El Gobierno ha anunciado un impuesto a las grandes fortunas con el objetivo de amarrar el apoyo a los Presupuestos 2023 del bloque de investidura formado por los morados, ERC y Bildu, y también como seña de identidad de ese giro a la izquierda que Pedro Sánchez ha impuesto en el PSOE: El Gobierno de la gente, los "pobres" contra los "ricos"; algo que el partido, fiel a su doctrina histórica de "justicia social" y redistribución de la riqueza acepta de buen grado.
No obstante, voces socialdemócratas, como la del economista José Carlos Díez, autor del programa económico de Susana Díaz para las primarias que la enfrentaron a Sánchez, alertan del riesgo de que acabe calando en el electorado la estrategia de Alberto Núñez Feijóo: 'el PP baja los impuestos y el PSOE los sube'; y eso aunque, como recordaba esta semana el exministro socialista Miguel Sebastián, muy contrario a esta "doble imposición al ahorro" que suponen Patrimonio e impuestos similares, Mariano Rajoy pudo suprimirlo en 2012 y no lo hizo:
Diga lo que diga Sebastián, el debate fiscal se ha instalado por la vía de la brocha gorda y muchos en el PSOE temen que lo gane el PP, por más que el Consejo de Ministros haya rebajado del 21 al 5% el IVA del gas, o que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se desgañite aclarando que el "impuesto a los ricos" solo afectará al uno por ciento de los contribuyentes, los 110.000 españoles que declaran ingresos anuales por encima de 150.000 euros.
En conversación con Vozpópuli, José Carlos Díez cree que a Feijóo le puede salir la jugada precisamente por esa espiral acción/reacción en la que se ha enredado al PSOE tras anunciar Juan Manuel Moreno Bonilla la desaparición del Impuesto de Patrimonio en Andalucía, a lo cual siguió la réplica socialista del "impuesto a los ricos" y, después, el anuncio de los gobiernos populares de Murcia, que también suprime Patrimonio, y Galicia, que lo va a bonificar un 50%.
CIS: La mitad cree que paga mucho
"Es increíble como la izquierda entra a todos los trapos que le pone el PP con los impuestos (…) El Gobierno dilató en 2021 las subidas hasta que llegara la propuesta del Instituto de Estudios Fiscales; luego, esta primavera, cuando el IEF la publicó, dijo que no era el momento de subidas… y ahora lleva tres anuncios de subida en un mes forzado por un Feijoo que parece llevar la iniciativa política desde marzo", explica José Carlos Díez.
Pero conviene no engañarse, recuerda este economista de la órbita socialdemócrata: según el último barómetro fiscal del CIS, de julio, el 41% de los españoles piensa que ya paga "mucho", el 46% dice que "regular" y solo el 9,6% cree que paga "poco"… con un 80% de los votantes del PSOE a caballo entre los primeros y los segundos. Por no hablar, añade, del perjuicio que supone a la 'marca España' el debate fiscal tal y como se ha planteado esta semana, "porque mandas a los mercados la señal de que la cuarta economía del euro, que recauda anualmente 500.000 millones, medio billón, subes impuestos solo porque una región ha decidido suprimir uno que supondrá una merma de 90 millones de recaudación".
Michavila ve acertada la polarización de Pedro Sánchez "ricos/pobres" para que no se fugue voto del PSOE hacia Podemos, pero no subir impuestos, que lo rechazan unos contribuyentes a quienes cada vez más les sale a pagar el IRPF en junio
Los datos del CIS traídos a colación por José Carlos Díaz sobre el hartazgo fiscal explican otro también llamativo que recuerda el demóscopo Narciso Michavila, responsable de la consultoría GAD3: este año y a diferencia de barómetros fiscales en otros ejercicios, se ha "disparado" el número de entrevistados que confiesa que le sale a pagar el IRPF 2021, 42,3%, frente al 51,7% que le sale a devolver.
Probablemente eso ocurre por la no deflactación de la tarifa, pero lo cierto es que en 2019, hace tan solo tres años, el 32,9% declaraba que el IRPF 2018 le había resultado a pagar frente a una mayoría del 56,9% al que Hacienda le devolvió aquel año.
Ese incremento ininterrumpido de liquidaciones positivas cuando, por ejemplo, en 2005 llegaron a un mínimo del 27,5% del total, se traduce en progresivo e indiscutible hartazgo fiscal entre los votantes de cualquier signo y eso constituye terreno abonado a la música de la bajada de impuestos que ahora promueven Feijóo y todos los gobiernos del PP, no solo Madrid y Andalucía.
Únicamente en términos de pura estrategia electoral, Michavila entiende y comparte el giro a la izquierda "discursivo" de Pedro Sánchez, para que no haya fuga de votos del PSOE a Yolanda Díaz y Unidas Podemos; pero, una cosa es eso, la imagen, matiza, y otra meterse en el espinoso asunto de las subidas de impuestos, que no suele gustar "ni a ricos ni a menos ricos". "Para el PSOE eso supone llevar el debate a donde va a perder seguro".
El fiasco de las tasas 'Google' y 'Tobin'
Y es que, por paradójico y contradictorio que pueda parecer, los mismos españoles a los cuales se les pregunta si el Estado debe contar con más recursos para políticas sociales, dicen claramente que sí por mayoría, y "tres preguntas más tarde" se quejan de que pagan mucho y entonan una especie de que 'pague el vecino'. "La mayoría de la gente piensa que el Estado está recaudando de más, que se está forrando por culpa de la inflación, y que el Gobierno pone parches, pequeñas ayudas que no llegan".
El profesor de ICADE Luis Garvía, va más allá duda de la efectividad que pueda tener un "impuesto a los ricos" del que todavía se desconoce casi todo, empezando por la base imponible: ¿Sustituirá al actual de Patrimonio? ¿Qué se va a gravar? ¿Los inmuebles?… ya pagan IBI ¿Capital en España? ¿Los extranjeros lo pagarán?. A su juicio, lo más pernicioso es la "inseguridad jurídica" que transmite tanto vaivén y que es lo que puede propiciar la temida fuga de capitales a países vecinos como Portugal y Andorra, o incluso a otros más lejanos como Luxemburgo, Alemania o Irlanda.
Garvía recuerda que el actual gobierno de coalición de izquierda ya introdujo a bombo y platillo la Tasa Google a las tecnológicas y la Tasa Tobin a la banca, "y aunque en la propia exposición de motivos decían que iban a recaudar 2.000 millones por ambas en 2021 la realidad es que solo han recaudado la cuarta parte, 500". Y piensa que en un país en el que el Estado ha recaudado 22.300 millones de más por efecto de la inflación sobre materias primas y productos, el Ejecutivo debería ser cuidadoso con este "impuesto a los ricos", que se le antoja más "estético" que efectivo a la hora de recaudar.
Yo lo veo bien", dice el presidente Fernández Vara sobre el impuesto a los ricos y avisa: si hubiera rebajas fiscales en Extremadura en 2023, "me inclino por las tasas y los precios de servicios públicos"
Por su parte, los barones socialistas como el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, no dudan en apoyar el "impuesto a los ricos" clave de justicia social. "Yo lo veo bien", declara a Vozpópuli. Y explica que, aunque el PSOE dispone de mayoría absoluta en el Parlamento Regional y no va a suprimir el impuesto al Patrimonio, como sí han hecho Madrid, Andalucía y Murcia, él va a negociar los presupuestos con todos los grupos. Preguntado por alguna rebaja fiscal IRPF en Extremadura de cara a 2023, responde: "Me inclino más por tasas y precios de servicios públicos".
En Castilla-La Mancha, el Gobierno de Emiliano García-Page afronta dentro de dos semanas el Debate sobre el estado de la Región. Su entorno no quiere adelantar acontecimientos ni desvelar los anuncios que pueda hacer Page ante las Cortes regionales, pero si adelantan respecto a posibles rebajas fiscales que "estamos viendo cosas pero siempre desde la perspectiva de la justicia social".
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