El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido extender durante un año más el mandato del embajador español en Marruecos, Ricardo Díez-Hochleitner, según ha sabido Vozpópuli en exclusiva de fuentes diplomáticas.
Desde la Oficina de Información Diplomática (OID) se subrayó a este periódico que los nombramientos de embajadores son una "facultad discrecional" del Ejecutivo, vía decisión del Consejo de Ministros, y sobre los que "no existe a priori plazo de permanencia más allá de lo que decida el Gobierno".
Díez-Hochleitner fue nombrado para este puesto en mayo de 2015 por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, así que acaba de cumplir cinco años y medio en ese delicado puesto. Normalmente, los diplomáticos están una media de cuatro años al frente de una embajada, así que en círculos diplomáticos se daba como posible su relevo en el segundo semestre de este 2020.
No será así. La prórroga de Díez-Hochleitner se produjo hace varias semanas en un momento de fuerte presión migratoria desde las costas marroquíes. Además, el contencioso del Sáhara ha entrado en un nuevo escenario, tras la denuncia hace quince días por parte del Frente Polisario del fin del alto el fuego a raíz de un incidente en el paso fronterizo de Guerguerat.
Este hecho ha provocado que afloren las diferencias entre PSOE y Podemos sobre el futuro de la excolonia española. Según fuentes consultadas por Vozpópuli, el Gobierno teme que el rebrote del conflicto en el Sáhara empeore aún más la crisis migratoria.
En este sentido, Sánchez busca un complejo equilibrio diplomático con Marruecos que se ha topado con la reivindicación de su socio de coalición, Pablo Iglesias. El líder de Podemos ha reclamado un referéndum de autodeterminación para la excolonia española. Una posición que también defendió históricamente el PSOE y que está recogida en las resoluciones de Naciones Unidas tras el complejo proceso de descolonización de este territorio a mediados de los setenta, aunque la posición de los socialistas evolucionó en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero.
El único comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores tras la ruptura de un alto el fuego de casi 30 años por parte del Frente Polisario fue muy cauteloso. La posición de Exteriores se centró en apoyar a la ONU en defensa del alto el fuego entre las partes. El Gobierno defendió también "la importancia de la estabilidad en esta región estratégica, eje clave entre África y Europa".
La elección de un embajador en Rabat recae en el propio presidente del Gobierno. Además, el nombramiento se suele comunicar con carácter previo a La Zarzuela
Ambos países preparan, además, la primera Reunión de Alto Nivel (RAN) en cinco años con una cita prevista para el 17 de enero en el país magrebí. La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, subrayó este martes que no le consta ninguna "queja o lamento" de Rabat por las palabras de Iglesias sobre el Sáhara e insistió en que la relación con Marruecos es "fluida" y el contacto "cotidiano", de ahí que esta cumbre se esté preparando "con mucho mimo" entre ambos países.
La embajada en Marruecos es un puesto sumamente sensible para la diplomacia española. Por eso, la elección de un nuevo representante en Rabat recae en última instancia en el propio presidente del Gobierno. Además, el nombramiento se suele comunicar con carácter previo a La Zarzuela por los vínculos históricos entre ambas familias reales.
Nueve años en La Zarzuela
Nacido el 30 de junio de 1953 en Bogotá, Díez-Hochleitner es licenciado en Derecho e ingresó en 1979 en la Carrera Diplomática. Ha sido director del Gabinete del ministro de Asuntos Exteriores, secretario en la embajada de España en Alemania, subdirector general adjunto de Coordinación Comunitaria para Asuntos Aduaneros Comerciales y director general de Coordinación Técnica Comunitaria.
En 1993 fue nombrado embajador en la República Dominicana y, posteriormente, director del Departamento Internacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno y embajador en Austria, Eslovenia y Bosnia. En 2000 pasó a ocupar el puesto de director general de Política Exterior para Europa y en 2002, el de secretario general o número dos de la Casa del Rey bajo las órdenes del también diplomático Alberto Aza.
En La Zarzuela estuvo destinado nueve años y en octubre de 2011, el Ejecutivo de Zapatero le nombró embajador ante la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), su destino diplomático previo al que luego le llevó en 2015 a Rabat.
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