Incredulidad. Sorpresa. Estupor. Estado de shock. Indignación. Soberbia. La ristra de adjetivos que se maneja en el seno del PSOE ante el adelanto electoral anunciado por Pedro Sánchez es inabarcable. Fuentes socialistas consultadas por Vozpópuli consideran que el presidente del Gobierno ha recuperado su famoso Manual de resistencia en el peor momento, tras su peor derrota.
El objetivo, dicen, sofocar una incipiente rebelión interna obligando a hacer campaña por él de cara al 23 de julio a todos los que piden su cabeza política. "Hablamos de mucha gente que se ha ido al paro por lo que ha ocurrido en las autonómicas y municipales del 28 de mayo", dice un socialista de Madrid. "Y toda esa gente no tenía otra cosa que hacer que reclamar su salida. Y eso lo ha cortado ahora en seco".
Sánchez convoca elecciones el 23-J
Sánchez ha anunciado la disolución de las Cortes Generales y el adelanto de las elecciones generales al 23 de julio. Lo ha hecho un día después del batacazo del PSOE en las autonómicas y municipales. Ni los más destacados miembros de la ejecutiva socialista sabían nada. "No entiendo nada", dice a este diario una dirigente de Ferraz que ha perdido el gobierno autonómico. "Estoy en estado de shock", añaden desde Andalucía, otras de las federaciones más castigadas en las urnas.
El PP ha arrebatado al PSOE seis Gobiernos autonómicos que tenía o de los que formaba parte: La Rioja, Aragón, Cantabria, Comunidad Valenciana, Baleares y Extremadura. El PSOE sólo conserva Castilla-La Mancha con claridad. También Asturias. Y dependerá de los pactos en Navarra y en Canarias. En las islas tiene muy difícil resistir. Emiliano García Page es el único barón que ha resistido el giro de España a la derecha. Aunque por los pelos, ha conservado la mayoría absoluta - su tercera consecutiva.
La respuesta a esta debacle ha venido con el adelanto electoral. Según el PSOE, Sánchez consigue de esta forma neutralizar "las críticas internas". Además, obliga a "la izquierda a ponerse de acuerdo rápido". En ese sentido, Sánchez busca aglutinar el voto de izquierda ante el desgaste de la batalla que libran Podemos y Sumar, de Yolanda Díaz.
"Es difícil que nadie se ponga ahora a pedir su dimisión", reconocen en el PSOE. "El partido tiene que mantenerse en modo electoral y movilizarse para evitar otro desastre". "Si además, no hay acuerdo a nuestra izquierda, el presidente matará a Podemos y a todos los partidos de ese espectro", añaden.
"Al PP le ha dado 10 minutos"
Otra de las consecuencias de esta decisión es que Sánchez ha anulado "mediáticamente el triunfo del PP". "No les ha dejado disfrutarlo ni diez minutos", aseguran estas fuentes. La convocatoria mete presión a Alberto Núñez Feijóo, que debe diseñar su campaña y las listas y, al mismo tiempo, configurar sus gobiernos autonómicos. En algunos de ellos, especialmente Valencia, va a requerir un complejo pacto con Vox.
Y esta presión coincide con unas elecciones en pleno verano, poco favorables para la movilización. Es verdad, reconocen estas fuentes, que también complica pactos como el de Navarra. "¿Vamos a pactar ahora con Bildu?", se preguntan.
"Para el PP no son las mejores noticias", dicen estas fuentes. "Es cierto que llevan la ola ganadora, pero ahora el PSOE se come ese tiempo".
La derrota será igual
Los más críticos, sin embargo, creen que todo es un acto de "soberbia política" de Sánchez. Dicen que la derrota se producirá lo haga ahora o en diciembre. Y que lo único que quiere el presidente es salir con una derrota honrosa y no por un patada de sus propios compañeros.
"Podemos hacer todos los análisis posibles, ensalzar su valentía y su manual de resistencia; pero en el fondo da lo mismo", explican. "La cuestión de si se va ahora o después es irrelevante. El cambio de ciclo es imparable".
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