Las palabras de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cuestionando la ruta de Pedro Sánchez en Estados Unidos y sus encuentros con los fondos de inversión no preocupan al entorno del presidente. Díaz afirmó que el Ejecutivo debe velar por los “derechos de los trabajadores”, calificó a los fondos de entidades “que están para ganar dinero” y apostó por no ofrecer ventajas fiscales si destinan dinero a España. Esas declaraciones en plena gira económica del presidente no pueden satisfacer a ministerios como Exteriores e Industria, aunque en el Ejecutivo se muestran relajados: “Yolanda Díaz no tiene ningún impacto”.
El pasado jueves, desde El Escorial, así había afirmado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo: “Entiendo la reflexión de los fondos de inversión, su objetivo es ganar dinero. Pero los gobernantes tenemos que defender a nuestro pueblo y nuestro país. Tenemos otro objetivo central, y más en un Gobierno progresista, que es redistribuir la renta".
Estas declaraciones han llegado en pleno viaje de Sánchez a Nueva York y California para intentar convencer a las entidades financieras norteamericana a invertir en España cuando termine la emergenica de la covid. El objetivo de la Moncloa es “anticiparse” a otros países del entorno comunitario para ofrecer a los inversores de Estados Unidos buenas condiciones y prometer la seguridad jurídica necesaria para la nueva fase de recuperación económica. Italia y Francia, en cambio, han apostado por la vacunación masiva con el pasaporte covid para atraer a esos fondos.
Los fondos de la "trama"
Más allá de la cuestión de las ventajas fiscales, en Podemos se muestran incómodos en ver al presidente del Gobierno reuniéndose con entidades como Blackstone, muy crítica por los morados por su política con las viviendas vacías. Temen que Sánchez consolide su relación con el fondo frenando la Ley de vivienda, con medidas como la fijación de los precios del alquiler, que Podemos quiere aprobar cuanto antes. En el caso de BlackRock, en Podemos recuerdan que este fondo estuvo en su diana durante la campaña de “la trama”, en la que también se señalaban a empresas del Ibex-35.
Pablo Iglesias fue un firme partidario de aquella campaña diseñada por Honrubia y Del Olmo, tras la lectura del libro de Rubén Juste sobre el poder de los lobbies y el Ibex-35. Iglesias se quedó fascinado por ese libro, y quiso aplicar una reflexión parecida sobre algunos dirigentes políticos y periodistas para aggiornare la tesis de las castas, con la que Podemos irrumpió en la política nacional.
Polémica mediática
Las declaraciones de Yolanda Díaz, no obstante, no preocupan en los ministerios más interesados en la llegada de dinero del otro lado del Atlántico. Fuentes gubernamentales aseguran que en los círculos del poder financiero norteamericano lo que interesa es la palabra del presidente, y el hecho de que esté celebrando reuniones presenciales con ellos. Reducen a una polémica “mediática” las palabras de Díaz, con impacto únicamente en España.
Aun así, todos saben que antes de ejecutar o plantear una inversión los fondos suelen hacer estudios económicos y políticos para calcular el riesgo de la operación. Y que en esos documentos entrarán las críticas de Díaz. Aunque en el Ejecutivo están seguros: no decantarán la balanza. “Si necesitan aclarar algo, llamarán a Calviño y Escrivá, no a Yolanda Díaz”, afirman las fuentes consultadas.
La falta de llegada de Díaz y de otros dirigentes de Podemos en los círculos financieros de Norte América es sin duda una ventaja para Sánchez. Aunque en la oposición creen que, además de la presencia de Podemos, es la postura sobre Cuba que puede frenar algunos acuerdos. El pasado viernes, unos 400 políticos y artistas afines al castrismo han difundido un manifiesto en Estados Unidos pidiendo el fin del embargo y la no injerencia en los asuntos de la isla. Entre los firmantes del documentos también se encuentran diputados de Unidas Podemos.
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