Pedro Sánchez ha abierto un nuevo ciclo en el PSOE tras el 40 congreso federal de Valencia. El presidente del Gobierno ha reivindicado su proyecto como "socialdemócrata". No ha hecho una sola mención a su socio de coalición Unidas Podemos. Y sus palabras se han situado muy lejos del "Somos la izquierda", lema del anterior congreso federal celebrado después de las primarias fratricidas contra Susana Díaz en 2017.
Misión cumplida. Sánchez ha conseguido los objetivos que se marcó para este 40 congreso federal. El PSOE pasa la página de Iván Redondo, las primarias y otros enfrentamientos internos para alumbrar un partido pacificado, más unido y, sobre todo, reconciliado con su pasado. El presidente del Gobierno quería unión para afrontar el nuevo ciclo electoral. Y la tiene. Quería el poder absoluto. Y lo tiene. La nueva comisión ejecutiva, con Félix Bolaños como hombre fuerte, ha recibido el respaldo del 95% de los delegados y ningún voto en contra. Solo un 5% de papeletas en blanco. La nueva cúpula de Ferraz ha sido aclamada por los delegados y militantes socialistas al ritmo de We're Not Gonna Take It, mítico tema de los Twisted Sister.
Sánchez ha definido el Gobierno que encabeza como un eslabón más en los "avances sociales" de derechos y libertades en España, a la estela de los ejecutivos que encabezaron sus predecesores socialistas en La Moncloa Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. "La socialdemocracia que dieron por liquidada algunos a nuestra izquierda y nuestra derecha goza de una salud de hierro", ha dicho en su mitin de clausura.
Sánchez, ante 9.500 personas
Sánchez arriesgó al empujar el congreso a finales de este año. Lo hizo consciente de que la vacunación estaría más avanzada y que podría darse un baño de masas. Unas 9.500 personas, según el PSOE, han arropado al jefe del Ejecutivo en la clausura de esta cita, en la que Sánchez ha hecho una encendida defensa de la "socialdemocracia" como faro y guía de su proyecto político. La cifra de asistentes es, curiosamente, superior a las 9.000 personas que según el PP abarrotaron la plaza de toros de Valencia hace dos semanas. El PSOE había fletado autobuses para que los militantes llenaran todo el espacio de la Feria Valencia.
"La socialdemocracia está fuerte y se reivindica con su vigor y su presencia en todo el mundo", ha afirmado. "Estamos donde siempre estuvimos, con el mismo nombre y los mismos ideales (...) Cada día de este mandato solo he tenido un norte: preservar el papel de la socialdemocracia española. Creo en un PSOE fuerte, imprescindible en la unidad de España".
El espíritu de reconciliación ha estado presente durante todo el discurso de Sánchez. Antes del mitin, el partido ha rendido un sentido homenaje a Alfredo Pérez Rubalcaba con la presencia de su viuda. El presidente del Gobierno ha pasado después a enumerar los logros de su Gobierno, que no ha compartido con Podemos.
Heredero de Felipe y Zapatero
En ese sentido, Sánchez ha recordado reformas como el ingreso mínimo vital, la aprobación de los ERTE para hacer frente a los estragos de la pandemia, la subida del salario mínimo interprofesional y otras ayudas para empresas y autónomos. "Hemos creado nuevos derechos y hemos ampliado libertades", ha asegurado.
Además, ha cargado contra el PP tras recordar que intentó usar el coronavirus solo para echarles de La Moncloa. "En los momentos más difíciles fuimos fieles a nuestros valores", ha dicho. "En los peores momentos, cuando nosotros estábamos concentrados en salvar vidas, otros buscaron atajos para llegar al poder".
Sánchez ha enlazado esas críticas con las que sufrieron González y Zapatero durante sus respectivos mandatos. Porque, en su opinión, el Gobierno que encabeza es heredero de las políticas de "avances sociales" que siempre ha impulsado el PSOE desde el poder. En ese sentido, ha defendido anuncios recientes como el del bono cultural o el cheque vivienda. Aunque el PP crea, ha dicho, que es para comprar votos.
"Hemos soportado muchas críticas. Ahora nos reprochan no ser suficientemente socialdemócratas", ha asegurado. "Pero nosotros (el PSOE) somos ahora la representación que más se parece a España. Sumamos la experiencia de los mayores a la esperanza de nuestros jóvenes. Somos un partido de avances sociales".
Diálogo en Cataluña
Sánchez ha pasado de puntillas sobre la posición del partido en Cataluña. No ha mencionado los indultos a los líderes del proceso separatista catalán, ni sus acuerdos con los separatistas catalanes y vascos. El jefe del Ejecutivo ha dicho que el cumplimiento de la legalidad, que se exige, "no es excluyente". "Trabajamos con las herramientas del dialogo y la concordia en Cataluña", ha afirmado.
Y sobre sus pactos, ha subrayado que la ultraderecha y el PP "cuestionan" la legitimidad del Gobierno. Ha explicado que el PSOE ganó las elecciones y obtuvo el respaldo de la mayoría del Parlamento. "Son los avales de la democracia, pero parece que no les vale", ha dicho.