El Ministerio de Sanidad ha puesto a funcionar a sus expertos en Salud Pública de la Ponencia de Alertas. Un nuevo enemigo invisible acecha, y aunque su amenaza es todavía lejana, el recuerdo de la covid y del ébola es demasiado cercano como para no tomar medidas. Se trata del virus de Marburgo, un patógeno que está provocando estragos en el interior de Guinea Ecuatorial. Su letalidad es del 50%, muy por encima de la de la covid-19, que no llega al 1%. "Los menores de 40 años sobreviven, los mayores mueren. Así de simple", asevera en declaraciones a Vozpópuli un experto cercano a la Ponencia. De momento, los expertos de la Ponencia, el órgano que ha venido asesorando al Ministerio de Sanidad y a la Comisión de Salud Pública toda la pandemia, calculan que el riesgo de que esta enfermedad llegue a España es bajo.
Según ha podido confirmar este periódico, la semana pasada se envió al Ministerio de Carolina Darias el borrador del 'protocolo de actuación para la detección precoz y el manejo de casos de enfermedad por el virus Marburgo', adelantado esta semana por La Razón. El lunes se celebró una reunión presidida por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes) y hasta este mismo miércoles se ha estado discutiendo sobre su contenido.
Los expertos de Sanidad permanecen expectantes dada la ausencia de información oficial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) cuenta con un dispositivo desde hace semanas en el país para evaluar la situación. El Gobierno de Guinea Ecuatorial tampoco ha facilitado datos oficiales. Este desierto informativo ha obligado a los expertos a caminar a ciegas y a basar bastante de sus actuaciones en el protocolo para el ébola.
Y es que el virus de Marburgo cuenta con varios elementos que recuerdan a la amenaza vírica de 2014. Eso sí, a priori parece menos contagioso. El virus de Marburgo se transmite por contacto con secreciones corporales (piel, vómito, saliva, etc.). El infectado empieza a ser contagioso cuando se encuentra ya con síntomas, por lo que no es, como la covid, un enemigo silencioso. Además de su letalidad, los efectos que provoca son especialmente desagradables: fiebre alta, vómitos, gastroenteritis y, en la última fase, hemorragias internas.
Los expertos deciden no tomar medidas
Con los datos sobre la mesa actuales, los expertos de la Ponencia creen que es contraproducente tomar medidas preventivas de momento. Existe un vuelo diario entre Guinea Ecuatorial y España, pero la conexión aérea es con Malabo, capital guineana ubicada en una isla. El hecho de que los contagios se hayan producido en el interior del país y la conexión con Guinea sea a través de una isla influye bastante en la decisión que han tomado los expertos de la Ponencia.
"La zona de los brotes está muy cerca de Gabón y, por el momento, este país no ha registrado casos. Al parecer, no hay carreteras que conecten ambas zonas. Este tipo de brotes se producen con cierta frecuencia en África y suelen tener origen zoonótico. Es decir, se originan con la mordedura de un animal", explica un especialista.
Simulacros en hospitales españoles
Altos cargos de Sanidad Exterior, también presentes en las conversaciones de estos días con el Ministerio y los expertos de las comunidades autónomas, han considerado que no vale la pena, de momento, establecer sistemas de detección de casos en aeropuertos españoles. Cabe recordar que no existe ni vacuna, ni tratamiento, para este virus.
Las comunidades autónomas han comenzado a poner en marcha simulacros en sus hospitales de referencia para este tipo de patologías. Según ha podido saber este periódico, se llevan a cabo en unidades de alto aislamiento, zonas todavía más preparadas que las que hemos visto en las plantas covid de la pandemia. El Hospital Zendal, especializado en emergencias, no va a ser utilizado por ahora para estos simulacros.
Similitudes con el ébola
Todo apunta a que este brote del virus de Marburgo se ha originado con la mordedura de un murciélago, ya que es la especie reservorio de este patógeno. El caso recuerda al brote de ébola de 2014 en Guinea (no confundir con Guinea Ecuatorial). En aquella ocasión fue también la mordedura de un murciélago la que desató la tragedia. Un niño de 3 años estuvo jugando en el hueco de un árbol y fue mordido por un murciélago. Murieron él y toda su familia. Solo sobrevivió el padre.
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