Las mareas blancas vuelven a salir a la calle. Esta vez no les importa que sea el mes de agosto, cuando estar en Madrid tiene su mérito. La Mesa en Defensa de la Sanidad Pública de Madrid-Marea Blanca ha convocado el domingo 16 a los ciudadanos a una protesta frente al Ministerio de Sanidad bajo el lema “Siguen destruyendo, ni un paso atrás”. También se ha organizado una marcha similar en Santiago de Compostela. Es la 35 ocasión que salen a la calle a exigir más recursos para la Sanidad pública.

La Mesa en Defensa de la Sanidad Pública de Madrid (MEDSAP) está formada por colectivos muy variados entre los que se encuentran  asociaciones de vecinos, usuarios, coordinadoras, movimientos sociales, organizaciones sindicales, plataformas, profesionales sanitarios y asambleas populares del 15M. Declaran que su principal objetivo es la defensa de la Sanidad pública y “la lucha contra el proceso de privatización que, desde hace años, se viene produciendo en la Comunidad de Madrid”.

Tienen el apoyo, entre otros, de los médicos de AMYTS , la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública, CSIF, CSIT, CCOO, UGT y la Federación Regional de Vecinos. Los primeros tuvieron un papel clave en la paralización de la privatización de la gestión de hospitales públicos de la Comunidad de Madrid.

Este grupo llama a sus simpatizantes ante el cierre de camas, el aumento de las listas de espera y el colapso de las urgencias que afirman ha sufrido la región en los últimos días. La Marea Blanca cree que Cristina Cifuentes ha colocado en la Consejería de Sanidad a “un equipo político de cartón como peones de su ajedrez especulador”.

En la convocatoria de este grupo se quejan de que el Gobierno de Madrid haya hecho todo tipo de promesas electoralistas, “mientras sigue permitiendo con absoluta obviedad la precarización de la Sanidad pública”. Consideran que Cifuentes no tiene voluntad de cambiar y que continuará con ese “proyecto particular, el neoliberal que tiene a los mercados de simuladores democráticos y a los ciudadanos de pagadores de todas sus cuentas y sus deudas privadas que fagocitan nuestras instituciones”.

La Marcha Blanca anima a los madrileños a luchar “contra los que con el aburrido mantra de la eficiencia, la de su cuenta de resultados y no la de la salud de la ciudadanía, siguen lanzando aburridos cantos de sirena”. “Porque está claro –añade su manifiesto- que siguen destruyendo y no han hecho ni un solo gesto para rescatar lo que nos están robando que son medios físicos, recursos humanos, personal y servicios”.

Este grupo, en el que había muchos médicos y personal sanitario, fue uno de los impulsores de la campaña contra la privatización que logró que el Gobierno de Ignacio González retirara la privatización de varios hospitales madrileños.