"Ha vuelto el Pedro del comité federal. El del manual de resistencia". Así resumen fuentes socialistas a Vozpópuli las decisiones de Pedro Sánchez en las últimas 48 horas. El inesperado adelanto de las elecciones generales al 23 de julio ha sorprendido al PSOE despertando de la pesadilla del 28-M, pero con algunos líderes importantes del partido afilando los cuchillos en dirección a lo más alto de Ferraz.
Sánchez eligió el camino del adelanto electoral la misma noche del domingo. La decisión se tomó con su círculo más próximo, según ha sabido este diario. Ahí estaban su director de Gabinete, Óscar López; y su mano derecha, Antonio Hernando; los ministros Félix Bolaños y Pilar Alegría; y los máximos responsables de Comunicación tanto de La Moncloa como de Ferraz, Francesc Vallés y Ion Antolín.
"Cuando Alegría salió a valorar la debacle del 28-M a última hora del domingo, ya sabía que Sánchez anunciaría la convocatoria de elecciones en julio al día siguiente", explican fuentes socialistas. "No podíamos estar seis meses con este infierno".
"¿Alguien se imagina cómo serían las sesiones de control de Sánchez en estos meses hasta diciembre o el debate de cualquier ley en el congreso?", añade un alto cargo de la Administración socialista. "No sería la oposición del PP, que también, sino por encima de todo un estallido de la izquierda con nuestros socios de coalición y de legislatura haciéndonos la vida imposible".
Sánchez, único candidato del PSOE
Otra de las decisiones unilaterales que tomó el presidente en la noche del domingo es que el candidato del PSOE el 23 de julio será él. "No hay duda de que Pedro vaya ser el candidato", explican desde la cúpula socialista.
El grueso del PSOE ha conocido la noticia "por los medios". La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, lo ha sabido "minutos antes" del anuncio. El presidente no lo comentó con ella, ni con Unidas Podemos, otro de los grandes derrotados de las municipales y autonómicas. El botón electoral es una prerrogativa exclusiva del jefe del Ejecutivo.
Todos interpretan que la reacción es claramente en clave "interna". "Aquí no operan ni los intereses del partido, ni los del Gobierno ni los de España. Solo son los de Pedro", sostiene los más críticos. Estas fuentes consideran que el presidente sofoca con las elecciones cualquier atisbo de rebelión interna y fuerza a todo el partido a ponerse en modo electoral y "a su servicio". Por importarle, dicen, ni le ha importado desdibujar la presidencia española de la Unión Europea entre julio y diciembre, en la que Sánchez se había volcado como gran campaña personal para las generales.
"Hablamos de mucha gente que se ha ido al paro por lo que ha ocurrido en las autonómicas y municipales del 28 de mayo", dice un socialista de Madrid. "Y toda esa gente no tenía otra cosa que hacer que reclamar su salida. Y eso lo ha cortado en seco. Eso sí, ir a elecciones es letal para el partido".
"Los intereses del PSOE y Pedro coinciden"
Nadie en el PSOE duda de que el presidente se defiende a sí mismo, como hizo en el fatídico comité federal de octubre del 2016. Y a pesar de tener una campaña por delante e ir todos a una, no van a dejar de pedir cabezas. Es el caso de Santos Cerdán, responsable de la campaña de mayo. Cerdán, que además es secretario de Organización, es uno de los principales señalados por el resultado del domingo, tal y como informa este diario. Pero mientras se apunte a Cerdán, no se especula sobre si Sánchez es el candidato idóneo para unas generales. "Y no hay debate. No hay tiempo para otro candidato que no sea Pedro", señalan.
Sin embargo, esta opinión de que las elecciones anticipadas hacen daño al PSOE pero no a Sánchez no es unánime en el seno del partido. El adelanto también tiene sus apoyos. Hay dirigentes socialistas que creen que los intereses de Sánchez y el PSOE son ahora "coincidentes". Las elecciones del 23 de julio son, por un lado, una buena oportunidad de movilizar al electorado de izquierda. Y, por otro, dicen estas fuentes, una forma de abortar las réplicas del 28-M en forma de informaciones, comentarios y análisis dando a Sánchez y al PSOE por muertos.
En opinión de los menos detractores, Sánchez tiene la oportunidad de coger por sorpresa a Podemos y Díaz, que todavía no tienen acuerdo para ir juntos. Y presentarse ante el electorado como la única opción de izquierda capaz de discutir la victoria y la mayoría a PP y Vox, que deberían estar negociando la formación de algunos gobiernos autonómicos como el de Valencia. "El adelanto no les deja tiempo a institucionalizarse", explican. "Lo que ya no sé si eso es bueno o malo".
"Sánchez hace bien, pero perderá igual"
Pero hasta los más convencidos de que Sánchez ha hecho lo correcto y que no tenía más remedio albergan pocas esperanzas de que la jugada le salga bien. Y consideran que el resultado será idéntico ahora o en diciembre: derrota y pérdida del Gobierno. Otra cosa es que sea una derrota honrosa o, al menos, "su derrota y sus tiempos". Y no los que le marquen los barones y un partido con ganas de enviar a Sánchez al baúl de la historia.
"Es una decisión marca de la casa de Sánchez. Inesperada, valiente, temeraria...", explican fuentes socialistas, tan sorprendidas o más que el resto de la opinión pública. "La cuestión de si se va ahora o después es irrelevante. El cambio de ciclo es imparable".
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