Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea examinarán este lunes en la cumbre que celebran en Bruselas el incidente sufrido por un vuelo de la compañía irlandesa Ryanair el domingo, cuando las autoridades bielorrusas forzaron el aterrizaje del avión para detener a un opositor, un hecho que consideran "no puede quedar sin consecuencias" y por el que estudiarán sanciones contra los responsables.
"La situación será abordada en este Consejo europeo. La Unión Europea considerará las consecuencias de esta acción, incluido tomar medidas contra los responsables", ha indicado a través de un comunicado el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell.
"Llevando a cabo este acto coercitivo, las autoridades bielorrusas han puesto en riesgo la seguridad de los pasajeros y la tripulación. Debe llevarse a cabo una investigación internacional para identificar cualquier violación de las reglas de aviación internacional", ha considerado el jefe de la diplomacia europea, quien ha precisado que los mandatarios estudiarán una respuesta, "incluido tomar medidas contra los responsables".
Borrell destaca la gravedad
Borrell ha destacado la gravedad de que Minsk forzara el aterrizaje de un vuelo operador por una compañía de un Estado miembro, cuando recorría una ruta entre dos capitales de la Unión Europea y con más de un centenar de pasajeros abordo.
La acción se organizó para detener al periodista disidente Roman Protasevich, lo que el Alto Representante ve como "otro intento flagrante de las autoridades bielorrusas de silenciar todas las voces de la oposición".
Ya el domingo, el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, expresó la "gran preocupación" por lo ocurrido, instó a las autoridades bielorrusas a poner en libertad de inmediato al periodista disidente detenido y reclamó una investigación independiente sobre lo sucedido.
En todo caso, según indican fuentes europeas consultadas por Europa Press, este lunes podrán acordar dar el paso para imponer nuevas sanciones pero no fijar las medidas concretas, un trabajo que solo iniciaría a partir de que el Consejo diera luz verde y que puede llevar hasta una semana de preparación.
Entre las primeras reacciones también destacó la del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, quien reveló a través de su cuenta de Twitter que había pedido a Michel incluir esta crisis en la agenda de la cumbre para discutir a 27 "sanciones inmediatas contra el régimen de Alexander Lukashenko". "El secuestro de un avión civil es un acto sin precedentes de terrorismo de Estado. No puede quedar sin castigo", zanjó Morawiecki.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó de "inaceptable e ilegal" la acción del régimen bielorruso y subrayó también que tendría "consecuencias". "Los responsables del secuestro de (el vuelo) de Ryanair deben ser sancionados. El periodista Roman Protasevich debe ser liberado de inmediato", expresó Von der Leyer en una breve declaración difundida en las redes sociales.
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