la agenda del encuentro entre los dos presidentes.
Biden ha ignorado al jefe del ejecutivo español en la ronda de llamadas que ha mantenido con líderes internacionales tanto después de asumir el cargo en enero como para abordar la crisis abierta entre Israel y Palestina en Oriente Próximo. Sin embargo, la presencia de Sánchez en Costa Rica ha dado una oportunidad al Gobierno español de demostrar su peso en Centroamérica, una región clave para Estados Unidos. La migración descontrolada desde los países del llamado triángulo norte centroamericano -Honduras, Guatemala y El Salvador- hacia Estados Unidos es una prioridad para la Casa Blanca de Biden, como lo fue anteriormente para Donald Trump.
Sánchez se ha subido a esa ola en un momento de fuerte presencia de Estados Unidos en la región. El secretario de Estado Blinken estuvo en San José de Costa Rica una semana antes que Sánchez. Y Harris hizo un polémico discurso en Guatemala hace apenas unos días: "No vengáis, no vengáis", dijo la vicepresidenta a los inmigrantes que usan esta ruta para intentar llegar a México y de ahí cruzar a Estados Unidos.
"La utilidad del viaje de Sánchez a Costa Rica ha sido en clave estadounidense. Blinken había había estado en San José la semana pasada y Kamala (Harris) en Guatemala y México", explican estas fuentes. "España ha puesto el pie europeo, demostrando a EEUU nuestro rol en la región y la capacidad para hablar con todos y movilizar política y recursos".
Kamala Harris, en Centroamérica
Kamala Harris ha asumido la tarea de frenar la migración centroamericana hacia el norte. Estados Unidos ha invertido miles de millones de dólares en programas de ayuda para estos países. Y Biden ha prometido 4.000 millones de inversión en los próximos años para tratar de reducir las enormes bolsas de pobreza que fuerza a decenas de miles de personas a abandonar Centroamérica. El reto de Harris es colosal. La ingente cantidad de dinero que ha destinado EEUU en sucesivas administraciones no ha conseguido de momento frenar los movimientos migratorios desde el triángulo norte centroamericano.
Sánchez ha aprovechado este "timing político" para sacar partido. Las buenas relaciones que el presidente mantiene con su homólogo costarricense, Carlos Alvarado Quesada, han facilitado la labor diplomática del Gobierno español. Costa Rica preside este semestre el SICA (Sistema de Integración Centroamericana), que reúne a los países de la región. La Ayuda Oficial al Desarrollo de España con el SICA, desde el año 2003, se acerca a los 83 millones de euros, según datos facilitados por el Gobierno.
Precisamente la reunión con los países del SICA en Costa Rica fue el otro éxito diplomático de Sánchez en su gira. España impulsó un documento en el que insta a Nicaragua a liberar a los líderes políticos de la oposición detenidos. El Gobierno consiguió consensuar esta declaración junto al resto de países de la región tras el arresto de los cuatro precandidatos a la presidencia del país. Y, además, lo hizo con los delegados del Ejecutivo de Daniel Ortega presentes en la reunión. "El valor del documento es doble, porque los nicaragüenses estaban ahí y no pudieron hacer nada", señalan estas fuentes. Nicaragua es otro de los conflictos de política internacional marcado en rojo por la diplomacia de Biden.
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