España

Sánchez prioriza a PP y Ciudadanos sobre sus socios de investidura en el decreto de la guerra

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, busca el respaldo de la oposición a sus medidas económicas. El PP dice que tiene que analizarlo. Cs se inclina por apoyarlo "si no hay sorpresas"

Pedro Sánchez quiere el apoyo de PP y Ciudadanos para sacar adelante su decreto de medidas económicas contra el impacto de la guerra en Ucrania. Los primeros pasos del principal negociador del Gobierno -el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños- sugieren que el presidente apunta más al respaldo de la oposición que al de sus socios de investidura.

El Consejo de Ministros aprueba este martes el plan de choque con el que trata de contener los efectos de la invasión rusa de Ucrania. El Gobierno movilizará 16.000 millones en ayudas y sobre todo créditos ICO. Las medidas más novedosas son la bonificación de 20 céntimos litro en los carburantes y el límite del 2% en el aumento del precio de los alquileres. El tope al precio del gas se aprobará en las próximas semanas. El decreto estará vigente hasta el 30 de junio.

Bolaños telefoneó el domingo a los portavoces parlamentarios de PP, Cuca Gamarra, y Ciudadanos, Edmundo Bal. El titular de Presidencia no dio todos los detalles de las medidas, pero sí ofreció algunas pistas a sus interlocutores, según explican a Vozpópuli fuentes conocedoras de las conversaciones. El Gobierno busca el apoyo de populares y naranjas. Sánchez, dicen fuentes socialistas, quiere "mandar un mensaje a la Unión Europea de unidad en las medidas". Pero a nadie se le escapa que el voto afirmativo de la oposición de centro derecha reforzaría la imagen del presidente tras unos meses de dificultades.

Papel testimonial de Podemos

El PSOE ha tenido más atención con PP y Ciudadanos que con algunos de sus socios habituales. Es el caso del PNV. El portavoz del grupo nacionalista vasco, Aitor Esteban, ha aireado en las redes sociales su malestar con el Ejecutivo por contactarle el lunes a toda velocidad. Horas más tarde, Esteban ha dado a entender que había tenido una conversación más extensa con el Ejecutivo. ERC, por su parte, tampoco ha garantizado sus votos, pero se ha mostrado menos beligerante que el PNV. Y ha dicho compartir algunas de las medidas que el Gobierno ha puesto encima de la mesa.

Como suele ser habitual en la coalición, PSOE y Podemos suelen llevar negociaciones paralelas hasta que se decantan por alguna mayoría en el último minuto. Mientras los morados miran siempre a ERC y EH Bildu, los socialistas han logrado varias veces la vía PNV, Ciudadanos y grupos minoritarios. El mejor ejemplo del riesgo de este diálogo casi por compartimientos estancos fue la reforma laboral, que salió adelante por el error de un diputado del PP.

Podemos dijo este lunes estar "satisfecho" con el grueso de medidas anunciadas por Sánchez. Aunque consideran que el decreto que está cocinando Moncloa debería ser "más ambicioso". El papel de los morados en la negociación del Gobierno con los grupos ha sido testimonial, según fuentes presentes en los encuentros consultadas por este diario. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, fue la voz morada, pero se limitó a abordar las materias de su competencia. Es decir, habló de cómo afecta la crisis al empleo y de cuáles serían las medidas óptimas para que no sufra.

Podemos confía en que este plan de choque, al no abordar rebajas generalizadas de impuestos, se pueda sacar adelante con los socios de la investidura. Los morados no quieren experimentos después de la estrambótica votación de la reforma laboral. Y menos ahora que al escaño vacío del exdiputado de Podemos Alberto Rodríguez se suma el de Meri Pita tras su renuncia el pasado jueves por desavenencias con la dirección estatal.

Sánchez corteja a PP y Cs

Sin embargo, Sánchez ha dado la orden de testar al nuevo PP, que ha mostrado su disposición al acuerdo desde la conferencia de presidentes autonómicos de hace tres semanas en La Palma. Es cierto que el partido está ahora enfrascado en culminar el desembarco de Alberto Núñez Feijóo en el congreso extraordinario de este fin de semana en Sevilla. Feijóo ha dicho que el PP estudiará el decreto, en el que echa en falta la "bajada de impuestos prometida por Sánchez". Ciudadanos, por su parte, ha lamentado el retraso de las medidas, que en su opinión podían haberse aplicado mucho antes.

Pero los dos partidos son favorables a facilitar el decreto, bien apoyándolo, bien absteniéndose. En su opinión, es difícil oponerse a un bonificación de 20 céntimos en la gasolina o a limitar el incremento del precio de los alquileres.

"Hay que esperar a ver el texto en su integridad en el Boletín Oficial del Estado", dicen fuentes naranjas a este diario. "No sería la primera vez que cuelan alguna medida que no esperábamos", añaden en referencia a decretos como el de las mascarillas al aire libre, que incluyó por sorpresa la subida de las pensiones más bajas.

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