Salen a la luz nuevos detalles sobre la adquisición de los casi 700.000 test defectuosos que el Gobierno compró a un fabricante chino. Según revela El Mundo, Sanidad firmó un contrato de 17,1 millones de euros con la empresa Inter Pharma para la adquisición de este lote a la compañía Bioeasy Biotechnology, que es quien los fabricó.
En la documentación oficial, a la que ha accedido el citado diario, queda reflejada la exigencia de devolución por parte del Ejecutivo de los 6.988.035 euros que ya había abonado.
En concreto, el contrario, suscrito entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez e Inter Pharma el pasado 18 de marzo, recoge la compra de 659.000 unidades de detección rápida del coronavirus por un importe de seis millones más IVA, lo que correspondía al 35% del importe total comprometido, y que es la cantidad que ahora exige que se le reembolse.
Tras demostrarse la poca fiabilidad de las pruebas diagnósticas adquiridas, el expediente quedó anulado. Así, "la sensibilidad de los productos era inferior a la deseada", según figura en el expediente.
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